lunes, 30 de noviembre de 2009

MINARETES, CRUCIFIJOS Y LIBERTAD RELIGIOSA

Jesús Bastante


"Quedará prohibida la construcción de mezquitas con alminares. Las cuatro existentes en Suiza que los tienen, seguirán ahí. Se podrán construir nuevas mezquitas pero sin ellos, y los musulmanes podrán seguir rezando los viernes". Este es el triste compromiso adquirido ayer en elreferéndum de Suiza. Nótese que se prohibe cualquier tipo de construcción de este tipo. ¿Imaginan que se obligara a los arquitectos a no incluir torres de campanario en las iglesias? Con todo, lo más sangrante es la frase final: "Los musulmanes podrán seguir rezando los viernes". ¿Acaso podrían prohibirlo en un país democrático? Una diferencia entre esta decisión y lasentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre el crucifijo: en ésta se habla de "laexhibición obligatoria del símbolo de una determinada confesión en instalaciones utilizadas por las autoridades públicas, y especialmente en las aulas". La exhbición obligatoria. Afortunadamente, y pese a que se empeñen los ultras de uno y otro signo (sí, también los ultralaicistas), el crucifijo en España no se encuentra en esa tesitura. La cruz es un símbolo universal: otra cosa es que algunos, en su legítimo derecho, no quieran que en las escuelas públicas se hallen este tipo de signos, siempre y cuando no sean objetos con una significación cultural, histórica o artística reconocida. En España ya contábamos con una sentencia desde mediados de los años ochenta, por lo que el fallo de Estrasbusgo no nos afecta. Lo que sí nos compete es luchar por la libertad religiosa, la de todos, en una sociedad democrática occidental. No nos vayamos a comparar con otros regímenes intolerantes. Esto es lo que debería interpelarnos a todos.



sábado, 28 de noviembre de 2009

LA PUNTA DEL ICEBERG


“A menudo os he oído hablar de aquel que ha cometido una falta como si
no fuera uno más de entre vosotros, (...) una sola hoja no amarillea si no
es con el consentimiento silencioso de todo el árbol, así el perverso no
puede causar daño sin el deseo oculto de todos vosotros”. Kalhil Gibran
(1883-1931), poeta, novelista, pintor, y filósofo, uno de los mayores
representantes del arte del mundo árabe.
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Ella tendría más de 75 años.
Ingresó en el servicio de urgencias de un gran hospital. Decenas de escaras desperdigadas por todo su cuerpo, desnutrición y mirada perdida.

Todo su cuerpo era un grito ahogado de dolor. Años de soledad, años de hambre, ya cruelmente acostumbrado. Olvidada en una habitación, su vida era dependiente de su maltratador. Hay actos psicológicos que duelen como bofetadas.

Hoy, postrada en una cama del hospital, su mano acaricia las sábanas limpias. Era sumamente complicado encontrar una vena en su esquelético brazo. Ella apenas tenía fuerzas para llorar ni para protestar. El deterioro era tan extremo que dolía sólo con mirarla.

Recibimos órdenes de sondarla. Después de introducir la sonda por la uretra y que ésta llegara hasta la vejiga de repente pude ver, entre lágrimas cómo por la sonda se deslizaban gusanos. La infección por estar larvas provenía de las profundas heridas que tenía por todo su famélico cuerpo. Es común sobre todo en pacientes que no han recibido jamás asistencia sanitaria.
A las tres horas falleció.

Esto no era más que la punta del iceberg.
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Hoy Día Internacional contra la Violencia de género hay que seguir recordando que el número de mujeres asesinadas sólo en nuestro país, a manos de su pareja o expareja, contadas desde enero 2009 hasta el momento asciende a 43. En el año 2008 llegó a alcanzar la cifra de 76.

Dicen que lo que se conoce como punta del iceberg representa sólo un 10% de los casos reales en España. No es más que la parte visible de esta lacra que es la violencia ejercida hacia la mujer. Las víctimas, las muertas.

¿Cuantos días, semanas, años habrá padecido esta mujer anciana que falleció en una sala de hospital?. Veo tan necesario un cambio educativo, desde las aulas. Un cambio social, donde toda la ciudadanía participe, sin ser cómplice con su silencio, eliminando estereotipos, roles asignados a la mujer desde tiempos pretéritos y por supuesto consolidando Leyes que hasta hace relativamente poco (desde 1989 no se contemplaba nada de violencia de género) y gestionando más recursos para las víctimas y las otras víctimas: los menores.

