lunes, 31 de mayo de 2010

EL CAMINO DE LA PAZ

UN LIBRO DE XABIER PIKAZA

Eclesialia

Este libro consta de dos partes: (a) Una introducción teórica sobre el origen de la violencia y la búsqueda de paz, desde una perspectiva filosófica, social y religiosa. (b) Un itinerario concreto, con doce estaciones que marcan los momentos básicos del Camino de la Paz, desde una perspectiva cristiana. Se trata de un libro pedagógico, para el estudio y la reflexión, pero también el compromiso creyente, en diálogo con aquellos hombres y mujeres que, de formas distintas, aspiran a la paz. A modo de resumen, presentamos el contenido básico de las nueve últimas estaciones de ese Tren de la Paz que he querido poner en marcha con este libro.
1. Paz y justicia económica. Una huelga universal de pobres

En la base de toda guerra hay casi siempre un conflicto económico. Lógicamente, la marcha en el tren de la paz exige un cambio esencial: que los hombres y mujeres aprendan a integrar el “mío y tuyo” en un “nuestro”, es decir, en una comunión de bienes y personas, es decir, que los pobres acojan a los ricos, ofreciéndolos lo mejor que ellos tienen, y que los ricos compartan lo que tienen con los pobres, pues de lo contrario el tren de la paz estallará en plena marcha.

Una huelga universal. Hasta ahora, en los últimos milenios y de un modo especial en los dos siglos finales, la economía dominante ha estado marcada por el dominio del capital y el mercado, que han impuesto su dictado desde arriba sobre el conjunto de los hombres y la tierra, al servicio del sistema. Del único mundo (one world), que nos precedía y engendraba, con sus signos divinos, como madre providente, hemos pasado al único mercado (one market), que nosotros mismos instauramos, como dioses pequeños, dispuestos a comprarlo y a venderlo todo (como decía Kant). Nada se hereda y comparte gratuitamente, todo se compra y se vende. Pues bien, en ese contexto, el evangelio de Jesús implica una ruptura radical de gracia y debe expresarse a través de una fuerte decisión económica.

En este mundo “viejo” se ha podido decir que los bienes básicos de una población (o de la humanidad) no son los naturales (recibidos de forma gratuita), sino los producidos de manera técnica y comprados a través del único mercado, que regula desde arriba (por imposición) los recursos y bienes de la humanidad. De esa forma hemos pasado de la naturaleza madre a la empresa madrastra, dirigida por el capital y dominada mercado. La madre naturaleza regalaba a todos sol y lluvia (cf. Mt 5, 46 par), pero la industria y el mercado ofrecen casi todo muy pocos y casi nada a muchos. Con su sabiduría natural, la tierra había mantenido hasta el momento su oferta y así hemos nacido y crecido en ella, a pesar de nuestras violencias. Pero el mercado que nosotros hemos producido puede necesitar la muerte de miles de millones de personas, a no ser que cambiemos su estructura actual. En ese contexto se inscribe la “decisión” de Jesús, la tarea del Reino.

Las revoluciones marxistas de principios y mediados del siglo XX han fracasado (por errores propios y por presiones ajenas) dejando en la actualidad un vacío, con la sensación de que nada se puede cambiar, pues el nuevo capitalismo lo ha dominado todo. Pues bien, ese nuevo capitalismo está en crisis (año 2010), de manera que son muchos los que piensan que no puede haber una revolución económica, sino que estamos condenados a un tipo de guerra económica sin fin. Para evitar el colapso de la economía (con el riesgo que implica para miles de millones de personas), debemos realizar una profunda inversión (cambio de rumbo), de manera que el capital se ponga al servicio de los hombres, no en línea de compra/venta, sino de comunicación personal. Para ello debemos iniciar una “salida” y protesta, es decir, tomando la decisión de declarar una huelga general (universal), contra las leyes y normas del capital y del mercado, dejando de colaborar con el sistema y abandonando la “ciudad de opresión” (como pedía Mc 13, 14 y Ap 18, 4).

No se trata de tomar el poder económico/político para cambiarlo (como quiso Lenin en Rusia, el año 1917), sino de superar el poder económico, a través de un rechazo (una salida), al modo de Jesús, no para dejar de trabajar o para pedir simplemente salarios más altos (cosa que ha sido a menudo conveniente), sino para abrir nuestra mente y corazón a otros valores, para trabajar de una forma distinta y producir de otra manera, al servicio de los hombres (los pobres) y no del mercado capitalista o de la seguridad militar.

No será una huelga para no trabajar, sino para trabajar de otra manera, de un moco humano, con finalidades humanas. No será una huelga contra nadie, sino a favor de todos, desde los más pobres, en la línea de los itinerantes de Jesús, campesinos sin campo ni trabajo, que se unían para compartir, iniciando una nueva solidaridad y comunicación, para curar a los ricos. No será huelga para romper máquinas e incendiar casas o cosechas, sino para poner máquinas/casas/cosechas al servicio de todos, una huelga sanadora que pueda transformar incluso a los antiguos propietarios (¡capitalistas!). Sólo así podrá lograr una nueva economía mundial, que no esté al servicio del Imperio (capital, mercado), sino de todos los hombres y pueblos, empezando por los pobres, en una línea de paz.

Ciertamente, la solución de los problemas de la humanidad no es sólo económica, pero sin una nueva economía, al servicio de todos los hombres, a partir de los más pobres, seguiremos en riesgo de guerra. Para que ese riesgo cese debe cambiar el modelo actual de economía del sistema y eso sólo se puede conseguir haciendo que ella “suba de nivel” a través de una mutación humana como la de Jesús. Eso significa que tenemos que abandonar el trabajo al servicio del sistema (como lo abandonaron los primeros seguidores de Jesús), pero no por rechazo destructor (quemando las mieses, derribando las fábricas, matando a los propietarios…), como a veces se ha hecho, sino creando formas de economía alternativa. Ciertamente, Jesús no vino a cambiar el tipo exterior de economía en cuanto tal, pero su propuesta (su gran “huelga” evangélica), vinculada a los campesinos sin campo y desplegada a modo de movimiento mesiánico, puede y debe ser principio de transformación económica.

2. Paz religiosa, una Palabra transparente

El objetivo anterior (paz económica) sólo puede alcanzarse a través de la palabra, es decir, de una conversión, meta-noia, o cambio de mente, como supone y proclama el evangelio (cf. Mc 1, 14-15); por eso, el tren de la paz ha de parar en la estación del pensamiento/palabra, en la que he querido situar también la religión, que aquí concibo como experiencia radical de palabra compartida.

Hombres y mujeres han nacido y se han desarrollado como seres libres, dotados de conciencia, a través de la reflexión y la comunicación verbal y afectiva, que les hace personas, capaces de crear una comunión igualitaria (o de matarse sin fin). En ese contexto, debemos recordar que primera violencia, que la Biblia ha condensado de un modo simbólico en la historia de Abel y Caín (cf. Gen 4), nació de una palabra fracasada, de una carencia de comunicación, que desembocó en la muerte de uno de ellos. Pues bien, esa carencia o rechazo de la comunicación sigue pesando como fondo y principio de todas las violencias, dentro de un mundo duro, donde corremos el riesgo de que se imponga sobre todos los hombres y mujeres la red de un pensamiento único (dominador), que sacralice la mentira y no nos deje compartir la vida en paz.

En ese contexto se sitúa un pasaje importante de la Carta de Santiago, un documento esencial del Nuevo Testamento, que define la religión (thrêskeia) como experiencia de amor que se abre a los huérfanos y viudas, es decir, a los necesitados. «La religión pura e incontaminada delante del Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y no contaminarse con la impureza del mundo (Sant 1 27).

La religión es, según eso, comunicación de amor, que se abre de un modo trasparente a los rechazados de una sociedad que les expulsa, volviéndose impura. Según eso, la impureza no pertenece a los marginados (huérfanos, viudas…), sino más bien a quienes les marginan, con obras y palabras. Pues bien, este contexto, Santiago 3, 5-8 sigue diciendo la religión se identifica con la sabiduría que proviene de la lengua, es decir, de la palabra que no ofende, sino que dice y escucha con justicia y misericordia, haciendo la paz.

En el principio de la contaminación está según eso “la lengua mala”, que ofende, separa y divide, siendo así el origen de todos los pecados (como dice también Pablo en Rom 1, 18-32). Pero Santiago sabe que, en contra de esa mala lengua, hay también una lengua buena, relacionada con la Sabiduría, propia de aquellos que hacen la paz (poiousin eirênên: Sant 3, 18), viniendo a presentarse de esa forma como pacificadores (eirênopoioi: cf. Mt 5, 7). Según eso, la verdadera religión es aquella que se expresa en la Palabra de comunión, creadora de paz.

3. Comunicación universal, alianza de religiones

La religión de Jesús no es un pacto poderes (en la línea de Hobbes), ni un tratado de intereses comerciales (en la línea de Kant), sino una Alianza gratuita de personas que acogen, regalan y gozan la vida. Los cristianos no se contentan con eso que algunos han llamado una Alianza de Civilizaciones (en el sentido político), sino que son (han de ser) en sí mismos Alianza de Vida.

El sistema dominante de la actualidad es la economía unificada del capitalismo, donde no se puede hablar de “alianza” entre personas, sino de pactos de interés y de imposición del capital sobre pueblos y personas. En contra de eso, la religión es ante todo alianza:

1. Una alianza, varias religiones. Los griegos sabían que, para triunfar, “no es bueno que manden muchos, sino que debe haber un jefe...” (Ilíada II, 204). Pero el cristianismo no busca el mando, sino la acogida del misterio y la fraternidad (cf. Mt 23, 1-9). Desde ese fondo, siguiendo un modelo de “arco iris” (cada color es bello estando al lado de otros), la verdad de una religión no se opone a la verdad de otra, sino que las dos son verdaderas precisamente por ser distintas. Según eso, lass religiones se definen y distinguen como experiencias de diálogo en gratuidad, de manera que en el momento en se imponen se vuelven mentira. Más que el triunfo propio, como religión aislada, la iglesia católica ha de buscar el bien de los creyentes de otras religiones, para que todos juntos puedan expresar mejor la alianza plural de la Vida y la riqueza del amor de Dios.

2. Nos une la mística, Dios es misterio. Las religiones vinculan a los creyentes y se vinculan entre sí a través de lo que tienen de más hondo, en línea de mística, superando así el nivel de una racionalidad impositiva. En ese sentido, en el camino de la alianza, los cristianos pueden y deben colaborar en la búsqueda de una “paz mística”, fundada en la experiencia de Dios (o del misterio de vida), vinculándose así con los creyentes de otras religiones, que buscan y exploran también la experiencia del misterio (como los hindúes, budistas, musulmanes…). Esa alianza no es producto de una razón triunfante que se impone sobre los demás, sino experiencia de gracia, es decir, de iluminación superior y de comunicación personal, como saben los contemplativos y/o amantes.

3. Alianza desde los pobres. En el punto de partida del judaísmo, cristianismo e Islam hay una experiencia de liberación de los pobres (hebreos oprimidos en Egipto, enfermos y pobres del entorno de Jesús, oprimidos de la Meca). Este recuerdo ha de estar en el principio de la alianza de estas religiones y de todas, de manera que los creyentes no nos unimos sólo desde el misterio, sino que debemos hacerlo también en el servicio a los pobres. De esa manera, creyentes de las diversas religiones tenemos que dejar en un segundo plano otros prejuicios y “dogmas” particularistas, para volver al origen de nuestras experiencias, buscando la paz que es alianza desde los pobres del mundo, no desde los poderes del sistema.


domingo, 30 de mayo de 2010

LA IZQUIERDA MUESTRA A ZAPATERO OTRA FORMA DE SALIR DE LA CRISIS

Marta Jara

ERC, IU, ICV, BNG y NaBai proponen ajustes “progresistas”. Los grupos de izquierda (ERC, IU, ICV, BNG y NaBai) han presentado una proposición de ley de reformas urgentes en materia tributaria que afectarían a los contribuyentes con mayor capacidad económica y que en conjunto permitirían aumentar la recaudación anual en más de 8.000 millones de euros.

