martes, 29 de enero de 2013

“DEBEMOS REDEFINIR EL BIENESTAR”



Cómo vivir mejor: llega una 'nueva felicidad' más realista

Iván Gil, en 'El Confidencial'

En un contexto como el actual, en el que las depresiones y los cuadros de ansiedad se disparan, la búsqueda de la felicidad parece una quimera, a la par que una necesidad de primer orden para volver a disfrutar de la vida. No es casualidad que los libros de autoayuda proliferen en las estanterías de las librerías. Sin embargo, en 2000 años de filosofía sobre la felicidad todavía no se ha encontrado la receta definitiva. Vivimos tiempos de cambios, y los esquemas sobre los que se construían los proyectos vitales ya no nos sirven. La nueva máxima es “vivir mejor con menos”, tal y como el economista Robert Skidelsky sintetizaba a El Confidencial, a propósito de su último ensayo ¿Cuánto es suficiente? Qué se necesita para una ‘buena vida’ (Crítica).

El filósofo galo Vincent Cespedes, autor de Estudio mágico de la felicidad, explica en este ensayo que el bienestar personal tiene muchas caras, casi tantas como individuos, por lo que “no existen estrategias únicas, como nos quieren hacer creer desde la ‘industria de la felicidad’”. Eso sí, apunta a la bondad, el respeto al otro y el reconocimiento social como los indicadores compartidos por las personas felices. En definitiva, ser feliz “no es solo una cuestión de voluntad y de capacidad para aplicar una serie de estrategias”, sino que tiene que ver con la adaptación al convulso mundo que nos ha tocado vivir, y con la aceptación de nosotros mismos y de nuestro papel en la sociedad, para así poder disfrutar del día a día.

Saber conformarse

Como expresó recientemente el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz,debemos redefinir los criterios del desarrollo económico, pero también los del crecimiento personal (para tener salud emocional). Los principios individualistas del Homo Economicus, que Daniel Cohen ha revisado desde una perspectiva crítica, deberían ser desplazados por los del ‘bien común’, según la propuesta de este La mayoría de los filósofos contemporáneos que han tratado este asunto reconocen que es necesario incluir nuevas acepciones en la definición de la felicidad para reajustarla a la posmodernidad. Ganar más dinero, encontrar el amor ideal o tener el trabajo perfecto son máximas cada vez más inalcanzables para el grueso de la sociedad que nos impiden conquistar el bienestar. Unos objetivos que “provocan un perjudicial combate con nosotros mismos y nos hacen vivir temerosos del futuro”, según suele apuntar el suizo Alexandre Jollien en sus multitudinarias conferencias.

Aprender a renunciar

Las expectativas vitales deben estar a nuestro alcance, según concluyen los teóricos de la ‘nueva felicidad’, y por ello animan a no intentar alcanzar la “utópica” felicidad plena, sino a “vivir sin ser infelices”. Una vuelta de tuerca, dicen, “más realista”. En este sentido, aprender a renunciar y a reajustar las expectativas, atendiendo tanto a nuestras limitaciones personales como a las impuestas por el entorno socioeconómico, son dos principios fundamentales a tener en cuenta para comenzar a ser menos infelices. Tenemos que ser capaces de reajustar nuestras expectativas

Las nuevas teorías de la ‘felicidad contemporánea’ sientan sus bases en la filosofía oriental, aunque mezclando mística y ciencia. Lo más esencial, dicen, reside en ser abiertos de espíritu. De hecho, la meditación y todas aquellas actividades dirigidas a la concentración y a la búsqueda de la conciencia plena (mindfulness según el concepto original en inglés), como puede ser el yoga, son muy recurrentes en el discurso de todos estos intelectuales.

Disfrutar el momento

Si en las últimas décadas los ejercicios de meditación han experimentado un fuerte impulso en Occidente, también lo han hecho confundiendo algunos de sus principios. En muchas ocasiones estas técnicas se utilizan para alimentar el ego más que para hacerlo desaparecer o simplemente para relajarse en lugar de para alcanzar un estado ascético que nos permita estar por encima de los problemas del día a día. “El arte de disfrutar el momento” se basa en la capacidad para sortear los golpes de la vida aceptándolos como una consecuencia inevitable de nuestra existencia.

Buscar la felicidad en los demás

Diversos estudios han coincidido en señalar que el dinero no da la felicidad. La acumulación de la riqueza experimentada en Occidente en las últimas décadas ha ido paralela a un descenso del grado de felicidad de las personas. El consumismo parece estar sumiendo a la civilización en un círculo vicioso en lo que a bienestar se refiere. Los bienes materiales ofrecen una satisfacción vana y efímera que nos aleja de la felicidad plena porque siempre se querrá más y más.

Para el economista Daniel Cohen, la búsqueda de la riqueza colectiva y no de la individual es la que realmente nos reporta una satisfacción plena. Cohen valora más el trabajo en equipo que la competitividad entre los individuos, así como el sentido de pertenencia a una comunidad. Una red social asentada más allá de la familia y los amigos.


domingo, 27 de enero de 2013

EL DUEÑO DE LA ESCUELA

Ignacio Escolar, en 'elperiodico.com'

Rouco Varela, hace un par de días: "El Estado no es el dueño de la escuela". Tiene razón. El dueño es él, que por algo preside la Conferencia Episcopal. La Iglesia católica en España, en el siglo XXI, sigue siendo el primer patrón de la enseñanza. Rouco no solo es el jefe directo de los funcionarios más extraños del país: esos profesores de religión que paga el Estado, pero sirven a la jerarquía eclesiástica, que es quien arbitrariamente los contrata y despide. La Iglesia también controla el 69% de la educación concertada, unos centros que cada día pesan más frente a la debilitada escuela pública. Ya hay autonomías, como Madrid, donde hay menos colegios públicos que privados y concertados. Es una tendencia que va a más. Es una contrarreforma premeditada y calculada para transformar la sociedad, empezando por su base: desde la niñez.

Las mayores protestas contra la nueva reforma educativa del PP han estado ligadas al modelo de inmersión lingüística en Catalunya. Mientras tanto, el ministro Wertha conseguido esconder bajo la lengua otros aspectos también transcendentales de su plan. El catalán ha sido usado de trampantojo, una vez más.

Una de las claves de la contrarreforma deWert está en los conciertos educativos: en los requisitos que tendrá que cumplir un centro privado para que el Estado lo subvencione con dinero público. Hasta ahora, eran las autonomías -donde está transferida la educación- quienes tenían la llave y podían controlar qué colegios privados se convertían en concertados. Ahora, las tornas cambiarán. Serán los empresarios de la educación, con Rouco Varela al frente, quienes tendrán el poder para forzar un concierto educativo, incluso contra la planificación autonómica. Estos conciertos estarán amparados por un subjetivo concepto -"la demanda social"- que dejará a las autonomías sin apenas capacidad para organizar la red escolar; podrá haber "demanda social" para un colegio concertado al lado de otro público vacío. Por supuesto, las autonomías tampoco podrán negarse a subvencionar a una escuela sexista que separe a las niñas de los niños, a pesar de las sentencias del otras veces sagrado Tribunal Constitucional.

Subvencionar la enseñanza concertada es (al 69%) subvencionar la educación católica. Es otro modo de financiar con el dinero de todos el proselitismo y el adoctrinamiento de esta religión. Favorecer los conciertos es también una forma de dinamitar la escuela pública. Convierte la educación en un nuevo copago; según el INE, cada alumno de la concertada acaba pagando de media 800 euros al año. No hace falta una barrera mucho más alta para segregar a los ciudadanos desde niños, según su clase social. Sin una escuela pública de calidad, lo que se derrumba es la igualdad y el propio Estado del bienestar.


sábado, 26 de enero de 2013

UNA EXISTENCIA PROFÉTICA

D. S. | Santa Cruz de La Palma, en 'diariodeavisos.com'

Un rato de conversación con Fernando López te deja sin defensas. Su discurso y, sobre todo, su vida, desmontan cualquier dogmatismo acomodaticio construido para afrontar la realidad. Su existencia es profética, ahora incluso más que nunca, en un contexto occidental en el que la crisis ha puesto patas arriba todas las seguridades de nuestro mundo, o de esta “selva”, como le gusta llamar también a este otro lado del Atlántico al jesuita palmero que vive con los indígenas en plena Amazonía.

Compartió el destino de los pueblos inundables y del basural de Paraguay, país al que llegó en 1985, en plena dictadura de Stroessner, donde encontró una Iglesia “plantada” ante el terror impuesto por el tirano. También acompañó, bajo los puentes de las urbes brasileñas, a los meninos da rua (los niños de la calle), y ahora lleva más de una década con los indígenas de la selva amazónica. “Dios me dio muchas facilidades para hacer lo que hago; me costaría mucho más insertarme en la selva de Madrid. Y hay que hacerlo, porque una selva sin la otra no tiene solución; si aquello se rompe, nos cargamos el planeta”, comenta.

Un licenciado en Física por la Universidad de Sevilla, con una fuerte proyección intelectual, decidió hace veintiocho años responder al interrogante que le asaltaba desde la adolescencia por las calles de la capital palmera. “Una pregunta que le hacía a los papás con quince años es que este asunto que me da nacer en una familia que tiene condiciones y otros no, ¿es una cuestión de suerte?. Si fuese así, Dios es injusto, pero si no es así, la pregunta que Dios nos invita a hacernos es de qué lado nos queremos poner”.

Y cuando terminó la carrera lo vio claro y decidió situarse en los márgenes, con los olvidados y desheredados de la tierra. Una opción por los pobres que los jesuitas se han marcado como “preferencial” en sus estatutos y que Fernando López ha llevado al límite, que es donde también Ignacio de Loyola quería que se situaran sus seguidores.

Ahora pasa unos meses en La Palma, acompañando a sus padres, y se ha encontrado con la realidad socioeconómica que padece Europa con la crisis. “Aquí hay mucha gente pasándolo mal, es verdad, pero qué bueno que la crisis llegó, porque eso significa de forma clara que el sistema no da más de sí”, argumentó. “Hasta ahora, aquí vivían en esta burbuja a base de pisar los últimos 500 años el despegue del Sur. En algo nos hemos equivocado, hermano”, sentenció.

GIRO EPISTEMOLÓGICO

Para Fernando López, esta situación está contribuyendo a generar una especie de “conciencia global, que me llena de esperanza”. “No vivo la crisis como desengaño, sino qué bueno que está tocando fondo el sistema porque hay que parir una nueva historia. En estos tiempos fuertes nos tenemos que embarazar y soñar una nueva historia, empujar y parirla, y no dejar que un puñado de gente, los que controlan el sistema financiero, sigan imponiendo su lógica”, argumentó entre sorbos de mate.