Quiero ser optimista, quizás algún día este horror desaparezca. Sea más visible y tanquible la parte escondida del iceberg y seamos capaces todos, mujeres y hombres de participar en el cambio de mentalidad y trabajemos juntos por la igualdad y por la lucha contra la violencia en todas sus facetas.

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Las cifras más que hablar, gritan:

Cada 18 segundos una mujer es maltratada en el mundo, según datos de Naciones Unidas. Al menos una de cada cinco es víctima de malos tratos en su propio hogar, según el estudio “Violencia contra la mujer infligida por su pareja” realizado por la Organización Mundial de la Salud en el año 2006.


Entre 300.000 y 500.000 menores combaten en conflictos armados. El 40% son chicas, que sufren además abusos sexuales.


En el mundo, 135 millones de mujeres y niñas han sido mutiladas genitalmente (extirpación parcial o total de los órganos genitales femeninos) y dos millones más se añaden a esta cifra cada año. Practicada de forma generalizada en más de 28 países africanos y en algunos de Oriente Próximo.


Una de cada cuatro europeas ha sido víctima de malos tratos y un 10% de víctimas de agresiones sexuales.


El perfil de las víctimas de violencia de género corresponde a una mujer de entre 25 y 44 años, y dentro de este tramo de edad, especialmente las de 35 a 44 años. El 81,82% de ellas tenía un trabajo no cualificado.


El 52,63% de las mujeres asesinadas en 2008 han sido españolas, y del resto (47,37%), el 52,78% procedían de países latinoamericanos; el 30,56 % de países de la Unión Europea, el 2,78% del resto de países de Europa, un 5,56% de África y un 8,83% de otra procedencia.

En el 2008, en nuestro país se produjeron 142.125 denuncias por malos tratos. La cifra supone un incremento del 12’5% respecto a 2007, y unas 400 denuncias diarias.

De las 142.125 denuncias interpuestas por las víctimas en el año 2008, 16.100, es decir el 11,33%, fueron posteriormente retiradas


viernes, 27 de noviembre de 2009

ESPAÑA LAICA

DÍAZ-SALAZAR Rafael, “España laica”, (Ciudadanía plural y convivencia nacional)

Ed. Espasa, Madrid 2008

“ La laicidad es uno de los grandes temas de debate cultural y político en Europa y en diversos países de América y Asia. Es especialmente intenso en Francia, el Reino Unido, Holanda, Polonia e Italia. El incremento de la población islámica en el continente, el nuevo rol político de las confesiones religiosas y la irrupción de movimientos de identidades diversas rompen el consenso normativo tradicional en algunos países, y en otros alteran la concepción republicana del Estado y la ciudadanía. Fuera del marco europeo, la laicidad está siendo reivindicada con fuerza en Turquía y en diversos países de América Latina, entre los que destacan México, Nicaragua, Cuba y Brasil. También es objeto de debate en Estados Unidos, Israel, India y Tailandia. En Irán y en diversos países árabes hay sectores sociales que aspiran a conquistar la laicidad.

En los últimos años la sociedad española ha experimentado tensiones sociales originadas por diversas iniciativas legislativas. La prensa internacional ha seguido con atención estos hechos. Da la impresión de que vuelven a resurgir las dos Españas enfrentadas. Por un lado, están los defensores de una España más laica y de un Estado que la haga posible. Frente a ellos se ha creado un polo social, mediático, político y eclesiástico
que reivindica la identidad tradicional española y alerta contra una nueva dictadura ideológica desde el Estado. El tema de la laicidad ha cobrado fuerza en nuestro país y es necesario abordarlo a través de una reflexión serena con el fin de convertir el problema de la España laica en una oportunidad histórica para articular la convivencia nacional de los españoles plurales y diversos.

Después de la muerte de Franco y del final de la dictadura, hemos sido capaces de crear un marco constitucional y cívico que ha hecho posible que por primera vez en la historia de nuestro país el pluralismo político pueda desarrollarse y no origine un cainismo destructor. A pesar de sus insuficiencias, 1a transición política ha creado una democracia estable en el ámbito institucional y ha logrado que se desarrolle una convivencia pacífica entre quienes tenemos distintas opciones políticas e ideológicas. Actualmente nos
encontramos ante una transición cultural generada por la acumulación de los cambios acontecidos en la sociedad española durante los últimos treinta años. Tenemos que lograr que nuestra pluralidad y diversidad moral, religiosa, sexual, lingüística, territorial e incluso étnica (inmigrantes de varios continentes) pueda articularse en un proyecto de vida en común basado en la cultura de la tolerancia activa, entendida esta como apertura a 1o diverso y como reconocimiento del valor y el límite de cada identidad.