Varios economistas de izquiedas ya plantearon a Público recortes en gasto militare, aportaciones a la iglesia o la recuperación del finero aporado al rescate de las entidades bancarias, como alternativa al tijeretazo de Zapatero.

En rueda de prensa conjunta de los portavoces de estos cinco grupos, que suman ocho diputados, el portavoz de ICV Joan Herrera explicó que todos ellos se han comprometido a introducir en el orden del día del pleno la discusión de esta proposición de ley para que se pueda debatir antes de que acabe el periodo de sesiones.

La iniciativa incluye una reforma del impuesto sobre la renta, en el que se introduce un nuevo tipo del 50% para las rentas superiores a 100.000 euros, así como cambios en el impuesto de sociedades para que las empresas que ganen más de 100 millones de euros tributen al 35%.

También se recupera el impuesto sobre el patrimonio para quienes superen el millón de euros y se añade un tramo más en la tributación del ahorro por el que las rentas de capital superiores a 12.000 euros anuales se gravarían al 24%.

Asimismo, se suprime el régimen fiscal aplicable a los trabajadores desplazados a territorio español, ya que consideran injusto que numerosos deportistas o directivos de multinacionales que ganen menos de 600.000 euros tributen al 24%, que es el tipo mínimo que se aplica a cualquier ciudadano residente en España.

La proposición incluye la limitación al 5% de la participación en las sociedades de inversión variable (SICAV), que gestionan grandes patrimonios, para que sus participantes no puedan eludir la tributación de las plusvalías y dividendos obtenidos.

Por otra parte, se propone la creación de un nuevo tributo sobre las operaciones bursátiles en el mismo día “para desincentivar los ataques especulativos”.

Además se establecen medidas estructurales, organizativas y normativas para intensificar la lucha contra el fraude fiscal, entre ellas, la elaboración de un estudio sobre la cuantificación de la economía sumergida y la información semestral a las Cortes de los avances obtenidos para corregir esa situación.

Alternativa al “parche”
El portavoz de ERC, Joan Ridao, explicó que buscarán la adhesión de otros grupos a su propuesta, que consideran la única alternativa posible frente a la “esquizofrenia de Zapatero”, que primero aprueba un ajuste fiscal antisocial y ahora pretende poner un “parche coyuntural” con una nueva figura impositiva que aún no ha concretado.

Estos grupos “no se resignan” a que la reducción del déficit público se haga únicamente ajustando el gasto, como manifestó la portavoz de NaBai, Uxue Barkos, razón por la que han presentado una amplia reforma fiscal “progresiva y progresista” que saque al país del “camino de la recesión, la movilización y la contestación social”, según dijo el portavoz de IU, Gaspar Llamazares.

Buscarán el apoyo de otros grupos frente a la “esquizofrenia de Zapatero”En este sentido, Herrera subrayó que sólo con la recuperación del impuesto sobre el patrimonio, eliminado por el Gobierno socialista, se recuperarían unos ingresos anuales de 1.500 millones que habría hecho innecesario el ajuste sobre las pensiones.

Asimismo, cifró en 1.800 millones de euros anuales el impacto que sobre la recaudación tendría la introducción en el IRPF de un tipo marginal del 50% para rentas superiores a 100.000 euros.

En cuanto al incremento del impuesto de sociedades, dijo que sólo con los ingresos procedentes de las empresas que ganan más de 1.000 millones de euros se recaudarían 2.500 millones más.

viernes, 28 de mayo de 2010

ACEPTA SIN PROTESTAR LOS ORÁCULOS DE LA VERDAD

y no pienses por ti mismo… 

Frei Betto

El filósofo alemán Enmanuel Kant no está muy de moda. Sobre todo por haber utilizado en sus obras un lenguaje hermético. Sin embargo en uno de sus brillantes textos -“¿Qué es el Iluminismo?”- subraya un fenómeno que, en la cultura televisual que hoy impera, se vuelve cada vez más generalizado: las personas renuncian a pensar por sí mismas. Prefieren ponerse bajo la protección de los ‘oráculos de la verdad’: la revista semanal, el telediario, el jefe, el párroco o el pastor.

Ellos son los guardianes de la verdad que, bondadosamente, velan para no permitirnos incurrir en equívocos. Gracias a sus voces de alerta sabemos que las muertes de terroristas en las cárceles made in USA de Bagdag y Guantánamo son simples accidentes del camino comparadas con la muerte de un preso común, disfrazado de político, en un hospital de Cuba, con motivo de una prolongada huelga de hambre.

Ellos nos hacen digeribles los bombardeos de los Estados Unidos en Iraq y en Afganistán, diezmando aldeas con niños y mujeres, y nos hacen ver con horror la pretensión de Irán de hacer uso pacífico de la energía nuclear, mientras que su vecino Israel posee la bomba atómica.

Son ellos quienes nos inducen a repudiar el Movimiento de los Sin Tierra en su lucha por la reforma agraria, mientras que el latifundio, en nombre del agronegocio, invade la Amazonía , despala la selva y utiliza mano de obra esclava.

Es eso lo que, en opinión de Kant, vuelve al público Hausvich, ‘ganado doméstico’, rebaño, de manera que todos acepten resignados el permanecer confinados en el corral, conscientes del peligro de caminar solos.

Kant apunta una lista de oráculos de la verdad: el mal gobernante, el militar, el profesor, el sacerdote, etc. Todos ellos gritan “¡No piensen!”, “¡Obedezcan!”, “¡Paguen!”, “¡Crean!”. El filósofo francés Dany-Robert Dufour sugiere incluir al publicista que hoy ordena al rebaño de consumidores: “¡No piensen! ¡Gasten!”

Tocqueville, autor de De la democracia en América (1840), opina en su famoso libro que el tipo de despotismo que las naciones democráticas deberían temer es exactamente su reducción a “un rebaño de animales tímidos y laboriosos”, libres de la “preocupación de pensar”.

l viejo Marx, que está de moda por haber previsto las crisis cíclicas del capitalismo, señaló que éstas procederían de la superproducción, lo que de hecho sucedió en 1929. Aunque no fue lo que hemos visto en el 2008, cuyos ecos perduran. La crisis actual no derivó de la maximización de la explotación del trabajador sino de la maximización de la explotación de los consumidores. “Consumo, luego existo”, ése es el principio de la lógica posmoderna.

Para transformar el mundo en un gran mercado las técnicas de mercadeo contaron con la valiosa contribución de Edward Bernays, doble sobrino estadounidense de Freud. Ana, hermana del creador del sicoanálisis y madre de Bernays, estaba casada con el hermano de Marta, mujer de Freud. Los libros de éste fueron publicados por el sobrino en los Estados Unidos. Ya en 1923, en Crystallizing Public Opinion, Barnays argumenta que los gobiernos y los anunciantes son capaces de “organizar la mente (del público) como los militares hacen con el cuerpo”.

Como ganado, el consumidor busca su seguridad en la identificación con el rebaño, capaz de homogeneizar su comportamiento, creando patrones universales de hábitos de consumo a través de una propaganda libidinal que graba en él la sensación de ver correspondido el deseo por la mercancía adquirida. Y cuanto más temprano se inicia ese adiestramiento para el consumismo, tanto mayor es la maximización de la ganancia. El ideal es cada niño con un televisor en su propia habitación.

Para alcanzar ese objetivo es necesario incrementar una cultura del egoísmo como regla de vida. No es por casualidad que casi todos los anuncios se basen en la exacerbación de alguno de los siete pecados capitales. Todos ellos, sin excepción, son tenidos como virtudes en esta sociedad neoliberal corroída por el afán consumista.

La envidia es estimulada en el anuncio de la familia que tiene un auto mejor que sus vecinos. La avaricia es el lema de las libretas de ahorro. La codicia inspira los anuncios, desde el último modelo de teléfono celular hasta los tenis de marca. El orgullo es señal del éxito de los ejecutivos asegurados por planes de salud eterna. La pereza se ve reflejada en las confortables sandalias que permiten relajarnos al sol.

La lujuria es marca registrada de los jóvenes esbeltos y de las muchachas esculturales que disfrutan de una vida saludable y feliz consumiendo bebidas, cigarros, ropa y cosméticos. La gula, en fin, envenena la alimentación infantil en forma de chocolates, refrescos y galletas, induciendo a creer que los sabores son preludio de amores.

En la sociedad neoliberal la libertad se restringe a la variedad de elecciones consumistas; la democracia a votar a los que disponen de recursos millonarios para sufragar la campaña electoral; la virtud a pensar primero en sí mismo y a mirar al otro como competidor. Ésta es la verdad proclamada por los oráculos del sistema.




jueves, 27 de mayo de 2010

CONVERSACIÓN CON EL P. GENERAL

Ramir Pampols, desde Haití

Después de presentarnos a cada uno de nosotros al P. Nicolas, el P. Miller propuso una pregunta general a todos: Como hemos vivido el terremoto, como nos ha afectado personalmente?

Nadie respondió a esta pregunta concreta. En cambio se le formularon otras dos:

1. Como ve el P. General la necesidad de que los jesuitas en Haití se hagan presentes a través de la enseñanza universitaria?

2. Es cierto el rumor de que se va a constituir una Provincia jesuita del Caribe, o se estudia alguna otra formula de colaboración y cercanía entre los países caribeños?

La pregunta que el P. General respondió mas extensamente fue la primera. Tan solo al final dijo unas palabras sobre la segunda. Indico, de entrada, que antes de usar el discurso teológico, es preciso atender a varios aspectos, que son los siguientes en relación a la primera pregunta:

En sus conversaciones con el Papa Benedicto XVI, los puntos que más habían salido en relación a esta cuestión (supongo que hablando de países en vías de desarrollo, como el continente africano en su conjunto, que esta siendo la primera preocupación de la Iglesia), eran tres:

a) Es muy importante que los jesuitas establezcan una reflexión muy a fondo sobre las necesidades de su país, las expectativas de su población, la Iglesia autóctona que deben acompañar, el modelo de sociedad al que se debiera tender,…

Puso como ejemplo la reflexión que emprendió la Compañía sobre si era conveniente crear una Universidad en África. Después de unos anos de reflexión, se decidió que no era posible, entre otros motivos por el costo enorme en personal (se necesitan unos 20 anos para tenerlo preparado en su conjunto), y los gastos económicos que supondría. Por estas razones “los jesuitas no tenemos en África ninguna Universidad”.

b) Conviene que sean, ante todo, muy creativos a la hora de pensar como deben empezar su presencia apostólica en un país como Haití, en vías de desarrollo. Es decir, es preciso ser muy imaginativos, siempre contando con el pueblo, para lograr un modelo de Compañía acorde con la realidad del país y no querer imitar los modelos que ha puesto en práctica la Compañía en los países del Primer Mundo.

c) Aunque olvido decir el tercer punto, alguien le recordó que había anunciado un tercer elemento. Entonces añadió:

Llevar a cabo lo que decidamos, con espíritu. (Tal vez quiso indicar que había que intentarlo con fuerza, con espiritu). En este punto procuro reproducir sus palabras, aunque no estoy seguro de su sentido.