Una forma de estar en el mundo que asegura haber aprendido con los pueblos americanos. “Cómo es posible que 20.000 indios enfrenten empresas madereras y consigan ganar, después de costar la vida de líderes asesinados, mujeres violadas y pueblos quemados. ¿Qué tienen ellos que a nosotros se nos ha cortado, por qué se plantan así y nosotros estamos tan acomodados, en un sistema donde la democracia todavía está por inventar?”, se pregunta.

En este sentido, expresó su temor “cuando la gente se queja de que los políticos no resuelven las cosas”. “¿Queremos un modo paternalista, donde la solución venga de arriba? No, estamos equivocados, tiene que venir de abajo, de tus opciones de vida. Los pueblos indígenas no esperan en sus aldeas a que los gobiernos le solucionen los problemas”, añadió.


Pintan el cuerpo del jesuita antes de la celebración de un ritual. / DA

INSURGENCIA

El jesuita palmero tiene claro que “lo que hay que promover en occidente es la insurgencia; y aquí soy profundamente no violento. Por ninguna cosa estoy dispuesto a matar”. En esta línea, recordó que las propuestas más insurgentes que se han planteado en la América de los últimos cincuenta años vienen de los movimientos indígenas: Chiapas, los gobiernos de Ecuador y Bolivia, los mapuches en Chile. “¿Qué tienen ellos que a nosotros nos falta? Necesitamos profecía, que levantemos la cabeza por encima de las nubes grises del sistema, que la historia no se acabó y que no podemos esperar a que los de arriba pongan la solución, que vendrá cuando tú y yo nos posicionamos y nos la jugamos”, propuso López.

INDÍGENAS

En esta visión global ha sido decisiva su introducción en el camino chamánico, que empezó con los guaraníes, en Paraguay, y continuó con los yanomamis. “Comienzo, con 52 años que tengo, en estos últimos años amazónicos, a poderme vivir algo que el mundo occidental no me enseñó y que me coloca en una relación de sacralidad con el entorno”, explicó el jesuita que ha entrado a fondo en la cultura indígena en ese diálogo interreligioso que fomenta la Compañía de Jesús.

Fernando López sostiene que “esta sabiduría relacional”, donde la realidad está estrechamente conectada como una tela de araña, “en occidente nos la hemos cargado”.

“Tenemos que sabernos cuidar, dejar de ser depredadores y pasar a ser cuidadores de algo tan misterioso como es la vida, las relaciones, el universo, Dios. Si en occidente no somos capaces de recuperar el sentido mistérico de la realidad, estamos perdidos”.

En este encuentro con el otro es cuando se produce esa quiebra epistemológica por la que aboga para Occidente. “Cuánta vergüenza he pasado cuando en los pueblos indígenas me preguntan por qué somos así. He sentido vergüenza de ser occidental, blanco y de ojos azules. Un chamán indígena respeta el agua y no se le ocurre mear donde va a beber, otros echan mercurio en los ríos”.



viernes, 25 de enero de 2013

JOAQUÍN SÁNCHEZ, EL CURA QUE HA PARADO 202 DESAHUCIOS

Miguel A. Ortega Lucas, en 'eldiario.es'

"Lo que es un milagro es que la calle no haya estallado todavía. Y es que hemos descubierto que somos muy dóciles. Está costando mucho derrumbar tanta sumisión".

Quien así habla, meditando en su taza de café, sentado al atardecer en un bar de la localidad murciana de Cieza, no es, en estricto sentido, un revolucionario. Tampoco un sociólogo, o un analista; siempre ha preferido este hombre los rostros a los números. Su aspecto no se distinguiría del de cualquier trabajador de cualquier barrio de España, pero lo cierto es que Joaquín Sánchez Sánchez, nacido en Bullas hace 51 años, diplomado en Educación Social y amante del cine y la lectura, es sacerdote. Aunque gaste bufanda en vez de alzacuellos.

Ordenado en 1987, Joaquín es capellán en la prisión provincial de Sangonera; también en tres centros psiquiátricos, dos residencias de ancianos y un centro ocupacional tras cesar en su última parroquia, en 2007. Miembro de la Hermandad Obrera de Acción Católica de la Diócesis de Cartagena, es uno de los principales responsables de que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de la Región de Murcia haya conseguido parar allí hasta 202 órdenes de desahucio a día de hoy, desde mayo de 2012.

Desde entonces, tanto el cura Joaquín como el resto de activistas de la Plataforma (alrededor de medio centenar) ha ejercido, literalmente, de muro de contención entre las familias al borde de perder su casa y el sistema bancario, amparado por la ley vigente; entre las puertas de los hogares y los agentes judiciales: "Nos sentamos en el suelo", explica, en el mismo pasillo del inmueble: hasta que desistan. Hasta que el banco acceda a negociar con la familia cualquiera de las soluciones posibles, menos echarla a la calle. Volviendo las veces que haga falta.

"Lo primero que buscamos es que recuperen su autoestima, porque se sienten avergonzados, fracasados". También, y sobre todo, "indefensos" ante una nebulosa burocrática plagada de recovecos legales que apenas pueden entender en un principio. "Imagínate –reflexiona Joaquín– lo que supone para gente que no está acostumbrada a eso ni por asomo; gente que a lo mejor no ha visto una multa en su vida. Se descomponen, se bloquean, están muy perdidos. Se desesperan al hablar con el banco".

"Hay gente que no aguanta la tensión –continúa–: tienen miedo a lo que se pueden encontrar a la vuelta, si salen a la calle; a no poder volver a entrar en su casa, porque se modificó la ley para no poner una fecha concreta a los lanzamientos. Muchos se vienen abajo: reciben el buro-fax, les llaman veinte mil veces al móvil, les rompen los nervios... Y se acaban rindiendo".

Pero, ¿qué se le dice a alguien en esas circunstancias? "Pues que vamos a luchar, juntos. Contra el banco si hace falta. Y cuando quedas con ellos, y te ven aparecer por la puerta de su casa, se sienten aliviados, respaldados, en compañía".

El expárroco lo ha hecho personalmente en muchas ocasiones: "Vamos con ellos a hablar con el director de la sucursal". Les asesoran para que firmen (o mejor dicho: no firmen) ciertos documentos. Les aconsejan. "Pero su técnica –cuenta Joaquín, con amarga ironía– es hablarte siempre de los de arriba: 'Yo es que no puedo hacer nada', te dicen; 'es que el ordenador...'. Esto del ordenador es un fenómeno, como si fuera un dios con voluntad propia que ha decidido tu destino... O te remiten a las asesorías jurídicas, cosa que también han hecho muy bien: porque una entidad de Murcia puede tener su asesoría en Valencia, y viceversa, y son como fantasmas que te mandan un fax, o un correo; que no te dicen dónde están, con quién tienes que hablar...". En una palabra: "Frustración; lo que buscan es frustrarte", asegura.

Sin embargo, la Plataforma ha logrado ya frenar en más de 200 ocasiones las órdenes de desahucio de la comisión judicial: después de eso, los bancos negocian o no, pero el porcentaje de éxitos hasta ahora supera con creces al de fracasos: "La batalla moral ya la han perdido", asegura Joaquín. "Ya no es como antes, que ni siquiera te escuchaban; ahora se lo piensan muchas veces antes de decirte que no".

"Cómplices de los banqueros"

Autor de varios libros y asiduo colaborador en la prensa murciana con artículos de gran contenido social, deudores de su cristianismo de base, de la Teología de la Liberación, Joaquín considera un desahucio (cuestiones éticas aparte) la "muerte civil" de la familia. O al menos del titular del contrato: "Que al menos –razona– les dejen rehacer su vida, porque con una púa de 90.000 euros, entre deuda, intereses de demora, comisiones..., cuéntame. Pero es que además ese nombre ya no puede aparecer siquiera en el contrato de un móvil".

Así, el objetivo al que la Plataforma apunta en última instancia es la propia ley: por ejemplo, "que la gente se pueda quedar en su vivienda", explica, "con un alquiler social que suponga como máximo el 30% de los ingresos de la familia". O la dación en pago, pues "el problema es que la ley no deja margen a los jueces" para evitar que el banco reclame la suma total de la deuda.

El sacerdote cree que ni Gobierno ni oposición quieren hacerlo por ser "cómplices de los banqueros". "Teníamos esperanza en el decreto aprobado recientemente, pero es de chiste, no sirve. Va a afectar como mucho a un 5% de las familias en este proceso. Por ejemplo, si tienes dos críos de cuatro años ya no entras, porque tienen que tener como mucho tres. Y en la moratoria establecida hasta 2014 se siguen acumulando los intereses, de modo que pasado ese tiempo se verán en las mismas".

"La dictadura de los mercaderes"

Por su incansable compromiso para con su entorno, por su cercanía, por la confianza que despierta, Joaquín consigue franquear esa barrera de vergüenza que tantas veces se autoimpone la gente en dificultades: "Hay padres echándole agua a la leche, para que el hijo crea que se toma un vaso de leche entero. Hay gente recogiendo los bocadillos de los patios de los colegios. Una mujer me contaba hace poco, porque no tenía ya más remedio, que necesitaba dinero para las compresas de sus hijas". Según datos de Cáritas, la Región de Murcia cuenta ya con un 36% de la población en el umbral de la pobreza: gente que quizás no parezca exactamente pobre a primera vista, ni a segunda, pero que empieza a carecer de lo más básico. Un porcentaje a todas luces "escandaloso" para Joaquín.

El término indignación se queda corto para este cura atípico, sin complejo alguno para definir esta oleada de empobrecimiento como "eutanasia social": "Es triste decirlo, pero es que para ellos sobra gente, sobramos. Han abandonado la dependencia, la tele-asistencia; implantan el copago médico; suben el IVA de los pañales ¡un 21% también!, porque debe de ser un lujo para los bebés, los ancianos, los discapacitados"... Y es que siempre llega Joaquín "a la misma conclusión: todo es la consecuencia de que el egoísmo, la codicia y la ambición de poder se hayan institucionalizado, a través de leyes y decisiones políticas". Una "dictadura de los mercaderes" y un "pensamiento único" que a su juicio terminó calando para convencernos de la muerte de las alternativas ideológicas: "Pero no", afirma, "por supuesto que hay políticas de derecha y de izquierda. Como hay posturas que defienden la competitividad y otras que defienden la fraternidad".