Este libro aborda un análisis sociológico del pasado, el presente y el futuro de España desde la perspectiva de la constatación de la laicidad. Propone una alianza de las diversas culturas públicas que existen en la sociedad civil española como medio para articular un vínculo común que respete la diversidad, pero que también haga posible el desarrollo de una identidad colectiva compartida.

La obra se estructura a través de tres capítulos que tienen como trasfondo diacrónico, que marca todo mi análisis, lo que L'Ecole des Annales denomina los ciclos históricos. Tengo en cuenta un ciclo largo de algo más de cinco siglos que arranca de la constitución unitaria de España en torno a los Reyes Católicos y continúa con la persecución del cristianismo erasmista, la derrota del cristianismo emancipatorio de Las Casas, la salida de la Iglesia de los católicos liberales fundadores de la Institución Libre de Enseñanza y las tensiones entre progresistas y conservadores que atraviesan el siglo XIX y los primeros treinta años del siglo XX. Este proceso culmina en la II República y en la insurrección militar que desencadena la guerra civil. Posteriormente se desarrolla un ciclo medio de 65 años que transcurre entre el final de la guerra civil y las elecciones generales de marzo de 2004. Finalmente tengo muy en cuenta los años del gobierno de Zapatero, que todavía no podemos saber si inauguran un nuevo ciclo o se reducirán a cuatro u ocho años de acción
gubernamental sin especial trascendencia histórica. No obstante, este periodo, aunque corto en el tiempo, es muy rico analíticamente, especialmente por la reacción de la institución católica y el discurso de su jerarquía, que ha introducido cuestiones teóricas y políticas importantes y ha activado 1a explosión de problemas de fondo que atraviesan la historia de nuestro país.

El objetivo de este libro no es hacer una historia de la laicidad española. Los ciclos históricos son importantes, pero sólo me interesan como trasfondo para el análisis de las cuestiones que determinan la construcción de la laicidad en la España actual. El primer capítulo aborda el tema del laicismo en Europa. Presento sus señas de identidad, pues existe mucha contusión sobre su significado y objetivos. Realizo una
tipología de los diversos laicismos europeos y me adentro en los debates actuales sobre la denominada «nueva laicidad», con especial referencia a los desarrollados en Francia e Italia.

El análisis comparado de los laicismos europeos es imprescindible para abordar e1 laicismo en España. En el segundo capítulo estudio su génesis, el contexto sociológico en el que se desarrolla actualmente, las bases ideológicas y las demandas de las asociaciones laicistas, y los tipos de laicismo dominantes en algunos partidos políticos. También realizo un contraste entre algunas demandas de estas asociaciones y su recepción por la opinión pública, teniendo en cuenta la identidad religiosa e irreligiosa de los españoles. Para efectuar este trabajo utilizo y exploro una gran encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas).

En el tercer capítulo estudio las condiciones para la construcción de la laicidad en España, abordo el tema del modelo cultural y político que la puede hacer posible y, finalmente, desarrollo la concepción y los objetivos de una alianza de culturas públicas para la laicidad. Diversas cuestiones relacionadas con la sociología de la moral - un tema central en las obras de Weber, Durkheim, Tocqueville y Gramsci - están muy presentes en estas páginas.

Son bien conocidos por la opinión pública los acontecimientos vividos en torno a la promulgación de la Ley de matrimonios homosexuales, la Ley de educación, la Ley de reproducción asistida, la Ley de investigación biomédica, la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, la Ley de la Memoria Histórica. Mientras grupos de la población española han acogido con gozo estas iniciativas del gobierno apoyadas por la mayoría del Parlamento, los obispos y una parte de la ciudadanía han reaccionado con rotundidad hasta el punto de
manifestarse en la calle, realizar una crítica sistemática al gobierno, permitir que la cadena de radio de propiedad episcopal se convierta en la principal fuerza mediática de oposición al ejecutivo y, sobre todo, generar un discurso que plantea cuestiones muy de fondo sobre las relaciones entre democracia, derecho, moral y religión. Del mismo modo que existe una oposición política, sindical o social a un gobierno, parece haber surgido un nuevo tipo de oposición, lo que podríamos denominar la oposición moral, formada por la Conferencia Episcopal y las bases católicas y ciudadanas que se identifican con ella. Por otro lado, el laicismo se ha organizado, se ha constituido como grupo de presión emisor de demandas para conseguir una «España más laica», y también ha generado su propio discurso sobre los temas planteados por los obispos.