1. En relación a la segunda pregunta, aclaro enseguida que, decir que se estaba buscando ahora unificar el gobierno de la Compañía en la región del Caribe, era ciertamente un “rumor”…

Lo que se pretende es ir hacia una colaboración apostólica más estrecha, que un jesuita de un país pequeño, pueda ofrecer y desarrollar su trabajo en otro país del Caribe, por ejemplo, si en su país no tiene la facilidad o la posibilidad de ejercerlo.

Dio como referencia, lo que se ha reflexionado durante dos anos en España. Aunque allí han decidido convertirse en una sola Provincia, van a organizar el trabajo apostólico mediante “plataformas” “locales” o “nacionales”. Esta formula le pareció buena.

Insistió, pues, que se trataba de un “rumor” cuando se quiere indicar que se pretende llegar a un gobierno unificado.

Pero no dio mas detalles. Tampoco dijo si, a la larga, se podría llegar a ello.

Su segunda intervención fue durante la homilía que pronuncio en la capilla de las Religiosas de Cristo Rey.

No se le entendía muy bien a causa de su francés, bastante deficiente y el poco volumen del altavoz…También parecía algo cansado por lo apretada que era su agenda del día.

Fundamentalmente nos ofreció una afirmación muy teológica: La historia de Haití es semejante a la de Israel: dos pueblos que a través de un gran sufrimiento y en búsqueda de su identidad, mantienen una estrecha Alianza con Dios. Es precisamente el sufrimiento del pueblo el que permite dar el paso de Israel a la Alianza con Iahvé, y Haití con el Dios cristiano.

Por la noche celebramos en el jardín del Noviciado sus 74 anos con canciones en creole, español, ingles, catalán y…latín. Fue la Salve Regina gregoriana, cantada muy devotamente, la que puso el punto final a una fiesta afectuosa y agradecida.

Esto es, más o menos, lo que sucedió este hermoso día 29 de abril, cuando se encontraron por primera vez los jesuitas de Haití con el P. General, Adolfo Nicolás. Espero que no será la última vez!

Por mi parte me hicieron tres o cuatro fotografías junto a el, que seguro me van a motivar para seguir luchando por un mundo más justo y fraterno.

Un fuerte abrazo, Ramiro




miércoles, 26 de mayo de 2010

DE LAS CASAS LLENAS A LOS TEMPLOS VACÍOS

José Mª Castillo

Es sabido que en la Iglesia primitiva no había templos. Los cristianos se reunían en las casas, ya que la casa era la estructura base del cristianismo primitivo. Es decir, la Iglesia era la institución que aglutibana a las "iglesias domésticas" (R. Aguirre). Esta situación duró hasta el s. IV, cuando (a partir de Constantino) se construyeron los primeros templos cristianos. Fue el concilio de Laodicea (del 360 al 370) el que prohibió la celebración de las eucaristías domésticas. Hasta entonces, o sea durante tres siglos la Iglesia no tuvo templos, es decir, no tuvo espacios sagrados. Porque "lo sagrado", para la Iglesia de aquellos tiempos, no estaba en determinados edificios o locales concretos, sino que lo sagrado eran "las personas". Vale la pena explicar esto. Y sacar las debidas consecuencias.

Por lo que cuentan los evangelios, Jesús no levantó ningún templo o capilla. Ni organizó un centro de espiritualidad o una casa de retiros. Jesús fue un laico, que vivió laicamente, como un profeta itinerante. Un profeta, además, que, como sabemos, tuvo serios conflictos con el Templo de Jerusalén y sus sacerdotes. Hasta que aquello terminó trágicamente en la pasión y en la cruz. Después de la Resurrección y de Pentecostés, el libro de los Hechos cuenta que, cuando mataron al primer mártir, Esteban, éste, precisamente cuando lo iban a matar, dijo que "el Altísimo no habita en edificios construidos por hombres" (Hech 7, 48). Y, lo que es más importante, San Pablo afirma con toda claridad que la morada propia de Dios no está construida por manos de hombres (2 Cor 5, 1). Es más, la carta a los hebreos dice de forma terminante que el templo "no hecho por manos de hombres" se instaura a partir de Cristo (Heb 9, 11).

Los primeros cristianos tenían razones muy serias para decir estas cosas. Aquellos cristianos no querían templos. El motivo de este rechazo no era económico (no tenían dinero para tales edificios), ni político (se tenían que ocultar en tiempos de persecuciones). El motivo por el que rechazaban los templos era teológico. Porque una de las convicciones más fuertes de la Iglesia de aquellos primeros siglos cristianos era que el templo de los cristianos es la comunidad (1 Cor 3, 16-17; Ef 2, 21) o cada cristiano en particular (1 Cor 6, 19; 2 Cor 6, 16). Lo cual quiere decir, lógicamente, que para los cristianos (los de entonces y los de ahora) no hay más templo que la comunidad misma o cada ser humano en concreto. Es decir, el lugar del encuentro con Dios no es un espacio material (geográfico), sino el espacio humano del encuentro entre las personas. Donde los humanos se encuentran, se comunican, se unen y conviven, ahí es donde se encuentra a Dios.

Esta manera de pensar, tan revolucionaria, duró algún tiempo, no mucho. Sólo aguantó tres siglos. A partir del momento en que la Iglesia se vio con poder, expresó ese poder (entre otras cosas) en los edificios, es decir, levantando iglesias, templos, basílicas y capillas. Con lo cual se conseguían varias cosas:

A Dios se le encerraba en el templo, que podía ser grandioso, señal de que quien estaba allí era el Todopoderoso, pero ya no era el Dios humanizado, al que se le encuentra entre los humanos y humanizándose. Una cosa que ha sido fatal. Porque así los cristianos descargamos las conciencias acudiendo un rato al templo, mientras que en la calle, en la casa, en el trabajo..., nos portamos como si Dios no existiese. El respeto se guarda en el templo, lo que hace más tolerables las frecuentes faltas de respeto que cometemos en la convivencia a todas horas y en todas partes. Nos espanta la profanación de un templo. Y no nos impresiona las constantes profanaciones de toda clase de personas que cometemos, incluso con la conciencia tranquila del que hace "lo que tiene que hacer".

Es más fácil construir un templo que construir una comunidad. Se maneja mejor el ladrillo que la convivencia. Y así nos encontramos ahora con muchos templos y tan pocas comunidades. Enseñamos monumentos, pero no podemos enseñar grupos humanos que se quieren y en los que no hay secretos que ocultar.

Los templos suelen dar un buen rendimiento económico. Cosa que se sabe desde que se empezaron a levantar templos. Uno de los favores que Constantino le hizo a la Iglesia fue la concesión de recibir herencias y legados, cosa de la que da cuenta el Código de Teodosio (CTh. 16. 2. 4 = CJ 1.2.1, del 321). Así se abrió la puerta al enriquecimiento de la Iglesia mediante las enormes donaciones de la gente rica, que dejaba sus bienes al templo y así se moría en paz, tal como lo explica el reciente y magnífico estudio del Prof. Ennio Cortese, en su estudio sobre las grandes líneas de la Historia Jurídica Medieval (Roma, 2008).Uno de los muchos problemas que la Iglesia tiene que afrontar es éste: ¿Creemos en el Dios que hemos encerrado en los templos o creemos en el Dios que está en cada ser humano? He aquí dos modelos de Iglesia, que desencadenan dos formas de entender el cristianismo y la fe en Jesús el Señor.



lunes, 24 de mayo de 2010

CERRADO POR REFORMAS

Víctor Codina

Muchas empresas hoy afectadas por la crisis, se han declarado en quiebra. Estamos habituados a ver en algunos comercios letreros que anuncian “liquidación por cierre del negocio”. Otras empresas antes de llegar a estos extremos, intentan hacer una gran campaña de marketing, anuncian rebajas y finalmente deciden trasladar su negocio a otros lugares donde sus ventas puedan tener más éxito. Algunas veces también podemos ver el letrero: “cerrado por reformas”.

También la Iglesia en un tiempo de crisis como el actual (declive de la práctica sacramental, descenso en vocaciones, abusos sexuales, descrédito de la Iglesia, disminución y abandono de creyentes…) ha de plantearse qué ha de hacer. Aunque la Iglesia, - Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu-, no sea equiparable a una institución comercial, mientras peregrina en la historia hacia la escatología, la Iglesia participa de los cambios, debilidades y avatares del tiempo presente y sufre con paciencia sus dificultades internas y externas (LG 8).

La Iglesia puede ciertamente dedicar esfuerzo y dinero para hacer “propaganda” misionera, vocacional, captar nuevos adeptos, lanzar una nueva evangelización, un nuevo impulso misionero, una misión permanente, promover campañas de oración por las vocaciones. Todo esto está muy bien, pero no parece suficiente si no va acompañado de una revisión y de una crítica interna.

También pueden las instituciones eclesiales invertir sus esfuerzos en hacerse presentes en lugares menos críticos, donde todavía se viven situaciones tradicionales y de Cristiandad, donde la Cristiandad todavía no parece agonizar. Pero esto aunque retrase su problema, a la larga no lo soluciona.

Tampoco es positivo que la Iglesia anuncie “rebajas”, pues el evangelio no admite componendas, medias tintas, ni tibieza: el seguimiento de Jesús es radical.

Menos aún puede “cerrar por liquidación” o anunciar quiebra, pues tiene el mandato misionero del Señor de evangelizar a todos los pueblos y sabe que el Espíritu del Señor estará presente en su Pueblo hasta final de los tiempos.

Pero la pregunta que podemos hacernos hoy es si no convendría por un tiempo “cerrar por reformas” algunas de nuestras instituciones eclesiales.

La Iglesia posee elementos irrenunciables en lo que toca a la fe, a la celebración litúrgica y sacramental, al ministerio, a la praxis cristiana del amor y del servicio a los más pobres. La Iglesia siempre tiene que ser fiel a Jesús y a su evangelio. Pero junto a estos valores irrenunciables, intocables, hay estructuras ligadas al tiempo, a la historia, a la cultura, a la sociología y psicología humana que son mutables. Juan XXIII en el discurso inaugural del Concilio Vaticano II distinguió cuidadosamente entre el “depósito de la fe” y la manera cómo se expresa. La tarea del Vaticano II no sólo está todavía inacabada, sino que hoy ha entrado en crisis.

La actual estructura ministerial de la Iglesia (diáconos, presbíteros, obispos) data del siglo II, la vida religiosa nació en torno al siglo IV, los movimientos laicales son más modernos pero no por esto indemnes al paso de los años. ¿Qué debemos hacer en esta situación de gran convulsión social, cultural, religiosa y espiritual, en este terremoto y tsunami paradigmático?

Si descendemos un poco a nuestra realidad, observaremos que la crisis de seminarios, de noviciados religiosos y de algunos movimientos laicales… no puede atribuirse simplemente a la maldad de los tiempos modernos y post-modernos, a la incoherencia e inmadurez de los jóvenes o al impacto negativo de los MCS, sino que nos obliga a preguntarnos si nuestras estructuras eclesiales, nuestros objetivos y metas, nuestros ideales, nuestro modelo y perfil del ministerio, de la vida religiosa, del movimiento laical están claros, son coherentes, responden a los signos de nuestros tiempos, o si más bien vivimos en una confusa ambigüedad entre un pasado que ya no se puede mantener y un futuro que no se acaba de vislumbrar ni se quiere realmente aceptar. Si no nos aclaramos en lo que queremos y hacia dónde vamos, tenemos el peligro de seguir aceptando a candidatos para nuestras instituciones que ya no sirven para un futuro próximo y por el contrario podemos rechazar a aquellas personas que sí serían capaces de afrontar los nuevos signos de los tiempos.