En su opinión, una de las soluciones pasa por acabar con la lucha social "fragmentaria" ("los médicos por su lado, los maestros por el suyo", etc.): que "toda esa marea converja en un frente común, porque a todos nos debe importar lo de todos". "Oí al rey pedir solidaridad, comprensión... Se podía aplicar el cuento. Y tener cojones a salir ahí y decir: Señores banqueros, señores políticos, ya está bien de maltratar a la gente".

"No", asegura Joaquín, observando su taza vacía: "La verdad es que no tengo ninguna fe en la gente que manda".

lunes, 21 de enero de 2013

JUAN JOSÉ TAMAYO: "TODOS LOS GOBIERNOS HAN SIDO REHENES DE LA IGLESIA CATÓLICA

Visto en Redes Cristianas

Monseñor Setién y el filósofo Juan José Tamayo debatieron ayer en la Sala Tragaluz sobre la situación actual de la religión y plantearon su visión sobre la cuestión del laicismo. • Setién: “La reforma de la Iglesia debe ser para ayudar a plantear el problema del sentido de la vida, no para dar soluciones”. • Tamayo: “Las religiones se llevan muy mal con las mujeres”.

¿Tiene la Iglesia Católica en España privilegios o derechos reconocidos? ¿Hay diferencia entre un estado laico y aconfesional? ¿Debe adaptarse a los nuevos tiempos la jerarquía católica o asuntos como el celibato opcional son una utopía? ¿Qué opinan dos hombres críticos en el sentido más profundo de la palabra, como de hecho son Juan José Tamayo y José María Setién, sobre nombres como Franco o Benedicto XVI?

Muchas fueron las preguntas planteadas a última hora de la tarde del martes en una Sala Tragaluz del Buero Vallejo repleta con sus más de 150 personas sentadas, de pie y en butacas ausiliares. En medio de la escena, con una original puesta en escena, dos sofás en los que se sentaban el moderador y presidente de la Fundación Siglo Futuro, Juan Garrido, y los dos pensadores invitados para esta mesa redonda, monseñor Setién y el filósofo y teólogo Tamayo, habitual de este foro y siempre crítico con la jerarquía católica.

Durante dos horas, ambos emitieron sus juicios sobre diferentes aspectos relacionados con la relación entre el Estado y la Iglesia (motivo de la convocatoria), aunque también sobre otros asuntos tangenciales. Inicialmente dispusieron cada uno de un cuarto de hora para plantear la cuestión por la que fueron citados, en la parte más densa del acto, para luego dar paso a una suerte de entrevista a dos bandas y tímido debate entre invitados, que respondieron a las cuestiones, a veces incisivas, planteadas por Garrido.


¿Tiene privilegios la Iglesia Católica en España?

Fue esta última parte la que dejo algunas de las reflexiones más impactantes de la noche. “La Iglesia ha tenido privilegios y no sólo derechos con todos los gobiernos”, afirmó Tamayo, para quien todos los gobiernos de la etapa democrática actual “han sido un poco rehenes de la Iglesia. ¿Por qué? Que cada uno explique su razón”.

Su reflexión no fue compartida por su colega el obispo emérito de San Sebastián, para quien “seguir hablando de privilegio no tiene sentido” en la actualidad, aunque reconoce que sí los habría habido en el pasado, sobre todo durante la dictadura franquista. Para el sacedote, un privilegio supone “una concesión gratuita” y la Iglesia actualmente tendría más bien reconocidos ciertos derechos por parte del Estado, diferencia que basó en los acuerdos entre instituciones de 1953 (donde “Franco pagó los favores que recibía de la Iglesia”) y de los años setenta, todavía vigentes.

El presidente de Siglo Futuro moderó el debate. / Foto: R.M.
Una reflexión que fue rebatida por alguna voz del público, que centró el debate en los ‘privilegios’ relacionados con la financiación de la Iglesia y la enseñanza de doctrina católica en la escuela pública.

No fue el único asunto en el que hubo profundo debate, aunque sí el más interesante. Algunos titulares que dejó la charla por parte de Tamayo, siempre crítico con la jerarquía católica y conocido por sus simpatías con el cristianismo de base, la teología de la liberación y el análisis próximo a criterios marxistas, aseguró que “las religiones se llevan muy mal con las mujeres, excluídas de lo sagrado” y de la toma de decisiones. En cambio, “las mujeres son las que mejor responden” a las exigencias morales del Catolicismo, opinó.

En este mismo punto, su colega Setién negó que haya un antifeminismo generalizado por parte del Catolicismo y fue tajante: “En mi diócesis, no”. Otro asunto aparte fue su inclinación hacia el celibato opcional o la incorporación de la mujer al sacerdocio, incluso a pesar de la crisis de vocaciones. “Yo no me atrevo a ir contra la tradición”, dijo en referencia a que el apostolado habría sido confiado por Jesús sólo a hombres.

En este mismo capítulo, Tamayo considera que “la utopía en el Cristianismo es el reino de Dios y hay que construirlo en la historia”, por lo que considera que no hay nada inalcanzable para la iglesia en nuestros días y que las dificultades que lógicamente puedan surgir “son perfectamente asumibles”.

La iglesia, hoy

Otros asuntos polémicos fueron abordados sin demasiados prejuicios por parte de los invitados. Monseñor Setién, conocido por sus polémicas afirmaciones políticas en torno al conflicto vasco, aseguró que un sacerdote “puede y, prudentemente, debe interferir” en el debate de asuntos públicos, y puso su propio ejemplo: “Yo no podía callar y tenía que intervenir”.

El obispo emérito de San Sebastián protagonizó la anécdota de la noche, al no recordar quién es María San Gil, la dirigente vasca del PP con la que había tenido algún encontronado dialéctico. Se justificó con “la pérdida de memoria” a sus 85 años, aunque el moderador no acababa de saber si no sería una treta del religioso para sortear la pregunta.

Tampoco en otras se decantó. “Ni sí ni no” al ser preguntado por el celibato opcional, se excusó: “Tengo problemas de gestión de la Iglesia que hacen que estos otros no me afecten”.

Diferente visión tuvieron el sacerdote y el filósofo sobre las disputas entre la religión y la ciencia. Para Setién, hay una “razón fundamental”, y es que “no se puede apoyar la cultura de la eliminación de las personas”, contextualizada en una cuestión de valores de la modernidad, en que “hay un problema de respeto a la dignidad humana”.

Setién reivindicó que “la reforma de la Iglesia debe ser para ayudar a plantear los problemas donde están, no para dar soluciones” y que, en ese sentido, más que asuntos de modernizar la institución como los que suelen centrar el debate, habría que reflexionar directamente sobre “el sentido de la vida” y “cómo alegremente prescindimos de ese problema”.

Ya en el debate con el público, Tamayo rebatió a Setién asegurando que “en el terreno interno las libertades no son respetadas” y aludió a la censura intelectual, que el religioso pasó por alto, pese a que reconoció que “la Iglesia tiene que aceptar también la crítica”.

Laicismo

Y, a todo esto, ¿hay conflicto entre Iglesia, religión y Estado? La pregunta había convocado precisamente a los dos invitados y quedó en un segundo plano. Todos parecieron de acuerdo en que “el Estado es laico”, como dijo Setién, si bien afirmó que “el problema es el sentido que se le dé a la palabra”.

El debate fue más semántico que de fondo, y a clarificar conceptos aludieron ambos invitados, de forma mucho más extensa en su presentación Setién, quien quiso dejar clara su definición de Estado frente a “comunidad política” y de laicismo, para dejar claro que, a su juicio, “en la comunidad política hay iglesia”, pero el Estado es laico. “A partir de ahí las relaciones entre Iglesia y Estado serán duras y hay que andar con cuidado para no confundir”, sentenció, aludiendo al derecho individual a tener una confesión.

Mientras, Tamayo también habló del asunto al final del debate, cuando dio por buena la manifestación del Tribunal Constitucional admitiendo que no hay diferencia entre Estado aconfesional y laico, pese a que en la sesión quedó claro que el mayor problema de este segundo término deriva de las connotaciones negativas para la iglesia que tiene el laicismo como movimiento enemigo de las prácticas católicas, cuando en realidad el Estado laico, como dejó claro tamayo, supone el “marco” que permite la libertad verdadera de confesión.

Para llegar hasta allí, el doctor en Filosofía y doctor en Teología palentino, que considera que “la postura de las religiones deberían ser siempre el reconocimiento del Estado laico” por ofrecer libertad de culto y creencias, repasó los debates que a lo largo de los dos últimos siglos se han celebrado a la hora de abordar la cuestión en las constituciones de 1812 (liberal, pero que admitía el carácter católico de España), de 1874 (que no se promulgó, pero aseguraba que el Estado no tenía religión oficial), de la II República en 1931 (con la referencia al presidente Azaña y a que “España dejaba de ser católica, lo que no quiere decir que los españoles dejasen de ser creyentes”) y, por último, la carta magna en vigor, que resuelve la cuestión “de manera contradictoria”, al asegurar en un artículo que no hay religión de carácter oficial y, en cambio, ofrecer un “reconocimiento explícito” al Catolicismo instando al Estado a cooperar… ¿Un privilegio? Como se ve, el debate fue redondo.

Presencia institucional
El acto de anoche reunió a numeroso público, con una notable presencia política entre las butacas, encabezada por la concejala de Cultura, Isabel Nogueroles. El presidente de la Fundación Siglo Futuro, Juan Garrido, informó a los asistentes de la firma de un convenio con el Ayuntamiento de Guadalajara para renovar su apoyo con este foro de difusión de la cultura.



viernes, 18 de enero de 2013

GUERRA EN MALI - el uranio, el oro y las materias primas

Uranio. oro y grandes inversiones mineras, para mantener la colonización en África de las potencias occidentales, con el protagonismo de Francia en esta zona.

Luis Antúnez, en Solidaridad.net

Para empezar, resulta incorrecto hablar sobre los llamados grupo insurgentes o rebeldes en el norte del país, como un grupo homogéneo. Hay distintos grupos e intereses. Entre los grupos armados que luchan por el control de la región están los tuareg (del Movimiento Nacional por la Liberación del Azawad (MNLA), los islamistas radicales (como el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (Mujao, por sus siglas en francés) y Ansar Dine “los defensores de la fe”, y otros grupos vinculados a Al Qaeda.

Aclarar en primer lugar que los tuareg no son simplemente una tribu nómada, entre ellos hay hasta 6.000 personas que lucharon en Libia apoyando al coronel Muammar Al Gaddafi en 2011 durante la intervención militar occidental en ese país.