El nuevo antagonismo ciudadano nos plantea la necesidad de entablar un debate público sobre un tema tan importante como es la configuración cultural, moral y religiosa de España. Esta obra pretende ser una aportación a este debate. La perspectiva desde la que está escrito el libro y mi intención como autor es muy clara: contribuir a la construcción de un modelo de laicidad basado en el reconocimiento de la diversidad y la atención a las razones de todos los sujetos públicos que intervienen en la vida española. Es muy importante que sepamos ponernos en el lugar de los otros y evitemos polarizaciones innecesarias. Es más, la laicidad la concibo como una cultura de la cooperación de sujetos e instituciones que desde su identidad y diversidad se esfuerzan en aprender unos de otros e intentan colaborar en acciones para el bien común del país.

En ocasiones es necesario reforzar las posiciones propias con el razonamiento de grandes intelectuales mundiales. En este sentido, me sitúo claramente en la línea de Habermas, pues su pensamiento inspira mi análisis. En mi libro “Democracia laica y religión pública” he abordado el debate entre este autor, Rawls y Ratzinger sobre las relaciones entre democracia, derecho, moral y religión en el mundo actual. Desgraciadamente, Habermas es un pensador más citado que conocido. Sus últimos escritos, como podremos ver en diversos capítulos, son esenciales para la construcción de la laicidad en España y deberían ser asimilados tanto por las asociaciones laicistas, como por las instituciones eclesiales. Habermas es el mejor maestro para unos y para otros: «El reconocimiento recíproco significa que los ciudadanos religiosos y laicos están dispuestos a escucharse mutuamente y a aprender unos de otros en debates públicos [...]. La polarización de las cosmovisioness en un frente religioso y otro laico, polarización que pone en peligro la cohesión de la ciudadanía, es un asunto que concierne a la teoría política [...] [Debemos] aprender a adoptar también las perspectivas de los otros» (Habermas, “Entre naturalismo y religión” , 2006, págs. 11, 14, 127).

Tenemos que plantear con serenidad y profundidad un gran debate nacional sobre el modelo de laicidad más conveniente para España. Conviene tener muy en cuenta los planteamientos sobre la «nueva laicidad» que se están desarrollando en Europa, y que expongo en el primer capítulo. En España todos debemos aprender a ser laicos, pues los terribles acontecimientos de nuestra torturada historia no nos lo han permitido.

El aprendizaje de la laicidad es una de las asignaturas pendientes en nuestra democracia. La dialéctica pasado-presente que aprendí de Gramsci está muy presente en este libro. Cuando voy al Museo del Prado siempre inicio mi visita por la contemplación del cuadro de Goya “Duelo a garrotazos”. Ahí está quintaesenciada la historia terrible de España y, por ello, esta pintura debe servirnos como estímulo para impulsar la cultura nacional del diálogo. La construcción de la España laica puede convertirse en un nuevo
duelo a garrotazos o ser el medio para el reconocimiento y el aprecio del otro diferente, cuya identidad diversa enriquece la nuestra. El aprendizaje de la cultura de la amistad cívica entre adversarios como superación de la cultura del garrotazo es un proceso complejo y difícil, pero inevitable si queremos vivir en una España más civilizada.

En este libro ofrezco un conjunto de reflexiones, propuestas y objetivos para hacer posible la alianza de culturas públicas como medio de articulación de nuestra pluralidad. Si logramos construir esta alianza, conseguiremos culminar con éxito una transición cultural histórica e instaurar, ¡por fin!, la España de la diversidad en paz, diálogo y tolerancia. La España soñada, entre otros, por Francisco Giner de los Ríos,
Joan Maragall y Antonio Machado, que todavía aguardamos.”

jueves, 26 de noviembre de 2009

PIRATAS EN EL ÍNDICO. oTRA VISIÓN DEL PROBLEMA


Por Clara Tresako, Carmen y Noemí Matos

El día 2 de octubre de 2009, la mayoría de periódicos y muchos de los telediarios Españoles abrían sus ediciones con este titular: “El pesquero español 'Alakrana' ha sido secuestrado por un grupo de piratas Somalíes en el Océano Índico, según ha informado el Gobierno vasco”. Desde entonces, todos los medios de comunicación nos han mantenido informados del día a día de un secuestro, que parece poner fin el 17 de noviembre de 2009, tras 47 días en manos somalíes.