No basta promocionar campañas misioneras o vocacionales, no basta acudir a países de Cristiandad en busca de vocaciones, no podemos hacer rebajas ni abandonar el terreno, pero sí podemos temporalmente “cerrar por reformas”, es decir dejar de admitir momentáneamente a gente nueva a nuestras instituciones en crisis, reflexionar, discernir, orar, escrutar los signos de los tiempos, dialogar con gente lúcida de dentro y de fuera de la Iglesia, esperar, preguntarnos qué quiere el Señor de nuestras instituciones y de nuestros grupos eclesiales.

La palabra “reforma”, con una larga historia en la Iglesia, el Vaticano II la ha asumido y la ha hecho suya al afirmar que la Iglesia está llamada por Cristo a una continua reforma (UR 6). ¿No podría ser que el mismo Espíritu que guió a Jesús al desierto para discernir sobre su futura misión (Lc 4, 1) sea el que ahora conduce a la Iglesia a un tiempo de desierto, de silencio, de reflexión y de reforma? ¿Por qué no poner, pues, durante un tiempo, en las puertas de muchas de nuestras instituciones eclesiales un gran rótulo que diga “cerrado por reformas”?


domingo, 23 de mayo de 2010

LA RESURRECCIÓN DE PETER PAN

Un día descubrimos que el maravilloso librito que el escritor escocés James Matthew Barrie creó sobre Peter Pan no era únicamente un ingenuo cuento infantil, tal como nos habían dicho, ni muchísimo menos. Ello nos causó un gran disgusto, sobre todo porque significó que habíamos dejado de ser niños. Una vez que nos hicimos más grandes por fuera, pero sobre todo por dentro, aquel “niño maravilloso” que volaba y nunca crecía, nos comenzó a demostrar que no era un chico tan bueno como todos habían intentado hacernos creer, tanto él como nuestros papás, y hasta el señor Barrie. Porque Peter era muy egoísta y cruel, tanto como para separar a los hijos de sus padres e incluso dejar que una aterrada princesa Tigridia casi se ahogase antes de salvarla. Hasta se enorgullecía de dar celos y hacer rabiar sin piedad alguna a nuestra querida Campanilla, incluso exiliándola temporalmente del País de Nunca Jamás cuando le molestaba. Llegaba a extremos de tanta desfachatez como para jugar a voluntad con los sentimientos de la pobre Wendy en su propio beneficio, manipulándola sin escrúpulo alguno. También se mostraba arrogante con Los Niños Perdidos, los que se fueron dando cuenta de que todo lo que hacía era para presumir de su poder y magnificencia, pero que en el fondo ellos no le importaban nada. Peter no conocía la humildad o la compasión, ni siquiera sabía lo que eran la generosidad, la empatía o el amor, además de ser un incurable narcisista que únicamente buscaba halagos para alimentar su vanidad. No es de extrañar que debido a su necesidad de dominar completamente a los demás y controlar sus mentes y vidas, nuestro “joven héroe” haya sido comparado con un cruel líder fascista, un Hitler-niño, con un violento anarquista, e incluso diagnosticado de esquizofrenia infantil. En el fondo, el destino del pobre niño maravilloso era el de un ser muy débil, digno de compasión e infinitamente desgraciado. Así que no nos causara tanta sorpresa cuando nos dijeron que Peter Pan había muerto de soledad y tristeza.

La serie de fantásticos e inesperados acontecimientos que ocurrieron después de su desaparición es el tema de esta, tal vez increíble, pero aún así, verdadera historia. Porque, sorprendentemente, Peter Pan… ¡resucitó! Sin embargo, el cambio más extraordinario que se había producido en él no había sido el de volver a la vida, sino que en su segunda existencia ¡no parecía el mismo! Ahora era una segunda persona completamente distinta, exactamente el polo opuesto de la que había sido con anterioridad. Lo que no podemos decir aún, es si volvió desde el más allá para quedarse para siempre en un psicótico País de Nunca Jamás, o finalmente retornó a un más sano, místico y recobrado Paraíso de Edén.

Esta es la historia de la segunda venida, aparte de un símbolo de la feroz lucha de la humanidad contra el mal desde su mismo principio hasta, tal vez, el final de los tiempos.

sábado, 22 de mayo de 2010

PARA PONER AL DÍA LA FE

"La humanidad abriga una esperanza:
verse liberada de la esclavitud
y alcanzar la libertad de los hijos de Dios.
Mientras, lanza gritos de dolores de parto."
 Pablo, Romanos 8, 20]


Los adelantos en el conocimiento de lo cristiano están siendo tan profundos, tan radicalmente innovadores e iluminadores en cualquier campo, que todo creyente responsable está obligado a ponerse al día y repensar su fe.

Quizás tenga que desmontar usted muchos de sus viejos esquemas.

Nuestra verdadera y única intención es ayudarle a apuntalar su fe en Jesús de Nazaret; aumentar su amor a la humanidad; y que no pierda nunca su esperanza en el Padre de todos.

No tenemos ninguna gana de escandalizar a nadie ni de jugar con cosas tan serias.

Este portal no es para todos. No se escribe para esa, todavía enorme, cantidad de creyentes que vive, tranquila y segura, su fe en un Dios Padre que ama a los hombres, premia a los buenos y castiga a los malos, a las que las teologías sólo pueden perturbar. Hijos anónimos de un Dios bueno. Muchos, sin saberlo.

Estas páginas se escriben pensando en los otros. Los que sufren su fe enredada en una iglesia clerical a la que no comprenden ni, a veces, aceptan. A ellos quisiéramos decirles que no están solos; que somos muchos.

Las conclusiones a las que llegamos están implícitas o explícitas en la mayoría de los libros de los mejores teólogos y en los análisis más actuales sobre el contenido de los libros sagrados del cristianismo.

Nada hay terminado en Teología. En el mundo católico – el nuestro – se padece una inflación de dogmas, soluciones, y respuestas. Dogmas, soluciones y respuestas devaluadas. Sin valor ya en el “mercado”.

Renovar no es renegar. Repensar no es abjurar. Madurar no es olvidar. La relatividad no es relativismo.

O crecemos o se nos muere la fe. Una fe adulta es una fe personal, valiente, sin miedos infantiles. La fe adulta sólo se encuentra en personas adultas que no tienen miedo a preguntarse, no tienen miedo a la duda, no tienen miedo a caminar a contracorriente, a protestar ante el Sanedrín, a preguntar, una y otra vez a Jesús: ¿dónde vives?

Dentro de la pluralidad y diversidad de temas encontrarás un río de pensamientos nuevos, luces nuevas que no te dejarán indiferente: te indignarás o te tranquilizará. Pero no te pares: sigue tú pensando, buscando. Vive tu fe como un adulto.

La misma vida te irá hablando de Dios. “Hay otras muchas cosas que ahora no podéis comprender. El Espíritu os irá llevando hacia la Verdad Toda”.

viernes, 21 de mayo de 2010

LA CUESTION SOCIAL

Ignacio Ramonet , Le Monde Diplomatique

Bajo el lema “¡Alto a la miseria!”, la Unión Europea (UE) ha declarado 2010 “Año de la pobreza y de la exclusión social”. Y es que ya hay, en la Europa de los Veintisiete, unos 85 millones de pobres (1)… Un europeo de cada seis sobrevive en la penuria (2). Y la situación se sigue degradando a medida que se extiende la onda expansiva de la crisis. 

La cuestión social vuelve a colocarse en el corazón del debate. La ira popular se manifiesta contra los Planes de austeridad en Grecia, Portugal, España, Irlanda, etc. Las huelgas y las protestas violentas se multiplican. Muchos ciudadanos expresan también un rechazo a la oferta política (crece la abstención y el voto en blanco) o una adhesión a diversos fanatismos (sube la extrema derecha y la xenofobia). Porque la pobreza y la desesperación social ponen en crisis al propio sistema democrático. ¿Asistiremos a una explosiva primavera del descontento europeo? 

En España, el 20% de la población, o sea unos diez millones de personas, se hallan ya en la pobreza (3). Con casos particularmente indignantes como el de los hijos de extracomunitarios (más de la mitad de ellos viven en la indigencia), y el de las “personas sin hogar”, nivel máximo de exclusión social (4). Hay más de 30.000 personas sin hogar (en Europa, cerca de medio millón). Centenares de ellas, cada invierno, mueren en la calle… 

¿Quiénes son esos pobres de hoy? Campesinos explotados por las grandes distribuidoras, jubilados aislados, mujeres solas con hijos, jóvenes con empleos basura, parejas con hijos viviendo con un único sueldo, y obviamente la gran cohorte de activos que la crisis acaba de dejar sin empleo. Jamás hubo en la UE tantos parados: 23 millones (cinco más que hace un año). Lo peor es que la violencia del desempleo golpea sobre todo a los menores de 25 años. En materia de paro juvenil, España ostenta la tasa más catastrófica de Europa: 44,5% (la media europea: 20%). 

Si la cuestión social se plantea hoy de modo tan espinoso es porque coincide con la crisis del Estado de bienestar. Desde los años 1970, con el auge de la globalización económica, salimos del capitalismo industrial para adentrarnos en una era de capitalismo salvaje cuya dinámica profunda es la desocialización, la destrucción del contrato social. Por eso se están respetando tan poco los conceptos de solidaridad y de justicia social. 

La transformación principal se ha producido en el ámbito de la organización del trabajo. El estatuto profesional de los asalariados se ha degradado. En un contexto caracterizado por el desempleo masivo, la precariedad deja de ser un “mal momento transitorio” mientras se encuentra un empleo fijo, y se convierte en un estado permanente. Lo que el sociólogo francés Robert Castel llama: el “precariado” (5), una nueva condición infrasalarial que se ha extendido por toda Europa. En Portugal, por ejemplo, un asalariado de cada cinco tiene ya un contrato llamado “recibo verde”. Aunque trabaje desde hace años en la misma oficina o la misma fábrica, con horarios fijos, su patrón es un simple cliente al que factura un servicio y quien puede, de la noche a la mañana, sin ninguna indemnización, romper el contrato. 

Semejante degradación del estatuto de asalariado agrava las desigualdades porque excluye de hecho a un número cada vez mayor de personas (sobre todo jóvenes) del sistema de protección del Estado de bienestar. Las aísla, las margina, las rompe. ¿Cuántos suicidios de trabajadores en su lugar mismo de trabajo? 

Abandonados a sí mismos, en feroz competencia de todos contra todos, los individuos viven en una especie de jungla. Lo cual desconcierta a muchos sindicatos, otrora poderosos, y tentados hoy de colaborar con las patronales. 

La eficacia económica se ha convertido en la preocupación central de las empresas, que descargan sobre el Estado sus obligaciones de solidaridad. A su vez, el Estado desvía estos imperativos hacia las Organizaciones no gubernamentales (ONG) o las redes humanitarias privadas. De ese modo, lo económico y lo social se van alejando permanentemente el uno del otro. Y el contraste entre los dos resulta cada vez más escandaloso. 

Por ejemplo, en España, mientras el número de parados alcanzaba en 2009 la cifra de 4,5 millones (3,1 millones en 2008), las empresas cotizadas en Bolsa repartían 32.300 millones de euros a sus accionistas (19% más que en 2008). El año pasado, los beneficios de los diez principales bancos europeos superaron los 50.000 millones de euros… En un continente castigado por la peor recesión desde 1929… ¿Cómo es posible? Porque a partir de la crisis del otoño de 2008, los Bancos centrales prestaron masivamente, con tipos de interés mínimos, a la banca privada. 