El ala dura de los clanes tuareg, tradicionalmente hostiles al poder de Bamako (Capital de Malí), se vio irresistiblemente tentada de aprovechar un cúmulo de circunstancias excepcionalmente favorables: armas en abundancia, un ejército maliense desunido cuyos oficiales eran considerados corruptos e ineficaces por su propia tropa y un ambiente de fin de reinado de un Touré (ex-presidente) utilizado y muy criticado por las potencias occidentales, que le reprochaban cada vez más haber tolerado la presencia de terroristas de AQMI (Al Qaeda Magreg Islámico) en su territorio.

El conflicto en Malí de hecho es una continuación, y consecuencia, de los acontecimientos libios, para que la zona sea controlada por occidente (OTAN), siendo Francia el principal protagonista con el permiso de EEUU, en su tradicional zona colonial.

Un hecho de suma importancia que no se nombra en los informativos es que en las zonas tuareg de Mali, Níger y Libia existen importantes reservas de uranio.

En el norte de Níger, país vecino de Malí, en la zona limítrofe, transnacionales francesas operan en dos grandes minas de uranio (Arlit y Akouta) situadas a los alrededores de la ciudad industrial de Arlit, situada en la región de Agadez.

Los yacimientos estratégicos de uranio en Malí son un elemento importante en el conflicto y explican en parte el interés de las fuerzas occidentales en la región. Mali es, además, una de las escasas reservas de uranio del mundo, explotadas por las compañías francesas fundamentalmente.

En los años setenta tuvieron lugar a las grandes excavaciones a cielo abierto, impulsoras del desarrollo urbanístico en torno a la ciudad de Arlit y la construcción de un corredor con el puerto de Cotonou, en Benin, conocido como la autopista del uranio.

Una explotación clave se llama Imouraren, el segundo mayor yacimiento del mundo. Aunque se descubrió en 1966, el comienzo de su explotación está previsto para los próximos años. Según las primeras estimaciones, produciría 5.000 toneladas anuales, cuando hasta el final de 2010 la transnacional piensa obtener 4.000 de las dos minas que ahora se mantienen operativas en la zona. La inversión inicial de esta mina es de más de 1,2 millones de euros.

En Malí el 85% de su población vive por debajo del umbral de una pobreza que les deja sin vida antes de los 48 años, a pesar de ser el tercer productor de oro del continente —después de Sudáfrica y Ghana—, que es controlado por el gigante británico Gold Fields.

A veces es difícil diferenciar entre los diferentes intereses que se mueven en el conflicto pero se pueden numerar entre:

Los terroristas de AQMI, los yihadistas que quieren instaurar un Estado islámico en el norte de Malí, los magnates del crimen organizado que buscan perpetuar el tráfico de estupefacientes en la franja del Sahel y en el Sahara, los líderes tuareg que persiguen defender los intereses de su comunidad ante el aparato político maliense, aquellos convencidos del objetivo independentista y, por fin, los actores coloniales movidos más que nada por la ambición de controlar una parte del norte, cuyo subsuelo esconde prometedoras reservas de petróleo y minerales (uranio y oro).

Añadamos a esto la preocupación de los EEUU por si los rebeldes establecen su control sobre los yacimientos, comenzarán a buscar maneras de vender uranio, en primer lugar a Irán. Esa evolución de la situación no le gustaría a EEUU ni a sus socios de la OTAN.

Nota: El precio del uranio ha subido en 2012 un 19 %




jueves, 17 de enero de 2013

"LA REFORMA DE WERT ES UN RETROCESO SOBRE LO CONSEGUIDO"

Pilar Álvarez entrevista a Federico Mayor Zaragoza, en El País

Federico Mayor Zaragoza (Barcelona, 1934) considera que su obligación es no callarse. Encabeza una nueva plataforma Stop Ley Wert, promovida desde asociaciones de profesores y universitarios contra la reforma educativa que impulsa el Gobierno (LOMCE). El colectivo, presentado en diciembre, pide la retirada del proyecto, que consideran “un atentado” contra el modelo público. Como exdirector de la Unesco, Zaragoza prefiere la Declaración Universal de los Derechos Humanos a evaluaciones como el informe PISA. Como doctor y catedrático, recomienda escuchar más a los profesores y menos a los políticos. Es catalán y cree que el debate lingüístico no tendría que haberse removido. Deja sus creencias al margen y defiende que la religión salga de las escuelas.

Pregunta. ¿Por qué está en contra de la ley Wert?

Respuesta. Es mi obligación como español que ha tenido la posibilidad de ser profesor, rector, ministro y director de la Unesco. Cuando un ciudadano cree que el Gobierno necesita un gran acuerdo en algunas iniciativas, no puede permanecer de espectador. A nadie le debe extrañar que una persona con responsabilidades educativas a escala mundial vea también problemas en su país.

P. ¿Qué riesgos ve en la reforma?

R. Anuncia una serie de aspectos que son sinceramente un retroceso sobre lo logrado: la segregación escolar, la religión como asignatura… Conste que soy creyente, pero la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que los niños deben estudiar las creencias e ideologías que sus padres decidan hasta su emancipación sin que estén obligatoriamente impuestas por el sistema escolar. La religión no debe ser una disciplina. Y no me parece bien que se sustituya Educación para la Ciudadanía por otra asignatura y que la alternativa a la religión sean los valores, porque los que estudian religión no estudian valores.

P. El ministerio también quiere un sistema de evaluación nacional.

R. No me convence en absoluto. Puedes evaluar a un niño y puede saber muchas matemáticas, pero ser un maleducado. Una cosa es saber inglés o matemáticas, eso que tanto preocupa por los resultados en los informes PISA, que son informes de instituciones económicas, como la OCDE, que no tienen nada que ver con una institución estrictamente pedagógica. La Unesco dice que educar es contribuir a la formación de personas libres y responsables, mire qué maravilla. Educado es el que actúa por sí mismo, en función de sus propias reflexiones, el que puede expresarse libremente. Cuando veo que el presidente Rajoy habla del informe de la OCDE… Hábleme usted de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.

P. ¿Por qué cree que en España nunca se ha alcanzado un pacto educativo?

R. Porque no se considera un tema externo a los partidos políticos. Esa es otra de las razones por las que estoy en esta iniciativa. Como científico no puedo aceptar que me digan que la ciencia es de izquierdas o de derechas; la geometría política no cabe.

P. Pero ocurre.

R. Educación, salud y ciencia deberían quedar fuera de los partidos políticos.

P. ¿Cómo?

R. Ángel Gabilondo [exresponsable de Educación con el Gobierno del PSOE] fue un gran ministro. Intentó el pacto y no lo consiguió porque tenía una oposición muy fuerte. Ahora es igual, pero al revés. El Gobierno es fuerte.

P. El ministro Wert presume de llamar al pacto desde que llegó.

R. Una cosa es llamar y otra reunirse y cerrar un pacto. ¿Sabe quién conoce la educación? Los educadores, los maestros, los profesores. Se les debería consultar a ellos, a quienes llevan 25 o 30 años dedicándose a la enseñanza y dejarnos de informes PISA y no sé qué.

P. Su plataforma considera que la reforma atenta contra la profesionalidad del profesor.

R. Es así si se aprueba una ley sin acuerdo unánime de un profesorado de distintos grados. Atenta contra la profesionalidad porque viene impuesta por una mayoría absoluta parlamentaria. Objeto a que se aprueben leyes rodillo en democracia en materias tan importantes como la educación. Eso no es bueno para un país.

P. El PP defiende que no necesariamente hay relación entre la inversión y la mejora de resultados. ¿Cree que el sistema va a notar el recorte de 6.300 millones en tres años?

R. Claro. En educación pasará como en la ciencia, los recortes se van a notar. Y lo que hay que explicar a los ciudadanos es por qué hay un banco que recibe 20.000 millones de euros por un agujero enorme sin que aparezcan los responsables, mientras se recorta en el sector público.

P. ¿Ha hablado usted con el ministro Wert?

R. No. Yo estoy en esto solo en calidad de persona que conoce el tema y pido al ministro que haya diálogo. No he hablado con él, pero él tampoco me ha llamado para preguntarme. Soy un hombre con mucho que hacer.

P. En España, las tasas de abandono escolar doblan a las de Europa. ¿Cómo frenarlo?

R. Eso está perfectamente establecido. Se sabe que hay niños con más dificultades para una disciplina y otros que tienen menos capacidad para el aprendizaje. No se puede hablar en términos generales de abandono cuando no se establecen expectativas y previsiones. En España hubo una desbandada durante la burbuja inmobiliaria porque encontraban rápidamente una forma de ganarse la vida. El sistema exige una serie de aprendizajes que no son relevantes. Está muy bien aprender inglés, pero primero habrá que conocer las magníficas lenguas que tenemos en el país. Y se debería mirar a los padres más que a los maestros. Los padres son los grandes responsables. ¿Cuántos van a las reuniones de las asociaciones de padres o con los profesores?

P. ¿Cuál es su opinión sobre el debate lingüístico?

R. Me parece absolutamente innecesario. Soy catalán ejerciente y creo que el sistema estaba yendo muy bien. Los mayores no deberíamos juzgar la capacidad de aprender lenguas de los niños, que las asumen como respiran.



miércoles, 16 de enero de 2013

UN GESTO POCO RELIGIOSO

José Antonio Pagola 

"Había una boda en Galilea". Así comienza este relato en el que se nos dice algo inesperado y sorprendente. La primera intervención pública de Jesús, el Enviado de Dios, no tiene nada de religioso. No acontece en un lugar sagrado. Jesús inaugura su actividad profética "salvando" una fiesta de bodas que podía haber terminado muy mal. En aquellas aldeas pobres de Galilea, la fiesta de las bodas era la más apreciada por todos. Durante varios días, familiares y amigos acompañaban a los novios comiendo y bebiendo con ellos, bailando danzas festivas y cantando canciones de amor.

El evangelio de Juan nos dice que fue en medio de una de estas bodas donde Jesús hizo su "primer signo", el signo que nos ofrece la clave para entender toda su actuación y el sentido profundo de su misión salvadora.

El evangelista Juan no habla de "milagros". A los gestos sorprendentes que realiza Jesús los llama siempre "signos". No quiere que sus lectores se queden en lo que puede haber de prodigioso en su actuación. Nos invita a que descubramos su significado más profundo. Para ello nos ofrece algunas pistas de carácter simbólico. Veamos solo una.

La madre de Jesús, atenta a los detalles de la fiesta, se da cuente de que "no les queda vino" y se lo indica a su hijo. Tal vez los novios, de condición humilde, se han visto desbordados por los invitados. María está preocupada. La fiesta está en peligro. ¿Cómo puede terminar una boda sin vino? Ella confía en Jesús.