El despliegue mediático alrededor de este hecho ha sido grande, y todos los españoles hemos podido conocer un poquito a los piratas, haciéndonos una idea basada en un hecho puntual, gente desalmada sin moral ni ética. Pero... ¿qué sabemos de este país a parte de que es muy peligroso pescar en sus aguas?, ¿alguien había oído hablar de Somalia antes de “los piratas”?

La realidad socio-económica y política de Somalia

Somalia es un país situado en el extremo oriental del cuerno de África. Con una población de casi nueve millones de habitantes. Es considerado uno de los países mas pobres de África, con un nivel de analfabetismo del 50,3 % en hombres y 74,4 % en mujeres, una mortalidad infantil del 116.30 por 1000 y una esperanza de vida al nacer de 48.2 años.

Durante su historia ha sido ocupado consecutivamente por diferentes pueblos, como romanos, griegos, indios, algún país vecino como Etiopía, o países europeos como Portugal, Gran Bretaña, Francia o Italia. En 1959 Somalia accedió a la independencia, pero la lucha entre clanes le hizo vivir un periodo de inestabilidad. En 1991, tras varias guerras civiles, colapso su sistema de Gobierno. A pesar de que desde el año 2004 Somalia posee un gobierno teórico reconocido internacionalmente, la situación en el país es de caos total.


Consecuencias de la falta de gobierno


Debido a esta falta de gobierno los países desarrollados han encontrado una mina de oro en el país Africano.
  1. En primer lugar desde hace varios años se vienen realizando descargas ilegales de desperdicios tóxicos cerca de las costas de Somalia. Las compañías Europeas se dieron cuenta de que era una manera muy barata de deshacerse de los desperdicios, costando nada mas que $2.50 por tonelada, mientras que la eliminación de estos desperdicios en Europa cuesta en torno a $1000 por tonelada. El abuso se hizo visible cuando, en 2005, un tsunami depositó en las playas y costas somalíes bidones corroídos y otras muestras de estos residuos. Según el enviado de las Naciones Unidas en Somalia Ahmadou Ould-Abdallah, la porquería tóxica acumulada en pocos días por la catástrofe marina provocó úlceras, cánceres, náuseas y malformaciones genéticas en recién nacidos y, al menos, 300 muertes.
  2. Por otra parte aprovechando esta falta de gobierno, una multitud de barcos de pesca faenan en aguas frente a Somalia (incluyendo aguas territoriales), cargando toneladas de pescado, mientras a las costas somalíes solo llegan los “restos”. En 2005 se calculó que pescaron allí unos 800 barcos de distintos países, muchos de ellos europeos y, más específicamente, españoles. Se estima que los ingresos generados durante un año por esta pesca extranjera ilegal ascendía a 450 millones de dólares. El resultado fue la rápida disminución de unas reservas pesqueras que eran el principal recurso para las comunidades de pescadores del país, catalogado como uno de los más pobres del mundo.
Por todo esto (según un reportaje de Al Yazira), algunos grupos de somalíes trataron de constituir un cuerpo autodenominado “Guardacostas Voluntarios de Somalia” [1], reuniendo dinero con el que pagar a la empresa estadounidense Hart Security, que se dedica a entrenar y formar luchadores y mercenarios por todo el mundo –y que, años más tarde, ha actuado como mediadora para el cobro de rescates en aquellas mismas aguas.

Si alguien se molestara en preguntarles a ellos, argumentarían que lo que están haciendo no es mas que defensa nacional. Sin embargo desde occidente se tacha de piratería. Si un país cualquiera se acercara a nuestras costas y pescara en ellas, a la vez que deposita residuos tóxicos, ¿El trabajo de nuestra guardia costera seria calificado de piratería? La diferencia es que nosotros no secuestraríamos, juzgaríamos de acuerdo a nuestras leyes y tomaríamos las acciones legales necesarias para terminar con el problema. ¿Pero que pasa cuando esto sucede en un país donde no hay un gobierno constituido, donde no hay leyes por las que el barco “intruso” pueda ser juzgado?

No se sabe a ciencia cierta, si los barcos secuestrados (el Alakrana entre ellos) estaban pescando en aguas territoriales de Somalia o en aguas internacionales, por lo tanto si hacían algo legal o ilegal. Pero sea como fuere los países occidentales se han sentido atacados y están empezando a tomar medidas, muchas de ellas drásticas, y estas si, ilegales.