Ésta utilizó ese dinero barato para prestar a su vez, con tipos más elevados, a las familias, a las empresas… y a los propios Estados. Así ganó esas millonadas. Ahora, la deuda soberana alcanza niveles excepcionales en varios países -Grecia, Irlanda, Portugal, España…- cuyos gobiernos han tenido que imponer drásticos Planes de austeridad a sus ciudadanos para satisfacer las exigencias de los actores financieros… causantes de la crisis del 2008. Una desvergüenza que exaspera y enfurece a millones de asalariados europeos. 

Los ricos siguen enriqueciéndose mientras crece el número de personas sin empleo o en la precariedad, con un poder adquisitivo más reducido, en condiciones de trabajo degradadas, soportando la violencia física y simbólica de unas relaciones sociales endurecidas en una sociedad cada vez menos cohesionada. ¿Cuánto aguantará el hastío popular? ¿Acaso no advirtió el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), el pasado 17 de marzo, que si no se reforma el sistema financiero “habrá revuelta social”?

Notas:
(1) Es “pobre” la persona que vive con menos del 50% de la Renta media disponible neta (RDN) del país correspondiente. En España, el ingreso medio mensual se sitúa en torno a los mil euros.
(2) Cf. The Social Situation in the European Union 2007, Bruselas, 2008 (http://ec.europa.eu/employment_social/spsi/reports_social_situation_
fr.htm).
(3) Léase Informe de la Inclusión social en España, Fundació Un sol mon, Caixa Catalunya, Barcelona, 2008.
(4) Consúltese: www.enredpsh.org
(5) Robert Castel, La Metamorfosis de la cuestión social, Paidós, Barcelona, 1997.



miércoles, 19 de mayo de 2010

ROCORTAMOS SALARIOS, CONGELAMOS PENSIONES, PERO...


Esto circula por las administraciones y dependencias de la Agencia Tributaria, Hacienda para entendernos, que también son de los funcionarios con recortes.

No son rumores, sino Boletines Oficiales del Estado.Eso sí, ni a los de Televisión Española, ni a los de Radio Nacional, ni a AENA ni a RENFE ni a las Autoridades Portuarias las recortan nada, los primeros para que no hablen, y los segundos para que no vayan a hacer una huelga y paralicen el pais.¡Ah! y lo último: en el BOE de hoy viene la subvención que le da el gobierno a los sindicatos, que ya han postpuesto la huelga del 2 de junio para el día 8, Lo siguiente será que la desconvoquen. 15.798.500 EURITOS DE NADA.Adjunto también el BOE de hoy.

Unos ejemplos de en qué se ha gastado el dinero ultimamente...

Esto es serio y se adjunta PDF con el BOE correspondiente.
1º Ministerio de Igualdad:845.803 euros (ochocientos cuarenta y cinco mil ochocientos tres euros) Página 2: Investigadora: Nieves Martín Alguacil Titulo de la Investigación: "Elaboración de un mapa de inervación y excitación sexual en clitoris y labios menores: aplicación en Genitoplasia Cantidad: 26.597 €
2º Subvencion al "BASQUE CULINARY CENTER FUNDAZIOA" para la puesta en marcha del "Basque culinary Center". Cantidad: 7.000.000,00 de euros (1.164.800.000 Ptas) ¡SANGRANTE! No os perdáis los nombres de los agraciados "socios fundadores"

3º Resolución de 30 de diciembre de 2009, del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. Ayudas para la producción de películas y documentales para televisión: 3.500.000 euros+ 52.400.000 de euros para ayudas para la amortización de largometrajes.
4º Resolución de 22 de enero de 2010, del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. Ayudas para la organización de festivales y certámenes cinematográficos145.000 euros +280.000 euros + 675.000 euros +1.250.000 euros
5º Resolución de 27 de enero de 2010, del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. Por la que se convocan para el año 2010 ayudas para la distribución de películas de largometraje y conjuntos de cortometrajes, españoles, comunitarios e iberoamericanos: 5.000.000 euros
6º BOE del 4 de febrero, ayudas al sector del cine en todas sus vertientes. Y hay que añadir las ayudas que se conceden por otras cuestiones, tales como cortometrajes, dibujos animados, etc.: : 2.300.000 euros + 3.500.000 euros + 10.000.000 euros+ 1.900.000 euros+ 600.000 euros +5.000.000 euros +
7º Subvenciones a la construcción de monovolúmenes, todoterrenos, familiares, coches ecológicos, su presentación en exposiciones y proyectos de nuevos coches. Hasta ahí, todo “normal”. La broma “sólo” sale por 33.550.000 euros. ETC, ETC.

SOBRE JOSÉ MARÍA DÍEZ ALEGRÍA

Domingo Melero

Eran los años del franquismo, antes y después del Concilio. Los tres se llamaban José María. Los tres fueron animadores de una nueva manera de vivir el cristianismo y alimentaron desde sus respectivos carismas –relectura de la biblia, compromiso con el mundo obrero, ética de la inteligencia y la libertad– el movimiento de las comunidades cristianas populares. González Ruiz, Llanos y Diez Alegría. Muchos de nuestros itinerarios cambiaron. Pero como no eran como Josemaría no enrolaron sino que liberaron. Dos de ellos nos han dejado. El otro vive una lúcida vejez hacia la Plenitud. Domingo Melero, que ha estado muchos martes aquí, nos habla de él. Y seguro que el próximo fin de semana le llevará el eco de lo que aquí evoquemos sobre lo que él y los otros dos han representado para nuestras vidas. 

Conocí a José Mª en 1972, un año después del conflicto a raíz de su libro. Él tenía 61 años y yo 24. Ahora, él tiene 98 y yo, los que él tenía entonces. José Mª venía cada año a Tarragona para pasar unos días con tres jesuitas que vivíamos en La Floresta, un barrio obrero de las afueras. El mayor de nosotros daba clases de filosofía en un Instituto, el segundo trabajaba en una fábrica de aglomerados y contrachapados y yo era oficial en un taller de carpintería.

Cuando José Mª venía (una vez lo hizo con Llanos), daba algunas charlas a diversos grupos convocados por el mayor de nosotros. Pero lo más interesante eran los paseos y las tertulias. Cinco años después, en 1976-77, Llanos y José Mª, para ser breve, “bendijeron” mi decisión de no ordenarme y de salir de la Compañía, así como luego “bendijeron”, en cuanto conocieron a mi mujer, que me casara con ella.

Después de esto, además de vernos cada vez que volvía por Tarragona, José Mª vino una vez exprofeso para bautizar a nuestros dos hijos, ya con 11 y 9 años, según un rito adaptado por mí y que él hizo suyo. Esto fue en el 1990 y, en julio de 1992, nos trasladamos a Madrid. Llanos había fallecido en febrero de ese año y José Mª, con 81 años, comenzó a venir a casa muchos domingos, así como a pasar dos semanas en verano (cosa que muchos de nuestros amigos recuerdan). Así hasta hace cuatro años, en que se trasladó a la enferemería de los jesuitas en Alcalá. Allí vamos a visitarlo las mañanas de los sábados o de los domingos, cosa que para mi mujer y para mí es como un rito.

Quiero decir con todo esto que mi “testimonio” en esta tesis no es académico ni es temáticamente teológico o filosófico, y que sólo obedece a la amistad y a la propuesta de Juan Antonio Delgado de hacerlo. Eventualmente, he filmado algunas entrevistas con José Mª; recuerdo bastantes anécdotas, expresiones y observaciones suyas que me han hecho pensar; sé que cuando falte releeré sus libros; a veces hemos discrepado un poco en algunos temas, como es normal. Pero lo que constato y me da que pensar en esta etapa de ahora es, sobre todo, que visitarle, aparte de alegrarle a él, es importante para mí; me conforta hacerlo y escucharle lo que suele repetirnos acerca de su situación, sus recuerdos y su deseo de una muerte rápida y tranquila, sin molestar, como la de algunos conocidos suyos, cuyo final nos cuenta cuando ya casi tiene él «puesto el pie en el estribo», como el gran Cervantes.

Los versos manriqueños también famosos, «y consiento en mi morir / con voluntad placentera / clara y pura», son asimismo, pese sus adjetivos un tanto exagerados, verdad en su caso. Esta actitud suya, de consentir en el morir, implica el sentimiento (en el sentido fuerte y no sentimiental del término) de que el acto final de la vida no desemboca en un no ser absoluto; dicho esto sin que afirmarlo comporte enunciar necesariamente un contenido intelectual positivo, salvo el mero acto de la afirmación desnuda. Por eso José Mª nos recita amenudo aquella copla antigua que se recoge en el Quijote (cosa que yo ya no le digo cuando él me dice que es de santa Teresa): «Ven, muerte, tan escondida / que no te sienta venir, / porque el placer de morir / no me torne a dar la vida».

¿Qué añadir, acerca de su obra, a esta paz contemplativa última que él nos transmite y que creo que también otros captarán en otros mayores cuya presencia, unidad y existencia les confortan, aunque no tengan la cultura de José Mª? Me viene en todo caso recordar, puestos a enunciar algún contenido específico de su obra, el minuto y las palabras que José Mª pronunció, hace dos años, cuando le dieron la “medalla de oro al trabajo”.

Su elección fue meditada y, si yo tuviese que asociar a José Mª con alguna cuestión, también habría escogido la misma: José Mª ha contribuido, con su inteligencia, su humor, sus escritos, sus gestos y su conducta, a que la libertad de conciencia, la libertad religiosa, la tolerancia y la convivencia entre gente de opiniones dispares sean un poco más irrenunciables y evidentes en nuestra sociedad por serlo un poco más entre los católicos, aunque aún falte bastante. Tanto sus escritos como su forma de actuar a partir de su firme decisión de publicar su librito de 1971 coinciden en testimoniar a favor de esta libertad en el orden del pensamiento y de la expresión.

José Mª ha sido (y ojalá lo siga siendo porque se le recuerde) un referente influyente en esta cuestión que aún tanto les cuesta aceptar y hacer suya, tanto a la mayor parte de la jerarquía católica (obispos, sacerdotes, instituciones religiosas) como a muchos católicos convencionales y conservadores, y no sólo para aplicar dentro de su confesión sino en la sociedad. Cuando José Mª falte, merecería ser recordado como una de las personas con mayor autoridad moral, dentro de España, entre los integrantes del “catolicismo conciliar”; nombre que los “católicos de toda la vida”, integristas y de cristiandad, más políticos que espirituales, dieron a la corriente evangélica impulsada por el papa Juan XXIII; corriente que prevaleció un tiempo y que sigue subterránea aún en muchos que, de forma no violenta y silenciosa pero dolida, se distancian cada vez más del catolicismo oficial.

Por esto quisiera recordar, para terminar, una de las cosas que nos cuenta en casi cada visita. Es la frase de san Antonio de Padua que José Mª descubrió cuando era profesor en la Gregoriana y que aún nos repite, como digo, no sin humor y sencillez franciscanas, y no sin las matizaciones y ampliaciones propias de un profesor de ética y de moral que, a sus 98 años, aún se aplica primero a sí mismo lo que dice, salva además a las personas, y aplica lo que dice a otros terrenos ideológicos distintos del religioso: «Praelatus peccati affectus, simia in tecto praesidens Dei populo» (el prelado afecto al pecado es como una mona en el tejado presidiendo el pueblo de Dios). Que la libertad tanto del santo del siglo XIII como del anciano sacerdote del siglo XX-XXI nos inspiren a todos con independencia de nuestras posiciones ideológicas.