Entre los campesinos de Galilea el vino era un símbolo muy conocido de la alegría y del amor. Lo sabían todos. Si en la vida falta la alegría y falta el amor, ¿en qué puede terminar la convivencia? María no se equivoca. Jesús interviene para salvar la fiesta proporcionando vino abundante y de excelente calidad.

Este gesto de Jesús nos ayuda a captar la orientación de su vida entera y el contenido fundamental de su proyecto del reino de Dios. Mientras los dirigentes religiosos y los maestros de la ley se preocupan de la religión, Jesús se dedica a hacer más humana y llevadera la vida de la gente.

Los evangelios presentan a Jesús concentrado, no en la religión sino en la vida. No es solo para personas religiosas y piadosas. Es también para quienes se han quedado decepcionados por la religión, pero sienten necesidad de vivir de manera más digna y dichosa. ¿Por qué? Porque Jesús contagia fe en un Dios en el que se puede confiar y con el que se puede vivir con alegría, y porque atrae hacia una vida más generosa, movida por un amor solidario.



lunes, 14 de enero de 2013

JESÚS TOMA CONCIENCIA DE SÍ MISMO

Fray Marcos, en 'Fe Adulta' 

CONTEXTO

Comenzamos hoy el "tiempo ordinario". El bautismo de Jesús, es el primer acontecimiento que podemos garantizar como histórico. Es además, el más significativo desde su nacimiento hasta su muerte. Lo importante no es el hecho en sí, sino la carga simbólica que los relatos encierran.

El bautismo y las tentaciones hablan de la profunda transformación que produjo en él una experiencia que se pudo prolongar durante mucho tiempo. En ellos se nos invita a tomar conciencia de cómo vivió él esa experiencia de Dios. Jesús descubrió lo que Dios era para él y lo que tenía que ser él para los demás. Por tanto, descubrió el sentido de su vida y la misión que debía realizar de parte de Dios.

Los cuatro evangelistas resaltan, a su vez, la importancia que tuvo para Jesús y el descubrimiento de su misión, el encuentro con Juan el Bautista; a pesar de que es un reconoci¬miento de cierta dependencia de Jesús con relación a Juan. Si a pesar de que se podía interpretar como una subordinación a Juan, lo han narrado todos los evangelistas, quiere decir que tiene unas posibilidades muy grandes de ser histórico. Es más, sería el primer dato histórico que nos ha llegado de la vida de Jesús.

Celebramos hoy el verdadero nacimiento de Jesús. Él mismo nos dijo que el nacimiento del agua y del Espíritu, era lo importante. Si seguimos celebrando con mayor énfasis el nacimiento carnal, es que no hemos entendido en su justa medida el mensaje evangélico.

Nuestra religión sigue empeñada en que busquemos a Dios donde no está. Dios no está en lo material, en lo biológico, en los acontecimientos que podemos percibir por los sentidos. Dios está en lo hondo del ser y allí tenemos que descubrirlo. El bautismo de Jesús tiene un hondo calado en todos los evangelios, precisamente porque el relato nos lanza más allá de lo sensible. Recordemos que Marcos y Juan comienzan su evangelio con el bautismo.

EXPLICACIÓN

El relato de Lucas no da ninguna importancia al hecho concreto del bautismo. Se centra en los símbolos: Cielo abierto, bajada del Espíritu y voz del Padre. Imágenes que en el AT están relacionadas con el Mesías. Se trata de una teofanía. Según aquella mentalidad, Dios está en los cielos y tiene que venir de allí. Abrirse los cielos es señal de la cercanía de Dios a los hombres. Esa venida tiene que ser descrita de una manera visible, para poder ser percibida.

Por lo tanto, lo importante no es lo que sucedió fuera, si no lo que vivió Jesús dentro de sí mismo. El evangelio de Juan ni siquiera narra el bautismo, lo da por supuesto y habla directamente de la presencia del Espíritu en Jesús.

El gran protagonista de la liturgia de hoy es el Espíritu. En las tres lecturas se hace referencia directa a él. En el NT el Espíritu es entendido a través de Jesús; y a la vez, Jesús es entendido a través del Espíritu. Esto indica hasta qué punto se consideran mutuamente implicados. Comprenderemos esto mejor si damos un repaso a la relación de Jesús con el Espíritu en los evangelios, aunque no en todos los lugares podemos estar seguros de que la palabra "espíritu" se refieren a la misma realidad.

Marcos:

1,10 Vio rasgarse los cielos y al Espíritu descender sobre él.
1,12 El Espíritu lo impulsó hacia el desierto.

Mateo:

1,18 Resultó que (María) había concebido por obra del Espíritu Santo.
1,20 El ángel a José: no temas, el hijo que espera, viene del Espíritu Santo.
3,16 Se abrieron los cielos y vio el Espíritu de Dios que bajaba como paloma.

Lucas:

1,35 El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con...
3,22 El Espíritu Santo bajó sobre él en forma corporal como una paloma.
4,1 Jesús salió del Jordán lleno del Espíritu Santo.
4,14 Jesús, lleno de la fuerza del Espíritu, regresó a galilea.
4,18 El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido.

Juan:

1,32 Yo he visto que el Espíritu bajaba del cielo y permanecía sobre él.
1,33 Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu, es quien bautiza con E. S. y fuego.
3,5 Nadie puede entrar en el reino, si no nace del agua y del Espíritu.
6,63 El Espíritu es el que da vida, la carne no sirve de nada.

Está claro que la figura de Jesús no podría entenderse si no fuera por la "acción" del Espíritu. Seguir entendiendo esa acción del Espíritu referida a su procedencia biológica es desbaratar el sentido de las Escrituras. Recordemos lo que dice el mismo Jesús a Nicodemo: "Hay que nacer de nuevo" y "Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es Espíritu".

¡Claro que Jesús es inconcebible sin la acción del Espíritu! Recordemos sin embargo, que cuando hablamos del Espíritu, estamos hablando del mismo Dios como energía, como vida; es lo que significaba espíritu en el AT. También hay que recordar que estamos hablando de la experiencia de Jesús como ser humano, no de la segunda o de la tercera persona de la Trinidad.

Lo que de verdad nos debe importar a nosotros es el descubrimiento de la relación de Dios para con él como ser humano, y la respuesta que el hombre Jesús dio a esa toma de conciencia. Lo singular de esa relación es la respuesta de Jesús a esa presencia de Dios-Espíritu en él.

En contra de lo que siempre se nos ha dicho, el bautismo no es la prueba de la divinidad de Jesús, sino la prueba de una verdadera humanidad. Un ser humano que acepta sus limitaciones y ora.

En el discurso de Juan en la última cena, Jesús hace constantes referencias al Espíritu que les enviará, pero también les dice que no les dejará huérfanos, que volverá. Sin duda esas dos expresiones hacen referencia a la misma realidad. De la misma manera que también dice que el Padre y él vendrán y harán morada en aquel que le ama. Jesús se siente identificado con Dios, que es Espíritu.

Aunque no tenemos datos suficientes para poder adentrarnos en la psicología de Jesús, los evangelios no dejan ninguna duda sobre la relación de Jesús con Dios. Fue una relación personal. Se atreve a llamarle Abba, (papá) cosa inusitada en su época y aún en la nuestra. Hace su voluntad: Le escucha siempre, etc.

Todo el mensaje de Jesús se reduce a manifestar su experiencia de Dios como Espíritu. El único objetivo de su predica¬ción fue que también nosotros lleguemos a esa misma experiencia.

La comunicación de Jesús con su "Abba", no fue a través de los sentidos ni a través de un órgano especial y portentoso. Se comunicaba con Dios como nos podemos comunicar cualquiera de nosotros. Ningún hilo telefónico especial. Tenemos que descartar cualquier privilegio en este sentido.

A través de la oración, de la contemplación el Hombre Jesús descubrió quién era Dios para él. Lucas nos acaba de decir, que esa manifestación de Dios en Jesús, se produjo "mientras oraba".

El descubrimiento de esa presencia nace sencillamente de su concien¬cia de criatura. Dios como creador está en la base de todo ser creado, constituyéndolo en ser. Yo soy yo porque soy de Dios. Todo lo que tengo de positivo me lo está comunicando Dios; es el mismo ser de Dios en mí. Solo una cosa me diferencia de Dios; mis limitaciones. Esas, sí son mías y hacen que yo no sea Dios, ni criatura alguna pueda identificarse con Dios.

Lo importante para nosotros es intentar descubrir lo que pasó en el interior de Jesús y ver hasta que punto podemos nosotros aproximarnos a esa misma experiencia.

La experiencia de Dios que tuvo Jesús no fue un chispazo que sucedió en un instante. Más bien tenemos que pensar en una toma de conciencia progresiva que le fue acercando a lo que después intentó transmitir a los discípulos.

Los evangelios no dejan lugar a duda sobre la dificultad que tuvieron los primeros seguidores de Jesús para entender esto. Eran todos judíos y la religiosidad judía estaba basada en la Ley y el templo, es decir, en una relación puramente externa con Dios. Para nosotros esto es muy importante. Una toma de conciencia de nuestro verdadero ser no puede producirse de la noche a la mañana.


jueves, 10 de enero de 2013

INICIAR LA REACCIÓN - el Bautismo del Señor

José Antonio Pagola, en Eclesalia

El Bautista no permite que la gente lo confunda con el Mesías. Conoce sus límites y los reconoce. Hay alguien más fuerte y decisivo que él. El único al que el pueblo ha de acoger. La razón es clara. El Bautista les ofrece un bautismo de agua. Solo Jesús, el Mesías, los "bautizará con el Espíritu Santo y con fuego".

A juicio de no pocos observadores, el mayor problema de la Iglesia es hoy "la mediocridad espiritual". La Iglesia no posee el vigor espiritual que necesita para enfrentarse a los retos del momento actual. Cada vez es más patente. Necesitamos ser bautizados por Jesús con su fuego y su Espíritu.

Estos últimos años ha ido creciendo la desconfianza en la fuerza del Espíritu, y el miedo a todo lo que pueda llevarnos a una renovación. Se insiste mucho en la continuidad para conservar el pasado, pero no nos preocupamos de escuchar las llamadas del Espíritu para preparar el futuro. Poco a poco nos estamos quedando ciegos para leer los "signos de los tiempos".

Se da primacía a certezas y creencias para robustecer la fe y lograr una mayor cohesión eclesial frente a la sociedad moderna, pero con frecuencia no se cultiva la adhesión viva a Jesús. ¿Se nos ha olvidado que él es más fuerte que todos nosotros? La doctrina religiosa, expuesta casi siempre con categoría premodernas, no toca los corazones ni convierte nuestras vidas.