La intervención militar occidental persigue el éxito saltándose el derecho internacional en alta mar. La semana pasada, sin ir más lejos, un helicóptero del ejército alemán, tras efectuar disparos de advertencia, detuvo a tres embarcaciones cerca de las Seychelles. La Marina afirma que los once pasajeros arrojaron objetos al mar, entre ellos, supuestamente, un arma de fuego. En el posterior registro de los botes “no se encontraron armas”, según el ejército federal, pero sí “diez bidones con combustible. Esto indica piratería” [2]. Por posesión de combustible, los soldados alemanes obligaron a los 11 pasajeros a montarse en uno de los botes, los soltaron en el mar y hundieron las otras dos embarcaciones. “Este procedimiento” —se dice en el artículo de un corresponsal— “se ha empezado a poner en práctica en todos aquellos casos en los que presuntos piratas han sido detenidos por sospechas de que estuvieran relacionados con un intento de ataque” [3]. Con estas prácticas, el ejército se burla del derecho internacional, que contempla el derecho a la libre navegación con independencia de la procedencia y el equipamiento de los navegantes.

Por otra parte en diciembre de 2008 surge la llamada “operación Atalanta” . En ella se especifica que los buques de guerra de los estados de la Unión Europea, patrullaran en aguas territoriales de Somalia, hasta 500 millas mar adentro. Esta operación se lleva a cabo con el objetivo de proteger los suministros que el Programa Mundial de Alimentos lleva a Somalia y países limítrofes del ataque de los piratas. Sin embargo, si vamos un poco mas allá nos damos cuenta de que el verdadero objetivo es escoltar los buques que transitan por sus aguas llenos de petróleo y todo tipo de mercancías sin pagar Aranceles. También defender a los barcos pesqueros que faenan allí.

Sin embargo, estos barcos a veces se alejan de los buques de la operación Atalanta, como sucedió con el pesquero vasco “Alakrana”, y entonces son secuestrados. Para evitar esto, el estado Español ha decidido enviar al ejercito español al cuerno de África, para proteger la flota española, mandándose un total de 395 militares, una fragata, un petrolero y un avión de la patrulla marítima. Otros países también han enviado ya sus ejércitos a las aguas del indico.

Parece que en este caso, los países occidentales están poniendo el práctica la “ley del mas fuerte”, en lugar de plantearse el porque de esta situación e intentar hacer algo por cambiarla.

Por supuesto, no todo el mundo esta descontento con la piratería. En Malindi, un pueblo pescador de Kenia, están encantados. “Estamos encantados con los piratas, si mantienen a los barcos grandes muy lejos de la costa”, dice uno de los pescadores. “Nos alegramos de que los barcos no faenen por aquí. Si pescan cerca, todo el pescado desaparece”, asegura otro, tal y como puede verse en un video alternativo publicado en diagonalperiodico.net.

Todo esto nos debería hacer pensar en la causa. ¿Qué esta pasando? ¿Es ético pescar en aguas somalíes en pos de un beneficio económico mientras miles de personas mueren de hambre?. Y la pregunta mas importante antes de juzgar ¿Qué haría yo si alguien viniera a quitarme el pan de mi hijos? ¿Lucharía o me quedaría mirando como se mueren de hambre ante mis ojos? La respuesta, en mi caso, está bien clara.

martes, 24 de noviembre de 2009

LOS RETOS DE LA TEOLOGÍA EN EL SIGLO XXI

 José Comblin
Nuestro punto de partida será la distinción entre religión y evangelio. El cristianismo no es originalmente una religión y Jesús no fundó ninguna religión. Más tarde los cristianos fundaron la religión cristiana, creación humana y no divina.

La religión es producto de la cultura humana. Hay una gran variedad de religiones, y todas tienen la misma estructura aunque muy diversas en su forma exterior. Todas tienen una mitología, un culto y una clase dedicada a su ejercicio. En eso la religión cristiana no es diferente de las demás. Ella también es creación humana, producto de diversas culturas. La religión es una realidad básica de la existencia humana. Plantea los problemas del sentido de la vida en esta tierra, el problema de los valores, el lugar del ser humano en el universo, y el problema de la salvación de este mundo de todos sus males.