[Escrito en enero de 2010, para la sección de testimonios de la tesis de Juan Antonio Delgado sobre el pensamiento de José Mª Díez Alegría.]

martes, 18 de mayo de 2010

MANIFIESTO CONTRA LAS MEDIDAS DE AJUSTE DEL GOBIERNO DE ESPAÑA

Delegación de Pastoral del Trabajo y Comisión Diocesana de Justicia y Paz de Madrid 

El pasado 12 de mayo el presidente del Gobierno exponía en el Congreso de los Diputados un conjunto de medidas que comprenden la reducción de las retribuciones del personal del sector público desde junio de 2010, la congelación de las pensiones de jubilación en 2011 con excepción de las mínimas y las no contributivas, la supresión de la prestación por nacimiento, la supresión de la retroactividad de las solicitudes de prestaciones por dependencia al día de solicitud, la reducción de la ayuda oficial al desarrollo y la reducción de la inversión pública estatal. En esta semana un decreto- ley se publicará posiblemente para conferir fuerza legal a estas medidas.

Queremos pronunciarnos sobre estas medidas. No entramos en el juicio de su eficacia para reducir el déficit y mejorar la marcha de la economía. Pretendemos mirar la historia cercana como lugar donde el Dios de N. S. Jesucristo se manifiesta. Sabemos que su opción por los más pobres es el punto de vista desde donde quiere dar Buenas Noticias a todos, empezando por los que las reciben malas de parte de la vida.

El paquete de medidas que ha propuesto el presidente Zapatero en el Parlamento el 12-05-10 manifiesta que pagan los platos rotos de la crisis algunos de los sectores más débiles y traerá consigo una pérdida neta de bienestar grande para los sectores más desfavorecidos. No es, por tanto, un conjunto de medidas equitativas. Los recortes no afectan por igual al conjunto de la sociedad y especialmente no afectan a quienes se enriquecieron y causaron la crisis sino a quienes la están sufriendo.

Anuncia recortes en el gasto público, en las prestaciones sociales a los discapacitados y dependientes. Esto supone un robo infame de derechos y de dinero a miles de discapacitados y dependientes que nunca podrán salir a la calle a protestar contra esta medida.

El paquete recauda en el caladero de las personas que dependen de una nómina (jubilados y empleados). Es especialmente sangrante congelar las pensiones de los jubilados. Echamos de menos medidas políticas impositivas más justas que luchen contra la evasión y el fraude fiscal para que quienes han ocasionado la crisis aporten también su esfuerzo. Tampoco sugiere acciones para recaudar más impuestos sobre los beneficios extraordinarios que están obteniendo los especuladores y las grandes corporaciones y entidades financieras.

Retira el cheque bebé (que siendo en realidad una medida muy liberal el presidente presentó en su día como una de las grandes conquistas sociales de su gobierno) sin distinguir entre los más pobres y los ricos. Por último, reduce la ayuda al desarrollo con lo que pasa la factura de nuestras crisis a los más empobrecidos que viven más allá de nuestras fronteras. En estos días el número de hambrientos en nuestro planeta es el más alto de la historia.

Sabemos que en el núcleo del problema de esta crisis económica está la codicia, tanto a nivel individual como institucional, y un desprecio total por el bien común y el bienestar de todos. Esa codicia y ese desprecio por el bien común es el origen de estas medidas que pretenden salvaguardar las riquezas acumuladas por los especuladores financieros y traspasar la factura de sus deudas al conjunto de la sociedad y, especialmente, a los más empobrecidos. Tememos que después de estas medidas vendrá la anunciada reforma laboral que traerá más precariedad y pobreza a todos los trabajadores.

Nos duele, nos sigue doliendo el desempleo, los desahucios, los hogares con la luz cortada y sin agua, la pobreza que sufren tantos madrileños y que nos afecta a todos y especialmente a los trabajadores inmigrantes, a los jóvenes y a las mujeres. Nos hiere la crisis alimentaria mundial.

Por todo ello, a la luz del Evangelio y de la doctrina social de la Iglesia, proponemos una economía y una sociedad al servicio de la persona, donde se respete la dignidad humana y se priorice al que sufre, donde los cristianos y todas las personas de buena voluntad vivamos la austeridad para compartir y defendamos pública y privadamente el bien común y el destino universal de los bienes.

• Reclamamos una mayor progresividad fiscal y un gasto público más redistributivo.

• Exigimos una Administración Pública con recursos suficientes y atenta a las necesidades de todos los ciudadanos, donde la responsabilidad sea premiada y la indolencia y la pereza sea perseguida.

• Reclamamos el apoyo público a las pequeñas empresas y a las empresas de economía social, el apoyo a la innovación tecnológica y a las organizaciones que trabajan con los más empobrecidos.

Nos comprometemos a continuar los esfuerzos de acogida y acompañamiento a todos los heridos por el paro y la precariedad. Nos comprometemos a cambiar nuestra propia vida, a cambiar nuestro consumo y nuestro ahorro en un consumo responsable, atento a las necesidades de los empobrecidos, apoyando l as redes de economía alternativa y la banca ética. No queremos desatender la lucha por la justicia. Es urgente nuestra participación en la vida social y política y el desarrollo de la ciudadanía democrática en las relaciones políticas y económicas. Para esto, hoy más que nunca, debemos combatir la ignorancia, denunciar los intereses particulares que atentan contra el bien común, y apostar por los valores del Evangelio y la dimensión de fraternidad en las relaciones sociales.


lunes, 17 de mayo de 2010

CORTINA DE ALBAHACA

Silvio Rodríguez Domínguez

Este texto fue enviado al director de El País el 15 de mayo, a las 11:37 de la mañana, con petición de ser publicado. El periódico madrileño no lo tuvo en consideración

Un grupo de artistas y escritores españoles ha lanzado una plataforma para democratizar a Cuba. Y cuando un cubano opina diferente, decretan que sus argumentos son cortinas de humo de la dictadura que padece y lo comparan con los franquistas. Pero los dioses parecen haberles castigado. Porque, precisamente por haberse atrevido a investigar los crímenes del franquismo, el Consejo General del Poder Judicial acaba de suspender al juez Baltasar Garzón de la Audiencia Nacional de España. Esta sentencia es un golpe durísimo a una democracia desde la que se pretende juzgar o mandar a juzgar los supuestos defectos ajenos, pero ojo con quien toque a los propios.

El veto a Garzón, considerado un héroe, ocurre en el mismo país que hace pocos años dio al mundo una verdadera lección de democracia, al votar contra el partido gobernante que los metió en una guerra injusta, haciendo oídos sordos a enormes manifestaciones populares. Personalmente no me explico cómo estas personalidades han llegado a la conclusión de que la política hacia Cuba debe ser la del aislamiento y el bloqueo. Es como si desconocieran que hace medio siglo esa misma política no ha logrado mover ni un milímetro la determinación de la mayoría de los cubanos.

Por otra parte, los cubanos también queremos cambios, pero consensuados por nosotros. Esas transformaciones ocurrirán más temprano o más tarde y la única política capaz de acelerarlas es el fin del bloqueo. Todo lo que se nos haga con asedio y presiones no podremos considerarlo a nuestro favor, sino como un insulto a nuestra autodeterminación, una injerencia inadmisible en nuestras vidas. Tantas agresiones y amenazas nos han enseñado que la supervivencia pasa por una sociedad orgánica, íntegra, indivisible. Así hemos salido airosos de embates artificiales y naturales. Pero sabemos que somos el resultado de un apremio, por vivir acosados. No creemos en un gobierno centralizado para siempre. Más bien solemos verlo como un concepto de emergencia, un mal necesario que el camino de la emancipación nacional nos ha impuesto para sobrevivir. El fin del bloqueo nos despejará profundamente, creando condiciones para que avancemos también en el concepto democrático. Subrayo que no quiero decir que sólo sin el bloqueo seremos más democráticos, sino que estoy seguro de que así lo conseguiremos más pronto.

La flamante plataforma propone aislar aún más a Cuba y agravar nuestra ya precaria economía. Pretende convencer al mundo de que la asfixia resolverá nuestros problemas. Su hipotético éxito significaría mucho más sufrimiento para nuestro pueblo, que lleva medio siglo enfrentando todo tipo de dificultades. Nuestra larga experiencia en “propuestas” foráneas nos dice que esta acción no es más que un nuevo artilugio para obligarnos a hacer lo que otros consideran que debemos hacer. Partiendo de que se trata de personas bien intencionadas, no sé cómo no entienden la ofensa de pretender que nos volvamos como ellos, con las reservas que despiertan esas democracias de banqueros ladrones y ejércitos ocupantes. Para colmo, cuando respondemos que no estamos de acuerdo, pretenden negarnos el derecho a que se nos escuche, porque todo lo que no razone como ellos ―dicen― viene contaminado de dictadura.

Capitaneados por un gran escritor peruano con un largo historial reaccionario, ciertos intelectuales españoles han decidido gastar más horas elucubrando cómo hacernos daño que investigando hasta qué punto viven en una democracia. Algunos parecen más preocupados por Orlando Zapata ―un hombre que tuvo el valor de escoger su propia muerte y enfrentarla―, que de los más de cien mil españoles asesinados en la era de Franco. Es triste ver lo poco que les interesa profundizar en la realidad cubana, cuando sus conclusiones son las mismas que las de los peores enemigos de nuestra dignidad. Por eso acabo admitiendo que esta página efectivamente es una cortina, no de humo pero sí de albahaca, contra la fetidez de su pretendida salvación.



domingo, 16 de mayo de 2010

AJUSTAR CUENTAS

Imanol Zubero
No sería honesto si en este primer comentario tras el anuncio de ajuste económico -de durísimo ajuste económico- realizado por el presidente del Gobierno me refiriera a cualquier otro asunto que no fuera precisamente ese. Desde la responsabilidad, pero también desde la indignación y la mirada constructivamente crítica.
La responsabilidad me viene exigida por mi actual situación; pero esa responsabilidad no puede anular la reflexión personal, menos aún cuando uno desea ser tomado en serio cuando manifiesta sus opiniones ya sea a través de este blog, ya de otros medios de comunicación. Antes que a ninguna otra cosa, uno se debe a sí mismo.

Precisamente, considero que el principal problema que lastra hoy a la democracia de partidos en España es la teología del unanimismo: la falsa idea, convertida en dogma, de que la única manera de acuerdo posible es el acuerdo sin fisuras, de que la única forma de apoyo aceptable es el apoyo incondicional; la idea de que el militante político debe ser siempre un librador de cheques en blanco. En suma, la conversión de los partidos políticos en instituciones tayloristas, en las que impera una férrea división del trabajo entre los que deciden -pocos, poco variados, poco contrastados y poco evaluados- y los que no tienen otra función que aplicar lo decidido. Pero de esto hablaremos con más detenimiento en otra ocasión.

Hoy toca hablar del ajuste. O empezar a hablar, pues también tendremos que volver al tema más de una y dos veces en las próximas semanas. ¿Mi impresión general?
Diferenciando entre necesidad y virtud, no dudo de que el ajuste se ha vuelto necesario. Ningún político toma decisiones que pueden suponerle un alto coste si no es porque no tiene otro remedio. Y esto, al menos, hay que valorarlo.

Otra cosa es plantearse por qué se ha vuelto imprescindible el ajuste, así como las medidas concretas que se han tomado. Y las que no.