Abandonado el aliento renovador del Concilio, se ha ido apagando la alegría en sectores importantes del pueblo cristiano, para dar paso a la resignación. De manera callada pero palpable va creciendo el desafecto y la separación entre la institución eclesial y no pocos creyentes.

Es urgente crear cuanto antes un clima más amable y cordial. Cualquiera no podrá despertar en el pueblo sencillo la ilusión perdida. Necesitamos volver a las raíces de nuestra fe. Ponernos en contacto con el Evangelio. Alimentarnos de las palabras de Jesús que son "espíritu y vida".

Dentro de unos años, nuestras comunidades cristianas serán muy pequeñas. En muchas parroquias no habrá ya presbíteros de forma permanente. Qué importante es cuidar desde ahora un núcleo de creyentes en torno al Evangelio. Ellos mantendrán vivo el Espíritu de Jesús entre nosotros. Todo será más humilde, pero también más evangélico.

A nosotros se nos pide iniciar ya la reacción. Lo mejor que podemos dejar en herencia a las futuras generaciones es un amor nuevo a Jesús y una fe más centrada en su persona y su proyecto. Lo demás es más secundario. Si viven desde el Espíritu de Jesús, encontrarán caminos nuevos. 



miércoles, 9 de enero de 2013

ACTITUDES FRENTE A LA CRISIS ACTUAL

Leonardo Boff

Nadie puede quedar indiferente frente a la crisis actual. Urge una decisión y encontrar una salida liberadora. Aquí presentamos varias actitudes para ver cuál de ellas es la más adecuada a fin de evitar engañarse.

La primera es la de los catastrofistas: la fuga hacia el fondo. Estos enfatizan el lado de caos que encierra toda crisis. Ven la crisis como catástrofe, descomposición y fin del orden vigente. Para ellos la crisis es algo anormal que debemos evitar a toda costa. Sólo aceptan ciertos ajustes y cambios dentro de la misma estructura. Pero lo hacen con tantos peros que recortan cualquier irrupción innovadora.

Contra estos catastrofistas ya decía el buen papa Juan XXIII, refiriéndose a la Iglesia, pero es aplicable a cualquier campo: «La vida concreta no es una colección de antigüedades. No se trata de visitar un museo o una academia del pasado. Se vive para progresar, si bien sacando provecho de las experiencias del pasado, pero para ir siempre más lejos».

La crisis generalizada no tiene que ser una caída hacia el abismo. Es válido lo que escribió un suizo que ama mucho a Brasil, el filósofo y pedagogo Pierre Furter: «Caracterizar la crisis como señal de un colapso universal, es una manera sutil y pérfida de impedir los cambios por parte de los poderosos y de los privilegiados, desvalorizándolos de antemano».

La segunda actitud es la de los conservadores: la fuga hacia atrás. Estos se orientan por el pasado, mirando por el retrovisor. En vez de aprovechar las fuerzas contenidas en la crisis actual, huyen hacia el pasado y buscan viejas soluciones para problemas nuevos. Por eso son arcaizantes e ineficaces.

Gran parte de las instituciones políticas y de los organismos económicos mundiales como el FMI, el Banco Mundial, la OMC, el G-20, pero también la mayoría de las Iglesias y de las religiones buscan dar solución a los graves problemas mundiales con las mismas concepciones. Favorecen la inercia y frenan soluciones innovadoras.

Dejando las cosas como están, éstas nos llevarán fatalmente al fracaso, a una crisis ecológica y humanitaria inimaginable. Como las fórmulas pasadas agotaron su fuerza de convencimiento y de innovación, acabarán transformando la crisis en una tragedia.

La tercera actitud es a de los utópicos: fuga hacia delante. Estos piensan resolver la situación-de-crisis huyendo hacia el futuro. Se sitúan dentro del mismo horizonte que los conservadores solo que en dirección contraria. Por eso, pueden llegar fácilmente a acuerdos con ellos.

Generalmente son voluntaristas y se olvidan de que en la historia solo se hacen las revoluciones que se hacen. El último slogan no es un pensamiento nuevo. Los críticos más audaces pueden ser también los más estériles. No es raro que la audacia contestataria no pase de ser una evasión para no enfrentarse a la dura realidad.

Circulan actualmente utopías futuristas de todo tipo, muchas de carácter esotérico como las que hablan de la alineación de energías cósmicas que están afectando a nuestras mentes. Otros proyectan utopías fundadas en el sueño de que la biotecnología y la nanotecnología podrán resolver todos los problemas y hacer inmortal la vida humana.

Una cuarta actitud es la de los escapistas: huyen hacia dentro. Se dan cuenta del oscurecimiento del horizonte y del conjunto de las convicciones fundamentales, pero hacen oídos sordos a la alarma ecológica y a los gritos de los oprimidos. Evitan la confrontación, prefieren no saber, no oír, no leer y no cuestionarse. Estas personas ya no quieren convivir. Prefieren la soledad del individuo pero generalmente conectado a internet y a las redes sociales.

Finalmente, hay una quinta actitud: la de los responsables: hacen frente al aquí y al ahora. Son los que elaboran una respuesta, por eso los llamo responsables. No temen, ni huyen, ni se evaden, sino que asumen el riesgo de abrir caminos. Buscan fortalecer las fuerzas positivas contenidas en la crisis y formulan respuestas a los problemas. No rechazan el pasado por ser pasado. Aprenden de él como un repositorio de grandes experiencias que no deben ser desperdiciadas, pero sin eximirse de hacer sus propias experiencias.

Los responsables se definen por un a favor y no simplemente por un contra. Tampoco se pierden en polémicas estériles. Trabajan y se comprometen profundamente en la realización de un modelo que corresponda a las necesidades del tiempo, abierto a la crítica y a la autocrítica, dispuestos siempre a aprender.

Lo que más se exige hoy son políticos, líderes, grupos, personas que se sientan responsables y fuercen el paso del tiempo viejo al nuevo tiempo.


martes, 8 de enero de 2013

MARÍA Y JOSÉ HICIERON AL NIÑO QUE EL ESPÍRITU LES DIÓ

Juan Masiá, teólogo, en Redes Cristianas 

Sueño de Benedicto con Gabriel: sacra familiaridad
Paz a quienes adoran con amor infante, esperanza adolescente y fe adulta
Nacer de María y José, y por obra de Espíritu Santo, no niega al Hijo que muestra el rostro encarnado de Abba, el Dios Padre y Madre

Quebraba Benedicto el sueño, dando unas cabezaditas durante el telediario de sobremesa, en el día de la Sacra Familia…. Una pálida luz azulada difuminaba la sala cuando se dibujó en el ambiente onírico la figura del arcángel Gabriel.

-Alégrate, Benedicto, el Señor también está contigo.

-Agradable sorpresa, Gabriel. Llegas en un buen momento. Necesito que me eches una mano para acabar de redactar el capítulo de la Anunciación.

-Bien, ya sabes, maestro, haz hermenéutica, que algo queda.

-Sí, ya he explicado que los peregrinos de la estrella ni eran tres, ni eran reyes, ni eran magos, que la mula entra en escena por alusión a Isaías; que hay música de salmos de liberación para armonizar el magnifcat del abrazo entre las dos primas embarazadas, telón de fondo de Emmanuel para los nacimientos y gloria en el mutis de los pastores. Ah, y que traduzcan bien lo de la eu-dokía: paz a hombres y mujeres, que por algo son todos y todas objeto de la buena voluntad del Altísimo, que por algo los quiere a todos y a todas la eu-dokía y benevolencia del Señor.

-¿Qué más quieres, Benedicto? Tú tienes muchas tablas para clases magistrales. Tu libro será un best seller. ¿Qué te voy añadir yo?

-Pues justo lo que te decía: el tema de lo vuestro, quiero decir, lo tuyo con María y José cuando irrumpe el Espíritu.

-Escribe bien ese capítulo. Cuando lo pongan en teleserie, la máxima audiencia será para la aparición de Gabriel, susto para la niña: una estéril embarazada y una virgen concibiendo; sendos mensajeros tranquilizan en sueños al esposo de una y al novio de la otra, que el Altísimo, al fin al cabo, bendice a quienes se aman en tiempos revueltos…

-Pero es muy delicado aclarar eso. Ahí sí que no me atrevo como con la mula y el buey…

-Tú, buen teólogo, puedes hacerlo. Aclara lo esencial.

- Sí, eso ya lo he escrito. Mateo y Lucas saben lo que hacen: narrativa de promesa, identidad y vocación con mensaje salvífico. Francisco lo popularizó en los belenes: Paz a quienes adoran con amor infante, esperanza adolescente y fe adulta. Yo les repito el mensaje en el Año de la Fe, medio siglo después de Juan XXIII, el Bueno. Que entiendan bien el mensaje de paz en la tierra por la Encarnación de la Palabra de Gracia. Y que vean, como veía el Papa Juan, la clave del misterio en el rostro de cada bebé, que viene al mundo por la unión amorosa de sus progenitores y por obra y gracia de Espíritu de Vida.

-Perfecto, Benedicto.

-Ya, pero no basta, porque van a preguntar por la concepción y… si les digo, como hay que decir, que la estrella de Oriente no es tema de astronomía, ni la concepción mesiánica es cuestión de biología, lo van a entender mal. Si me descuido, me denuncian a la Inquisición.

-De ningún modo. Llámame a mí por testigo, yo velaba en el umbral mientras María y José dormían su primera noche. Irrumpió el Espíritu Santo. María y José hicieron al niño que el Espíritu les dió. El Espíritu les dió el niño que hicieron ellos.

-Ya lo sé, Gabriel, ya lo sé. Pero el pueblo, falto de catequesis adulta, no lo va a entender. Mira la que se armó cuando dije lo del buey y la mula; van a pensar que lo de Mateo y Lucas es cuento de hadas y que no es propio de mí desmitificar tu Anunciación. Tengo que decirles claramente que esas narraciones no son mito, sino historia.

-Entonces te criticarán tus colegas de teología, que defienden la verdad mitopoética.

-Pero si te desmitifico, Gabriel, el pueblo creyente sencillo se desconcertará.

-Y si no lo haces, no pasarán a fe adulta y se quedarán creyendo al pie de la letra, como cuando decían que a los bebés los trae de París una cigüeña.

-Calla, Gabriel, calla, por Dios, no mientes a “Cigoñas y cigoñinos”, que trae mala suerte a Religión Digital.