La religión ha sido muy estudiada por la antropología religiosa, por la sociología religiosa, por la sicología religiosa, por la historia de las religiones. Todo eso ilustra también la religión cristiana. Por ser creación humana, la religión cristiana ha cambiado y puede todavía cambiar en el porvenir según los cambios de la historia. Este es incluso uno de los grandes desafíos de la hora presente, porque la religión cristiana está agotada y no ofrece respuesta a la orientación de la cultura actual, salvo restos del pasado.
El evangelio de Jesús no es una religión. Jesús no fundó ninguna religión: no proclamó una doctrina religiosa o una mitología, ningún discurso sobre Dios, no fundó ningún culto y no fundó ninguna clase clerical. Jesús proclamó e inauguró el reino de Dios en la tierra. El Reino de Dios no es ningún reino religioso, es una renovación de toda la humanidad, realización que cambia el sentido de la historia humana, abriendo una nueva época, la última. Es un mensaje para toda la humanidad en todas sus culturas y religiones. Se podría decir que es un mensaje y una historia meta-política.
Puesto que los seres humanos no pueden vivir sin religión, los discípulos de Cristo durante 2000 años construyeron una religión que fue como el revestimiento del mensaje cristiano, con el peligro de transformar el cristianismo en una religión. El revestimiento religioso puede ocultar el mensaje del evangelio o puede conducir a ese mensaje según la evolución de la historia. En muchos casos la religión ocultó el evangelio. Los cristianos enunciaron una doctrina que usó muchos elementos del judaísmo o de las religiones no cristianas ni judías, crearon un culto de la misma inspiración y crearon todo un sistema jurídico que encuadra una institución muy compleja.
Podemos decir que la historia del cristianismo es la historia de una tensión o de un conflicto entre religión y evangelio, entre una tendencia humana hacia la religión, y las voces o las vidas de los que querían vivir según el evangelio.
Las religiones son conservadoras y creen en un mundo permanente en el que todo recibe una explicación religiosa. La religión cambia inconscientemente pero resiste ante cualquier solicitación de cambio voluntario. Muchos cristianos y estructuras cristianas luchan sin saberlo contra el evangelio. Hay algo de verdad en lo que decía Charles Maurras, ateo francés del siglo XX, cuando decía que felicitaba a la religión romana por haber sacado del cristianismo todo el veneno del evangelio. Es un poco exagerado pero sugestivo.
El evangelio es cambio, movimiento, libertad. No puede aceptar el mundo que existe, porque tiene que cambiarlo. El evangelio es conflicto entre ricos y pobres. Es opción entre ricos y pobres. En la religión ricos y pobres son parte de la armonía general. Son así porque tiene que ser así, aunque los ricos tengan que ayudar a los pobres sin cambiar esa estructura creada por Dios o por los sustitutos de Dios. La religión quiere paz, aunque sea con alianza con los poderosos. El evangelio quiere conflicto.
La tarea de la teología es mostrar la distinción, buscar lo que es el evangelio y todo lo que se añadió y puede o debe cambiar para ser fiel a ese evangelio. Es libertar el evangelio de la religión. La religión es buena si ayuda a buscar el evangelio y no a olvidarlo bajo el revestimiento religioso. Es una necesidad humana pero tiene que ser investigada y corregida.
La teología está al servicio del pueblo cristiano o aun no cristiano, para que conozca el verdadero evangelio y pueda llegar a la fe verdadera y no a un sentimiento religioso. Durante siglos la teología estuvo al servicio de la institución para defenderla de las herejías o de los enemigos de la Iglesia. Así fue después de Trento hasta el siglo XX y en muchas regiones hasta Vaticano II. Fue apologética, arma intelectual en el combate contra las Iglesias reformadas y toda la modernidad, al servicio de la jerarquía. De cierto modo era un arma dirigida contra los laicos para que no se dejaran seducir por los enemigos de la Iglesia. Hasta Trento la teología era comentario de la Biblia, libre, abierta a todos, como trabajo intelectual gratuito. La Reforma partió de teólogos y entonces la teología estuvo bajo el control estrecho de la jerarquía.
1. Dios
La mayoría de los católicos entiende por la palabra Dios, una idea de Dios común a toda la humanidad con formas diferentes. Dios sería un Dios cósmico. Está dentro del cosmos como su creador o su ordenador. Es todo-poderoso, eterno, omnisciente, capaz de castigar o de recompensar, sensible a las oraciones y exigente de sacrificios y donaciones. Hay que pedirle perdón y pagar ese perdón por varias prestaciones. Es parte del universo al nivel más alto, sentado en el cielo de donde dirige el mundo entero. Es el autor del orden o de lo que los seres humanos llaman orden del mundo y que en realidad es el desorden del mundo. No quiere que se cambie ese orden.