El ajuste se ha vuelto imprescindible -no sólo en España, no sólo en Grecia, también en Gran Bretaña, también en Francia e Italia- porque un capitalismo de casino nos hechizó con la promesa de un círculo virtuoso que ha acabado convertido en un círculo infernal:

"El aparente círculo virtuoso, que llevaba del endeudamiento al consumo y desde éste a la producción, que demandaba más crédito, había dado paso al circuito infernal: de la escasez de crédito a la abstinencia de consumo que paralizó la producción; de esa paralización, a la morosidad y al endurecimiento del crédito" [M.A. Lorente y J.R. Capella, El crack del año ocho].

El problema no está en el sector público, ni en la supuesta rigidez del mercado de trabajo. El problema está en un modelo económico basado en la acumulación por desposesión; un sistema en el que, como denuncia Martine Aubry, "para salvar a los pueblos, como en el caso griego, nadie es capaz de ponerse de acuerdo. Pero cuando peligran las bolsas y los mercados, sí".

Y ahora hay que ajustar cuentas. Y el Gobierno, como es su obligación, se pone a ello. Y lo hace intentando minimizar sus consecuencias. Y lo hace intentando repartir proporcionadamente sus costes. No tengo ninguna duda de la orientación y el objetivo generales de las medidas adoptadas. Pero, ¿tocar las pensiones, generando incertidumbre en un colectivo al que lo único que le queda es, muchas veces, un futuro sin sobresaltos? ¿Y recortar la ayuda oficial al desarrollo? Si la solidaridad sólo puede ejercitarse en tiempos de abundancia, apaga y vámonos.

No hay más remedio que ajustar cuentas. Vale. Habrá que hacerlo. Pero yo también quiero ajustar cuentas con quienes han hecho del desastre su beneficio.
Y en este otro ajuste todavía no hemos hecho nada.



LAS TRABAJADORAS DOMÉSTICAS PASAN A LA ACCIÓN

Ante el freno al reconocimiento de sus derechos

José Luis Palacios

El pasado 28 de marzo, unas doscientas mujeres, la mayoría inmigrantes, del Taller Territorio Doméstico se echaron a las calles de Madrid para pedir el «fin de la esclavitud»,de la legislación que las condena a trabajar sin derechos, ni garantías. Recorrieron las vías públicas de la capital, plumero en mano, limpiado los escaparates y exigiendo el reconocimiento jurídico y social a su trabajo.

 El año pasado terminó con unas 300.000 personas afiliadas al Régimen Especial de trabajadores del Hogar, de las que más del 90 por ciento son mujeres y cerca del 60 por ciento, inmigrantes. Sin embargo, por su carácter informal, las estimaciones apuntan a que la cifra real de trabajadoras domésticas podría alcanzar el millón de personas.

El Estatuto de los Trabajadores, aprobado en 1980, no se aplica al sector del servicio doméstico. Una ley de 1985 regula –mas bien desregula– las condiciones de trabajo del sector, reduciendo derechos y permitiendo, de hecho, todo tipo de abusos. Las empleadas del hogar (la mayoría de las trabajadoras son mujeres) pueden trabajar un máximo de nueve horas al día, sin contar «los tiempos de presencia, a disposición del empleador ». En el caso de las internas, tan sólo disfrutan de 36 horas libres a la semana. No tienen cobertura por enfermedad común, hasta el día 29 y a partir del segundo mes de baja deben pagarse íntegra la Seguridad Social, con lo que les quedan menos de 400 euros al mes.

El sueldo legal no supera el salario mínimo, que puede verse reducido en un 45% a cambio de alojamiento y manutención. «Por voluntad del empleador » pueden ser despedidas legalmente, con una indemnización de siete días por año trabajado. Pero lo más grave radica en que basta un contrato verbal, para establecer la relación laboral, con lo que cualquier abuso o incumplimiento de lo inicialmente pactado resulta muy difícil de probar.

Con la incorporación de las mujeres inmigrantes, con y sin papeles, las condiciones no han mejorado. Más al contrario, familias sin escrúpulos, encontraron en la irregularidad de las trabajadoras extranjeras, un nuevo elemento para atemorizar a sus empleadas e intensificar la explotación.

Tras décadas de lucha infructuosa por la dignificación y el reconocimiento de los trabajadores del servicio doméstico, a finales de 2007, se abrió un hilo de esperanza. Entre los temas a tratar dentro del marco de negociación de la reforma laboral se incluía la desaparición del Régimen Especial de los Empleados del Hogar con su consiguiente equiparación al del resto de los trabajadores.

Pero la reforma no salió adelante en 2008, la fecha inicialmente prevista por el gobierno, por lo que empezó a cundir el desánimo entre los colectivos de trabajadoras. En enero de este año, el gobierno propuso a los agentes sociales una nueva regulación progresiva que concluiría dentro de unos años y que se quedaba todavía lejos de la total equiparación con el resto de los asalariados. Al menos, apostaba por el contrato por escrito y unas cotizaciones a la Seguridad Social proporcionales al tiempo de trabajo real. Los sindicatos han propuesto la cotización desde la primera hora trabajada y con arreglo a sus salarios reales, el derecho al desempleo y una cobertura de la baja por enfermedad equiparable a la de otros asalariados. También propone que su salario sea como mínimo equivalente al salario mínimo interprofesional (SMI) anual en 14 pagas, sin descuentos por alojamiento o comida, con supresión de despido de 7 días por año, la mejora de sus descansos y su jornada laboral, y que se promueva la prevención y la salud laboral a través de su formación.

Las centrales de trabajadores apuestan además, por no considerar trabajadoras del hogar a las cuidadoras de personas profesionales o a los que trabajan como jardineros o chóferes.

Como alternativa para contrarrestar los miedos del Ejecutivo y la Patronal referidos al incremento del déficit público y el aumento de los salarios en el sector y de la economía sumergida, por el fomento de las empresas de servicio doméstico, tanto privadas como concertadas e incluso en manos de las trabajadoras, como una vía de integración en el mercado de trabajo normalizado.

sábado, 15 de mayo de 2010

¿NO QUIERE PARAR DE CONSUMIR? TRANQUILO QUE YA LE OBLIGARÁ LA REALIDAD A ELLO

S. Regueira, en 'El Faro de Vigo'

Joaquín Sempere es profesor de Sociología de la Universidad de Barcelona y autor de diversas obras sobre la explosión consumista, el final de los combustibles no renovables y la crisis ecológica. Sus campos de investigación preferentes se centran en las necesidades humanas y ambientales. Participó en la Semana Galega de Filosofía 2010 con una ponencia sobre el decrecimiento. "Cuando los bancos o los financieros hablan de crecimiento”, explica el sociólogo Joaquín sempere, “no tiene nada que ver con el progreso humano, con la necesidad real, sino con un único concepto: aumentar, aumentar, aumentar siempre el volumen de la economía”

Incluso sin saber muy bien para qué se aumenta 

Exacto. Ahí está la gran pregunta: ¿Para qué? Es normal cuando uno esté en la pobreza incrementando y mejorando su alimentación, su espacio vital, sus comodidades, pero si se piensa que eso puede crecer indefinidamente ya cobra un nuevo sentido.

Teniendo un techo y comiendo tres veces al día ¿para qué crecer más?

Ésa es justamente la pregunta que no sólo indica lógica sino que hoy adquiere unas características nuevas porque resulta que la población mundial en sólo 200 años se ha multiplicado por siete, la huella ecológica se ha multiplicado por mucho más (hay quien dice que por cincuenta o sesenta) y el impacto humano sobre la superficie de la tierra, sobre la biosfera, es ya descomunal y estamos llegando al límite. De hecho hay investigadores que advierten seriamente de que estamos llegando ya al límite y esa pregunta que plantea adquiere un valor cualitativamente distinto, un valor de supervivencia de la especie.

¿La solución es el decrecimiento o sólo es un concepto de moda?

Es que la palabra decrecimiento no me gusta mucho para describir lo que debería buscarse, me satisface más la expresión de una economía ecológicamente sostenible.

Cómo llegar a ella? 

Pues en algunos aspectos efectivamente habrá que decrecer, sobre todo en los países más ricos donde claramente nos hemos pasado y consumimos más de la cuenta innecesariamente y estamos socavando las bases naturales de la vida para las generaciones futuras e incluso para las generaciones presentes de los países más pobres. Y por tanto ahí sí que habrá que decrecer pero en otros no, en otros habrá que crecer como por ejemplo en energías renovables o en el Tercer Mundo e incluso aquí hay sectores pobres que necesitan aumentar su nivel de vida. De modo que creo que si se habla tanto de decrecimiento es por un fenómeno de moda. Alguien (alguien importante) lanzó la idea hace muchos años, fue un economista que es uno de los padres de economía ecológica, y luego se ha retomado en estos últimos diez años, sobre todo en Francia e Italia y efectivamente decrecimiento es un término que ha hecho fortuna pero en el fondo creo que la mayoría estaría de acuerdo en que esa no es la idea central sino la economía sostenible.

¿Parar?

Parar, si, antes se habló también de crecimiento cero o de estado estacionario de la economía, que vendría ser eso. La gracia del concepto de decrecimiento es su impacto publicitario: ¿quereis crecimiento? Pues no sólo proponemos crecimiento cero sino decrecimiento.

¿Este tipo de medidas las veremos o no tenemos remedio? 

Aquí hay que verlo desde varios puntos de vista: uno es que algunos de los que hablan del decrecimiento lo ven como un programa de vida y de acción, lo cual a mi me parece bien, que haya un programa de acción. Pero se puede ver desde otro punto de vista: la realidad misma nos va a imponer el racionamiento, nos va a provocar colapsos, un caso clarísimo es el del petróleo, que se va a acabar y todo el mundo lo sabe aunque nadie lo diga y de hecho hay quien sostiene que ya actualmente hemos entrado en la fase de declive y realmente puede ser que sea así. Es el dicho: ¿no quieres dejar el consumo, parar de consumir? Tranquilo que la realidad te va a obligar a ello, te lo va a imponer. Y si no hay gente que ha hecho ese discurso de decrecimiento, crecimiento cero, de la frugalidad, si nadie ha pensado en eso ni lo ha divulgado, seguiremos con los mismos mitos de que es posible seguir creciendo y hay que acabar con ellos.

¿Y qué esperan que suceda entonces? ¿Más guerras para empezar? 

Si sucede eso podrían ocurrir consecuencias políticas muy desagradables o muy desastrosas: para empezar líderes populistas que prometan el oro y el moro, el mensaje de “no os preocupéis que esto yo lo arreglo”. ¿Y cómo lo va a arreglar? Hay varias maneras porque el mundo es muy grande y está muy desigualmente repartido, y puede ser que una parte de la humanidad, la que tiene más dinero, tecnología y armas, se imponga a los demás, entonces podemos entrar en una era de desórdenes, de guerras y de aventuras imperialistas. El caso de Iraq está ahí y nada garantiza que no haya más casos semejantes en el futuro. A lo que creo en general es que más que a una reducción del consumo voluntaria iremos a una frugalidad impuesta por la realidad misma y que si no hay programas de acción individual, colectiva y política también para administrar adecuadamente esta escasez de recursos que se nos viene encima, si no hay racionalidad en este punto y espíritu de solidaridad podemos entrar en una fase regresiva de decadencia de la civilización, de disgregación social y de conflictividad dentro y fuera de los países.



jueves, 13 de mayo de 2010

HOMILÍA DEL GENERAL DE LOS JESUITAS

Universidad Centroamericana (UCA)
Managua, Nicaragua , 26 de abril del 2010

Misa ofrecida a las obras de la Compañía de Jesús en Nicaragua, en el marco del 50 Aniversario de la UCA, como parte de la visita realizada por el Padre Nicolás a las obras de la Compañía de Jesús en Centroamérica. 