-Entonces díselo con palabras de magisterio papal, que eso tranquiliza mucho a los fundamentalistas. Cítales a tu mentor y predecesor: Juan Pablo II, el Firme, acuñó una de las mejores fórmulas para hablar de Anunciación y Concepción virginal. Dice al comienzo de la encíclica Evangelium vitae que “la Navidad manifiesta el sentido profundo de todo nacimiento humano”. Es decir, que si virginidad es culmen de receptividad y donación mutua, María y José no pierden la virginidad al unirse para procrear, sino que se hacen vírgenes al unirse para hacerse padre y madre del fruto de su amor. Hay que ser poeta, como Lucas y Mateo, para plasmar tan bellamente en sus evangelios el misterio: la encarnación de lo divino en lo humano se consuma cuando una mujer y un varón se dan y reciben por completo convirtiéndose en vírgenes por hacerse engendradores de vida.

* * *

A Benedicto se le cayó de las manos el libro entreabierto y así se despertó. El libro era del filósofo Paul Ricoeur, que hablaba de verdad e identidad narrativa. Los sofistas, decía el filósofo francés, usan metáfora y mito para persuadir de la mentira; los retóricos usan metáforas y mitos para adornar la argumentación. En cambio, la poética dice la verdad por medio de la narración.

Las narraciones evangélicas ni son crónica histórica, ni cuento de hadas. Ni verdad histórica literal, ni mera ficción para entretener, sino verdad profunda por medio de ficción poética. Toda criatura humana nace de sus progenitores y, a la vez, por obra de Espíritu de Vida. Nacer de María y José, y por obra de Espíritu Santo, no niega al Hijo que muestra el rostro encarnado de Abba, el Dios Padre y Madre.

Sonó un estrépito de cristales rotos. Una cigüeña, que voló desde los Madriles, picoteaba enfadada la ventana del aposento papal y saltaban añicos sobre la plaza de san Pedro…

Juan Masiá acaba de publicar “Cuidar la vida” (RD-Herder)

LA FIESTA DE LO HUMANO

José Ignacio González Faus sj 

A Anna, a quien la sola pregunta: “¿y si fuese verdad que Dios se ha hecho hombre?”…, le cambió la vida.

Más allá del ser cristiano o no, los días de Navidad siguen conservando un atractivo extraño que perdura incluso falsificado por un consumo irracional. Creo que es posible identificar ese atractivo si comprendemos que la Navidad (desde su origen como celebración del hacerse hombre de Dios) no es más que la fiesta de lo humano.

Todos intuimos más o menos vagamente que lo humano es una maravilla pero que necesita ser curada y potenciada. La Navidad es el anuncio de que la puerta hacia esa sanación y esa potenciación está abierta, aunque no lo parezca en este mundo inhumano.

Este mensaje se agudiza porque lo humano divinizado se concreta estos días en un niño. En el niño las relaciones humanas que nos constituyen no están todavía degradadas: podrá llorar por su miedos, sus dolores o su hambre que no sabe expresar; pero, en circunstancias “normales” que no sean las de los orfanatos chinos o las hambrunas africanas, al contacto con los demás tiende a nacerle la sonrisa, y sus ojos miran con una ingenuidad que ya no cabe en nosotros, como si estuvieran descubriendo que vivir puede ser maravilloso.

Nuestra expresión casi absurda -“el niño Dios”- transmite algo de eso: no puedo olvidar el comentario gráfico y bien humorado de una amiga sobre su hijos: “cuando son pequeños te los comerías a besos; cuando crecen… te arrepientes de no habértelos comido”. Esta puede ser la razón por la que, en Navidad, intentamos recuperar esas relaciones rotas volviendo a sentar las familias en torno a una mesa, aunque a veces ese gesto acaba dejando las relaciones peor de lo que estaban. Sin embargo, quizá volveremos a intentarlo en las próximas navidades.

Algo de esta redención de lo humano se expresa en los villancicos, cantos exclusivos de la Navidad y que no nos cansamos de repetir cada año. En todas las lenguas que conozco, los villancicos transmiten con sus letras un mundo que parece hecho de ingenuidad, armonía, don y humildad.

Ingenuidad que es (con expresión de P. Ricoeur) “una segunda ingenuidad”: los villancicos no ocultan el establo, ni el frío ni los animales junto a la cuna; pero se atreven a decir que “els angels canten a desdir, en la establia” o que ése que está “en un pobre pesebre” es el “chiquirritín queridito del alma”.

Esa posibilidad de una segunda ingenuidad proviene de que las navidades son la fiesta del don. Nosotros hemos falsificado la donación convirtiéndola en un intercambio que calcula si hemos dado más o recibido menos. Pero el villancico sólo sabe que el pobre pastor va “a llevar al portal requesón, manteca y vino”, o que al “noi de la mare” hay que darle “panses i figues i mel i mató”, porque la primera pregunta no es qué me traerá sino “que li darem” . Y aunque no tenga “más que un pobre zurrón”, el niño sonreirá igual.

A su vez, el don transforma la realidad en armonía: en el universo del don “los ángeles están cantando y el romero floreciendo”, y aunque haya que lavar y peinar, “los cabellos son de oro y el peine de plata fina”. Si hace frío y nieva (cosa muy improbable en el lugar del nacimiento de Jesús), la nieve servirá para hacer unas “navidades blancas” y una “noche de paz”. Todos estos rasgos de pintura “naiv” sugieren la armonía de lo humano como una novedad que hay que redescubrir: porque no está en el retrato normal de nuestra realidad, que es ese desgarre entre “la vida en sí”, tan bella; y “esta vida nuestra”, tan horrible.

Sólo una cosa hace posible ese don capaz de devolvernos una nueva ingenuidad y de transformar la realidad en armonía. Ese requisito es la humildad: en Belén se puede ver al mismo Dios “recién nacido”, por eso se nos invita a acudir allí para adorar esa humildad (“venite adoremus”), mientras los ángeles no paran de cantar “gloria, gloria” en una especie de fuga inacabable, con la esperanza de que “los hombres lo escucharán”. Porque sólo en esa adoración de la humildad (que no tiene nada que ver con la falta de autoestima sino que brota de la sobreabundancia del ser), sólo ahí será posible la “paz para los hombres”. Una paz que todavía no hemos conseguido porque la buscamos siempre como fruto de la victoria y no como fruto de la justicia.

Que hemos desfigurado la Navidad hasta hacerla irreconocible y anticristiana parece innegable. Pero también sigue latiendo hoy el atisbo de otras navidades posibles. Ojalá pues que, al menos los cristianos, al desearnos este año Feliz Navidad explicitemos que nos estamos deseando la dicha de una humanidad “sobria y solidaria”, donde todo lo que en la fiesta hay de sobreabundante, es compartido con decisión y serenidad.



sábado, 5 de enero de 2013

LA SUBVERSIÓN DE LOS EXTRANJEROS - Fiesta de la Epifanía del Señor



Leonardo Biolatto, en 'Palabra de Misión'

Pistas de exégesis (qué dice el texto)

La fiesta de hoy es llamada epifanía, que en griego significa manifestación. El término, en el uso literario griego, podía caber en dos ámbitos: el secular y el religioso. Para lo secular, designaba una llegada, una venida, o mejor dicho, un ingreso. Cuando una figura política importante (rey, emperador, embajador) ingresaba a una ciudad y se realizaba el acto solemne de la procesión, con pompa y lujos, ese evento era una epifanía. Digamos que se ponía de manifiesto la entrada de alguien de renombre. En el ámbito religioso, donde hallamos la otra acepción, sí podemos hablar de una manifestación divina, como un hecho sobrenatural, de origen celestial, que actuaba, generalmente, a favor de los seres humanos. Era epifanía el evento de la intervención divina que daba a conocer las obras particulares de los dioses para con los hombres. El cristianismo adoptó las dos acepciones para vincularlas a Jesús. 2Tim 1, 10 es un pasaje que habla de la “manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús”.

Dios encarnado es un ingreso y una manifestación en sí misma, es la entrada triunfal (paradójicamente, por la puerta de atrás de la historia) y la mano divina que socorre.

Como el significado de la epifanía es muy amplio para condensarlo en un solo acontecimiento o en una sola fecha, la Iglesia primitiva interpretó que tres eran las escenas evangélicas dignas de ser contempladas bajo el arco epifánico. Una de ellas es el relato de los magos de Oriente. La segunda escena es el bautismo de Jesús en el Jordán, que litúrgicamente se celebra el domingo posterior a la Fiesta de la Epifanía. Y la tercera escena es la que el Evangelio según Juan tiene al comienzo de su capítulo 2, las bodas de Caná, que en este Ciclo C se lee a continuación del domingo del bautismo del Señor.

El episodio de los magos de Oriente es un texto sedicioso, un contrapunto a los poderosos. El desarrollo de la escena demuestra que unos magos venidos de Oriente preguntan en Jerusalén (cuna capital del poder) dónde ha nacido el rey de los judíos. Herodes, actual rey judío, se sobresalta. Y no es para menos, pues unos extraños/extranjeros vienen a preguntar, en su cara, dónde está el que lo suplanta.

Mateo describe el sobresalto de Herodes con la palabra griega tarasso. El mismo término puede hallarse en Hch 17, 8, y el trasfondo de ambas escenas puede darnos una pauta. El capítulo 17 de Hechos de los Apóstoles comienza narrando la llegada de Pablo y su equipo misionero a Tesalónica (cf. Hch 17, 1); allí, Pablo predicó durante tres sábados y muchos adhirieron a la doctrina cristiana (cf. Hch 17, 2-4), pero los judíos se indignaron, reunieron una multitud tumultuosa y fueron a buscarlos para apresarlos. Como no encontraron al equipo paulino, se llevaron al dueño de la casa, Jasón, y a otros que andaban cerca (cf. Hch 17, 5-6a). Cuando los presentan frente a los magistrados de la ciudad (órgano de poder romano) para acusarlos, esgrimen lo siguiente: “Esos que han revolucionado el mundo se han presentado también aquí, y Jasón los ha hospedado. Además todos ellos actúan contra los decretos del César, pues afirman que hay otro rey, Jesús” (Hch 17, 6b-7). Al oír esto, el pueblo y los magistrados se alborotaron (tarasso).

¿Cuál es el motivo de ambos sobresaltos, entonces? Que hay otro rey. Los magos lo vienen buscando desde Oriente; en Tesalónica lo anuncian unos predicadores itinerantes que están revolucionando el mundo. El cristianismo nace subversivo, en Nazaret. Jesús es una persona que se opone, directamente, a Herodes y al César. Desde su paradoja, desde los poblados pequeños que poco tienen que ver con las capitales, desde unos dementes itinerantes que no poseen ninguna función religiosa, desde los extraños/extranjeros.

