Publicado el 27.02.2009
Colectivos eclesiales se plantean la desobediencia civil ante el endurecimiento de la Ley de Extranjería
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No es el guión de ninguna película de ficción. Podría pasar muy pronto en España si
El sacerdote mercedario Antonio Freijo, director del centro Karibu, que ayuda a miles de inmigrantes africanos en Madrid, califica esta propuesta de “auténtica barbaridad”. Aunque este centro, fundado en 1990 y cuya labor fue reconocida recientemente con el Premio Nacional del Voluntariado, no depende de ningún organismo de la Iglesia, está apoyado por multitud de religiosos y parroquias. Entre otros muchos servicios, Karibu cuenta con una red de cinco albergues en comunidades religiosas de Madrid donde, actualmente, viven 45 inmigrantes sin recursos, y -la mayoría- sin papeles. “Si esa ley sale adelante, ¿qué hacemos entonces con las mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz y que no tienen a dónde ir?”, se pregunta Freijo. “¿Y a dónde mandamos a los menores de edad a los que hospedamos porque les han hecho pruebas médicas y les han echado de los centros oficiales?”, continúa.
Aunque quizás se trate de eso, de estrechar el cerco a los sin papeles poniéndoles en una situación de vulnerabilidad extrema. “El objetivo de esta norma es intimidar a ciudadanos españoles o extranjeros con papeles para que nieguen toda forma de apoyo a la persona en situación irregular y que ésta se quede sin ningún tipo de ayuda, en la calle, sin comida ni vestido, ni dinero para que, mediante la presión de esta situación precaria, vuelva a su país”. Así lo valora el manifiesto Salvemos la Hospitalidad, hecho público por un grupo de profesionales (muchos de ellos cristianos) hace pocos días. En muchos casos, estas sanciones afectarían a otros inmigrantes en situación regular que tienen a su cargo a familiares que han llegado más recientemente y no tienen permiso de residencia. En otros, las multas caerían sobre infinidad de instituciones de Iglesia. Aunque nadie ha realizado un censo, es muy posible que en conventos, ONGs y casas parroquiales vivan en España varios miles de inmigrantes sin papeles, muchos de los cuales se han empadronado en sus direcciones. ¿Qué harían estas instituciones si
‘No nos asustamos’
Es posible que ninguna legislación reciente en España haya pasado por tantos cambios como la Ley de Extranjería. Desde que fue promulgada en 1985, ésta es ya la quinta reforma. El anteproyecto -que consta de 69 artículos- fue presentado por el Gobierno el pasado 19 de diciembre, y su debate en el Parlamento debería empezar en marzo. El régimen de sanciones a quienes presten ayuda a un inmigrante ilegal no es el único aspecto que se prevé endurecer. También está previsto limitar las posibilidades de reagrupación familiar, poner más trabas al acceso a los derechos sociales, como
Éste es también el parecer de Javier Baeza, sacerdote de la madrileña parroquia de San Carlos Borromeo, para quien “
Criminalizar la inmigración
“Nosotros también seguiríamos ofreciendo acogida, aunque tal vez más discretamente”, dice
Estos tres sacerdotes son parte de un grupo de profesionales que acaban de constituir la plataforma Salvemos la Hospitalidad, autora del manifiesto del mismo nombre, y que ha iniciado una campaña de recogida de firmas de adhesión que se envían a: jrios@der.upcomillas.es y mgallego@der.upcomillas.es.
Obispo responsable de Migraciones
También desde la jerarquía episcopal se mira este problema con preocupación. El obispo de Sigüenza-Guadalajara, y presidente de
En el nº 2.650 de Vida Nueva.