Primero que todo, quiero darles las gracias por llenar esta sala. He venido con gran emoción porque he seguido muchos años atento a Nicaragua, y ahora el encuentro con ustedes, tan amables y acogedores, es muy conmovedor. Muchas gracias a todos. Pido perdón por el español castellano que tengo que no es tan dulce como el nicaragüense.

Las lecturas que acabamos de escuchar, nos hablan de una crisis, como decía la introductora, un momento en que la iglesia tuvo que cambiar. Al principio pensaba que el mensaje de Jesús, como Él mismo había dicho, “yo he sido enviado para las casas de Israel”, era sólo para los judíos. Entonces, algunos de los discípulos, incluido San Pedro (el Papa), pensaba que los paganos tendrían otros medios para llegar a Dios, porque para ellos esta fe era para un campo reducido, y resulta que se encuentra con lo que acabamos de oír en la primera lectura: Que Dios dirige también su mensaje a los de afuera, a los gentiles. Gracias a este cambio de dirección, todos nosotros estamos aquí hoy.

San Pablo lo entendió muy bien y salió de Israel por todo el mediterráneo hasta España, y cuando los europeos se dieron cuenta que Europa era muy pequeña, y que había mucho más en el mundo que este continente, salieron, y así llegaron a Nicaragua.

Pero no fue fácil. La enseñanza de hoy, lo que nos dice el nuevo testamento, es que esta crisis fue en sí misma lo que era, había resistencia, apego al privilegio de “somos nosotros”: “nosotros somos quienes tenemos la verdad”, “somos los escogidos”, “somos los buenos”. Y este apego, me imagino, no era solamente de los judíos, sino que termina extendiéndose a todo el mundo.

El apego al privilegio de ser llamados “los elegidos” es, y ha sido siempre, la tentación de la iglesia y todas las religiones, incluyendo las sectas. Todo aquel que presenta un mensaje de salvación, un mensaje de esperanza, un mensaje que va más allá de nuestra vida ordinaria, se agarra al privilegio de decir “yo tengo la verdad”. “Nosotros somos lo que sabemos. No vosotros”.

Por eso se da esta crisis y hoy es la misma tentación que se tiene en el mundo, a nivel económico, a nivel político, a nivel religioso. Todos, tarde o temprano, terminamos siendo traficantes, vendedores y viajantes. Siempre estamos vendiendo democracia, sistemas económicos, acciones o religiones. Esto, es una tentación eterna.

Parece como si hubiera poco de todo y como si al repartir tocara menos. Reconocer que Dios es libre y trabaja en el corazón de muchos; que los paganos también están abiertos al evangelio; y que las otras religiones tienen algo de la gracia de Dios. Parece que eso nos preocupa, nos pone en crisis, nos quita el privilegio de ser los únicos; nos quita, no diría soberbia, sino el orgullo de decir “yo tengo la verdad y los demás no”.
Pero el espíritu es muy claro, a como nos ha dicho la lectura: lo que Dios ha hecho es bueno. No lo rechaces ni lo relegues, le ha dicho el Espíritu a San Pedro. Lo que ha hecho Dios es bueno. Y San Pedro lo entiende muy bien: “quién soy yo para rechazar lo que Dios me da, cómo puedo rechazar lo que sobra de Dios”.

Cómo voy a rechazar yo a mi vecino o vecina, si Dios me la ha dado. Cómo voy a rechazar a gente que piensa distinto, si Dios me la ha dado. Hace pocos momentos, he contado a los jesuitas una historia que me impresionó de un místico musulmán. Parece ser que estaba casado con una señora un poco difícil, cosa que pasa a veces. Otras veces es el marido el difícil.

Pues este místico musulmán era un Maestro de vida espiritual y un día llegó un estudiante que quería aprender de su experiencia. Éste llama a la puerta y sale la mujer del Maestro. La señora sale de malas maneras y le pregunta al joven qué quiere, a lo que el pobre chico le responde, yo venía aprender del Maestro Rumey. “A aprender de ese bueno para nada que esta allá, que sirve nada más que para estar sentado escribiendo y pensando. A ese vienes tu a aprender”, sentenció la señora.

Entonces el muchacho, que ya estaba un poco aterrado, se dijo así mismo, ¿Qué pasa aquí? Pronto salió el místico Rumey y le dice al joven ¿Qué pasa? Y éste le pregunta ¿Cómo es posible que usted siendo el gran maestro tenga a esta señora por mujer?, a lo que el místico le dice: “Muchacho, no entiendes nada, tienes mucho que aprender. Todos nosotros somos espejo de Dios. Y Dios me ha dado esta mujer para pulir el espejo”, señaló el Maestro.

Esto lo tenía la iglesia primitiva, pero en medio de crisis, porque no entendían el mensaje de Dios, aquel que le fue dado a San Pedro cuando el Espíritu le dice: No rechaces nada”. Algunos porque son espejos de Dios y otros porque te ayudaran a pulir, pero no rechaces nada. Todo te lo da Dios.

Todos conocemos la historia. Todos conocemos los tiempos en los que habían esclavos; los tiempos de la Colonia; todos los espacios donde un grupo que se creía privilegiado explotaba al prójimo. Esto pasó en el siglo primero, en el siglo 15, en el 17, en el 20 y sigue pasando hoy. Todos sabemos esto.

Aun existe este apego al privilegio, a creerse que uno tiene más derechos que le permiten ignorar al prójimo, y esto no sólo pasa con los gobernantes, también pasa con nosotros: líderes religiosos, líderes de barrios, lideres académicos, en la familia misma, en todo.

Y es por eso que la lectura de hoy tiene un mensaje para todos nosotros. Dios ha hecho ya su elección al crearnos y darnos este mundo, a la naturaleza tan bonita y a las personas tan amables como los nicaragüenses. Dios ha hecho ya su elección y ha dicho: “esta es mi familia”.

Y ahora somos nosotros los que tenemos la elección de de decir lo aceptamos o no. Somos nosotros lo que decidimos qué es lo que viene de Dios y lo que vale; qué es lo que yo quiero. Pedro lo entendió, con miedos, porque lo vemos en los Hechos de los Apóstoles. Pablo lo entiende mejor y corrige a Pedro. Gracias a esto la Iglesia se abre a todos. Es un momento capital en la historia de la iglesia, de abrirse de un mundo cerrado a un mundo abierto; abrirse de la ideología a la vida de todos; de abrirse de una manera teológica de entender Israel, a una manera mucho más teológica de entender a Dios.

Entender que Dios ha escogido desde la creación todo lo que vive, todo lo que es bueno, todo lo que está entorno a nosotros para que lo aceptemos. Y aquí podemos preguntar ¿Y nosotros cómo lo hacemos? Y aquí viene el evangelio de hoy. Jesús nos dice: “Yo soy la Puerta” ¿Quieres aprender a entrar a una nueva comunidad donde Dios es la norma que rige un nuevo mundo donde hay esperanzas y alegrías para todos? Yo soy la puerta, nos dice Jesús.

Pero aún nos dice más, “yo soy la puerta y conozco mis ovejas”. Para poder crear una nueva comunidad lo importante es conocer. Aquí con nosotros hay representantes de CVX (Comunidades de Vida Cristiana), para crear comunidad lo primero es conocerse.

Lo que hace San Pablo es salir de Israel y visitar todo el mediterráneo hasta España. Hasta los bárbaros de España. Si nosotros queremos hacer una sociedad abierta debemos de conocer a nuestra gente, acercarnos a los pobres, hablar con los que sufren, visitar a los enfermos, y entonces, en ese contacto ordinario y regular, comprenderemos que Dios está presente en todo. Si nos separamos y encerramos, nos perderemos de esto.

Esta es una Universidad, y la palabra lo dice, que es una apertura total. Abrirse a las ciencias, a la verdad, a las personas, a lo profundo de la realidad, a la totalidad de la realidad, y para eso debemos exponernos, ponernos en contacto, hablar. Y en esta Universidad (UCA) sucede. Que nos abramos unos a otros para aprender, pero también debemos de abrirnos a los pobres. La Universidad ya tiene tema, éste es la realidad.

Jesús conoce a sus ovejas. No hay evangelización sin conocer a la gente. Hay teorías, pero no evangelización. Si no conocemos a la gente, si la gente no nos toca y nos conmueve, es muy difícil ayudarles, servirles. Lo contrario, es lo querer imponer a los demás lo que tienen que pensar sin saber siquiera donde están, qué piensan.

Hay una sintonía básica entre la comunión de Jesús con los suyos, ese conocerse hace que ese “entre” se hagan sintónicos, y Jesús conoce perfectamente sus ovejas. Sabe dónde son débiles, dónde necesitan ayuda. Jesús es Pastor.

Jesús es puerta, pero también Pastor. Conoce sus ovejas, lo que quiere decir que hay una sintonía afectiva, una amistad. Hay una relación que está viva y es lo que hace posible que Jesús nos pueda ayudar a todos. No es un desconocido, él sabe dónde estamos y quiénes somos.

El genio de la evangelización es provocar la alegría del reconocimiento. Cuando a alguien se le habla de Dios y la persona lo reconoce “eso es lo que buscaba” ¿Por qué muchas veces nos falla la evangelización? porque hablamos de idea. Yo he estado 48 años en Asia, en Japón, en Filipinas, y sé que en muchos sitios nuestra evangelización no ha funcionado. No hemos crecido, quizás porque hemos hablado demasiado mirando atrás.

Hablamos como los europeos, cuando tal vez querían oír una palabra en chino, japonés o filipino, y no me refiero a la lengua, me refiero al corazón. Esto es lo que yo estaba buscando, eso es lo que buscamos en la evangelización. La alegría que Jesús producía es una de las claves para evaluar y re-examinar nuestra evangelización. Cuando hablamos a los demás de Jesús, debemos producir alegría porque comunicamos esperanza. Esto provocará que las personas quieran volver a la iglesia. Si no provocamos este sentir, se marcharán poco a poco.

Entre la primera lectura y el evangelio encontramos una ayuda ¿Cómo podemos encontrar la mejor preparación para el encuentro con los demás? Y el Salmo nos habla de nuestra sed. Lo importante es saber descubrir qué sed tienen los demás, porque todos tienen sed, están buscando algo. Pero están buscando algo que ya no podemos expresar con las palabras de siempre, y por ello debemos de buscar juntos para tocar esa sed profunda.

Hay unos que dicen que la música clásica no les gusta porque no la entienden. Lo mismo pasa con la religión. Los músicos están haciendo lo posible para que a la gente le guste la música clásica. Hay un video en youtube muy bueno de Benjamín Zender. En éste se muestra el esfuerzo que hace por comunicar algo muy profundo de la música clásica a través del piano. Es impresionante hacer gustar una pieza de piano. A mi Chopin nunca me había impresionado personalmente. Dicen que una vez se presentó en el norte Irlanda, en el tiempo que protestaban católicos y protestantes, y al terminar se le presentó un muchacho de 13 años que le dijo que 3 años atrás habían matado a su hermano y que nunca había llorado. Pero que ese día, oyendo a Chopin, había por fin llorado y que se sentía tan bien.

Y lo mismo se puede decir del evangelio. Si un soldado pagano, como lo era el Centurión Cornelio, que es el que Pedro va a saludar, es capaz de recibir el evangelio, todos nosotros también somos capaces de recibirlo, pero tenemos que acercarnos a él.