La sedición de los magos va más allá, porque ellos no son del interior del judaísmo, no son circuncidados. Los magos vienen de Oriente, de afuera. Son extranjeros que buscan a un rey judío. Parecen ser lectores del cielo, astrólogos. Se supone que Mateo está haciendo referencia al grupo de sabios persas que se dedicaban al estudio de los planetas. De todas maneras, no es indispensable saber su procedencia exacta. Lo importante es entender que no son judíos. Posiblemente tengamos en el relato mateano una referencia al Salmo 72, una oración que pide a Dios por el gobierno del rey, para que se realice en justicia (cf. Sal 72, 1-4.12-14), para que dure eternamente (cf. Sal 72, 5-6.17) y para que se expanda universalmente (cf. Sal 72, 8-11.19). Sobre esta última característica se dice que “los reyes de Tarsis y las islas traerán consigo tributo. Los reyes de Sabá y de Seba todos pagarán impuestos; ante él se postrarán los reyes, le servirán todas las naciones” (Sal 72, 10-11). Como los magos de Oriente traen oro, incienso y mirra, la tradición cristiana identificó en ellos el cumplimiento de esta profecía del Salmo, intercambiando magos por reyes.

Los que vienen de Oriente, los extranjeros, los extraños, son símbolo de los paganos que se insertarán a la comunidad cristiana. Más adelante, en su vida pública, Jesús dirá sorprendido por la fe del centurión romano: “Les digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos” (Mt 8, 11). Los magos son las primicias del Oriente, son los primeros de esos muchos que se pueden sentar a la mesa con los patriarcas. Sin ser israelitas, se hacen herederos de las promesas por el Cristo.

Pistas hermenéuticas (qué nos puede decir hoy)

La subversión del Reino parece estar en la inversión del establishment. Jesús es rey de verdad y ni Herodes ni el César lo son. En el Cristo son uno los judíos y los paganos, los de occidente y los de oriente, volviéndose inútiles las divisiones fabricadas por la mano humana. La misma naturaleza del Reino entra en contradicción con los poderes, porque los poderosos no quieren igualdad ni relatividad de su poderío. Un Mesías que desestabiliza desde los poblados pequeños, desde la periferia, desde los olvidados, es peligroso. Un Salvador que no utiliza la fuerza de las armas ni las maniobras políticas, que se sienta a la mesa con los de afuera, es sumamente molesto. Herodes y los magistrados se conturban porque entienden que son efímeros, que son ilegales en algún sentido, y que Dios se manifiesta allí donde parece imposible que pueda hacerlo.

La Buena Noticia del nacimiento y la Buena Noticia de la resurrección son escandalosas para los poderosos, puesto que un dios lejano, olvidado de la historia que puso en marcha, permite a los opresores mantener determinadas estructuras que afianzan el propio reinado; un Dios encarnado, en cambio, altera el supuesto orden natural de las cosas, invierte los valores, desbarajusta, altera, modifica. Jesús es rey de una manera distinta, y con eso se derrumba el artificio de poder de los reyes de la tierra. Los poderes se alborotan cuando oyen que su potencia es puesta en jaque, cuando se les revela que no son la punta de la pirámide. La encarnación de Dios es la caída por tierra de las ideologías que ven en los gobernantes descendientes directos de la divinidad, o que creen en una sangre pura, una sangre azul. Si Dios, el trascendente, el infinito, el rey eterno, puede hacerse mortal, entonces ningún gobernante de este mundo puede pretender emular el reinado perfecto sin abajarse.

La Iglesia tiene la responsabilidad de descubrir al Dios manifiesto en lo oscuro, en lo subterráneo, en lo marginal. La Iglesia tiene la responsabilidad de subvertir su mirada para descubrir, con la sabiduría del Reino, la fuente de la revelación. El Todopoderoso, el Señor del universo (del cielo y de la tierra), no ha elegido las oficinas de los estudiosos ni los hábitos de los profesionales de la religión para auto-comunicarse, sino que se ha revelado a los pequeños y en lo pequeño. Se trata de un Dios sedicioso que se opone a la pompa del Imperio, a las entradas triunfales que son un show, a la sociedad piramidal donde la ancha base sostiene la estrecha punta. Se trata de un Dios para todos que no es elitista ni descarta a los débiles por selección natural. En el menos pensado, quizás en el extranjero, es posible hallar la epifanía. En lo despreciado por distinto, por no acomodarse al sistema, está escondido el misterio de una revelación que evita los cauces oficiales de manifestación.

Los magos que subvirtieron el orden de Herodes y Jerusalén pueden estar presentes, de manera transformada, intentando subvertir nuestro orden de Iglesia. Pueden querer mostrarnos al Dios encarnado que no sabemos reconocer. Afuera de nuestro terrible muro eclesial están los inmigrantes, los emigrantes, los gitanos, los judíos, los musulmanes, los ateos, los trotamundos, los desilusionados con nuestra institución, los desplazados, los ahuyentados, los expulsados. Vienen anunciando que han visto la estrella, que han visto la luz, y que nosotros, por la altura de nuestro muro, no la hemos podido divisar.



viernes, 4 de enero de 2013

RELATO DESCONCERTANTE, LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

José Antonio Pagola, en 'eclesalia'

Ante Jesús se pueden adoptar actitudes muy diferentes. El relato de los magos nos habla de la reacción de tres grupos de personas. Unos paganos que lo buscan, guiados por la pequeña luz de una estrella. Los representantes de la religión del Templo, que permanecen indiferentes. El poderoso rey Herodes que solo ve en él un peligro.

Los magos no pertenecen al pueblo elegido. No conocen al Dios vivo de Israel. Nada sabemos de su religión ni de su pueblo de origen. Solo que viven atentos al misterio que se encierra en el cosmos. Su corazón busca verdad.

En algún momento creen ver una pequeña luz que apunta hacia un Salvador. Necesitan saber quién es y dónde está. Rápidamente se ponen en camino. No conocen el itinerario preciso que han de seguir, pero en su interior arde la esperanza de encontrar una Luz para el mundo.

Su llegada a la ciudad santa de Jerusalén provoca el sobresalto general. Convocado por Herodes, se reúne el gran Consejo de "los sumos sacerdotes y los escribas del pueblo". Su actuación es decepcionante. Son los guardianes de la verdadera religión, pero no buscan la verdad. Representan al Dios del Templo, pero viven sordos a su llamada.

Su seguridad religiosa los ciega. Conocen dónde ha de nacer el Mesías, pero ninguno de ellos se acercará a Belén. Se dedican a dar culto a Dios, pero no sospechan que su misterio es más grande que todas las religiones, y tiene sus caminos para encontrarse con todos sus hijos e hijas. Nunca reconocerán a Jesús.

El rey Herodes, poderoso y brutal, solo ve en Jesús una amenaza para su poder y su crueldad. Hará todo lo posible para eliminarlo. Desde el poder opresor solo se puede "crucificar" a quien trae liberación.

Mientras tanto, los magos prosiguen su búsqueda. No caen de rodillas ante Herodes: no encuentran en él nada digno de adoración. No entran en el Templo grandioso de Jerusalén: tienen prohibido el acceso: La pequeña luz de la estrella los atrae hacia el pequeño pueblo de Belén, lejos de todo centro de poder.

Al llegar, lo único que ven es al "niño con María, su madre". Nada más. Un niño sin esplendor ni poder alguno. Una vida frágil que necesita el cuidado de una madre. Es suficiente para despertar en los magos la adoración.

El relato es desconcertante. A este Dios, escondido en la fragilidad humana, no lo encuentran los que viven instalados en el poder o encerrados en la seguridad religiosa. Se les revela a quienes, guiados por pequeñas luces, buscan incansablemente una esperanza para el ser humano en la ternura y la pobreza de la vida.

miércoles, 2 de enero de 2013

NAVIDAD PARA ATEOS

José Ignacio Gonzalez-Faus, en Religion Digital

Carne.-Vale la pena aclarar que el texto de san Juan ( el Verbo se hizo carne)no dice asépticamente que la “Palabra” se hizo uno de nosotros, sino que lo dice con uno de los términos más negativos que tiene la mentalidad semita para designar al hombre: dice que se hizo carne (lo cual no significa exactamento que se hizo materia, sino que se hizo poquedad, fragilidad, fugacidad y fracaso. Se hizo, pues, nuestra misma debilidad, nuestra misma fugacidad y nuestra lucha y nuestra tragedia.

Los cristianos llaman a eso la Encarnación, pero esto no importa ahora. Lo que importa es que, desde el texto hindú (profundo y sobrecogedor por otra parte), no es posible esa forma de comunicación que describe el texto cristiano. En un caso la Plenitud máxima es concebida como cerrazón absoluta. En el otro (y paradógicamente) como apertura absoluta, pero en una apertura que no destroza, sino que llega a ser la máxima Plenitud.

Precisamente por eso, la clave de esta historia ya no está en que “Alguien” vaya a intervenir mágicamente en ella desde fuera (Como piensan los hombres religiosos y niegan con razón los ateos), sino en que está llevada, soportada por el Absoluto.

Si esto es verdad, resulta una verdad tan increíble que tendría que ser recordada constantemente, y celebrada con frecuencia. Por eso el evangelio de Juan continúa diciendo que, en ese “abajamiento”de la Comunión Absoluta, hemos visto nada menos que “la gloria de Dios”. Ahí y no en otra parte. Y una gloria de Dios que no sería accesible si Dios fuera la Plenitud cerrada. Recordar todo esto es lo que quiere ser la Navidad. Este era su núcleo fundamental.

Es claro que todo eso ya no tiene nada que ver con lo que pasa estos días navideños en la mayor parte del mundo. Y conste que no soy enemigo de que lo más profundo del hombre se exprese de manera material (en fin de cuentas la Navidad implica una sublimación de la materia); pero a condición de que esa manera material nazca de aquella profundidad en lugar de suplantarla o eliminarla.

Queda claro también por qué Fidel Castro no me cae antipático por el hecho de haber suprimido la Navidad. Si yo tuviera poder para ello, quizás haría lo mismo. Y el escándolo de los bienpensantes por el hecho de que Fidel suprimiera la Navidad me parece más blasfemo que el hecho de prohibirla. (Aclaremos que este año vuelve a permitirse la celebración de las fiestas navideñas en Cuba).

Repensar así las cosas podría ser el modo de dar sentido a la Navidad para algunos ateos. Al menos para los ateos del Becerro de Oro…(El Mundo 26 de diciembre de 1992).