Creen que conocen a Dios y no lo conocen. Conocen apenas una idea común a toda la humanidad bajo muchas formas diferentes. No conocen a Dios, porque a Dios nadie jamás lo ha visto y nadie sabe lo que es. Se creen que lo conocen, se equivocan y engañan a los demás.
2. La revelación
Dios se dio a conocer en Jesucristo. Anunció esa revelación por los profetas, pero no se había revelado. Se dio a conocer en la vida de Jesús. Jesús no lo dio a conocer por medio de palabras, discursos o de doctrinas. No ha hecho nada de eso. Nunca dijo lo que era el Padre en forma teórica. En eso hace caducar cualquier discurso sobre Dios y cualquier teología que son construcciones humanas. Suponen que ese discurso expresa lo que Jesús quiso decir y no dijo. Es un error. Si no lo dijo, ese mismo silencio ya es una revelación.
La Palabra o la revelación de Dios se hizo carne. No dijo hombre porque hombre es una categoría ambigua. ¿Qué es ser hombre? La doctrina oficial de la Iglesia se inspira en las categorías griegas que usaron los grandes Concilios que hablan de dos naturalezas en Jesús: la divina y la humana. Jesús tendría una naturaleza humana. Pero la palabra naturaleza no dice nada de lo que Juan quiere decir. Jesús era carne, lo que significa una vida humana con toda su debilidad, expuesta a todos los accidentes del mundo material, una vida hecha de esperanzas, ilusiones y desilusiones, proyectos, éxitos y fracasos, hecha de alegría y tristeza, que finalmente termina en la muerte. La carne es todo eso y mucho más.
La Palabra se hizo carne, o sea Dios se hizo carne. Esto significa que Dios abandonó todo su poder y se hizo débil como cualquier ser humano. Ni siquiera aceptó lo que lo que es poder en la sociedad humana. Dios se hizo pobre, laico, sin dinero, sin poder político, sin poder cultural. Se hizo un campesino de Galilea, provincia maldita por los judíos fieles a la ley. Dios es débil, conoce el sufrimiento, la persecución, la muerte infamante de la cruz. El Padre no se separa nunca del Hijo. El uno está en el otro.
¿Dónde está la revelación de Dios? Está en la vida de Jesús, primero en el proyecto global de su vida. Jesús tenía un proyecto bien definido que expuso en todas sus acciones y sus palabras. El proyecto es un cambio radical de toda la humanidad en vista de una humanidad justa y fraterna.
En este proyecto constan: la declaración de obsoleta de la religión de Israel para volver a las promesa de Abraham; la polémica contra las autoridades que quieren mantener el sistema judaico hasta el conflicto final que desemboca en la cruz. La cruz es la conclusión final de la lucha contra los defensores de la ley tradicional del judaísmo. Además, Jesús da las señales de la nueva humanidad por el cuidado de los enfermos, el privilegio de los dominados y las víctimas acusados de ser pecadores, la elección de un grupo de discípulos encargados de comunicar el evangelio en el mundo entero; las señales de apertura hacia los paganos y los herejes samaritanos; el reemplazo de la ley por la libertad. Jesús quiere una humanidad libre. Pablo resume muy bien cuando define el cristianismo como llamado a la libertad. Lo que hizo Jesús revela al Padre. No podemos leer las páginas del evangelio fuera de su contexto global que es el proyecto de vida de Jesús.
3. La libertad de Dios
La libertad de Dios se muestra en esto que hace abandono de todo poder. La vida de Jesús es sin poder, no se impone, no condena, no obliga, programa que fue el de dom Helder cuando llegó a Recife: dos palabras prohibidas, mandar y exigir. Jesús muestra el camino andando como lo hace. Viene a abrir el camino hacia una humanidad libre. En ese camino no hay ningún poder. Actúa libremente sin miedo, resiste las tentaciones de poder del Satanás, entra en conflicto con todas las autoridades sin miedo y con la mayor audacia. Dios respeta la libertad de los seres humanos y con eso les abre el camino a la libertad para que sigan ese camino. La cruz muestra el camino de la libertad: mejor morir que matar. Cree en la eficacia de la muerte porque sabe que Dios pasa por el camino de la libertad sin dominación. La fuerza de Dios está en el testimonio y en el amor a los rechazados, pecadores, víctimas, pobres en general. Esas son sus fuerzas. Es un Dios muy diferente de los dioses imaginados por las religiones, incluso por la religión cristiana.
La libertad procede del amor y el amor procede de la libertad. Amar es hacer hombres y mujeres libres o más libres. La libertad consiste en amar.
Para amar es necesario ser libre. Los seres humanos son prisioneros de su individualismo, de su preocupación por sí mismos que es lo que impide el amor. Dios es amor porque hace otros libres. En eso consiste su amor. El es libre y quiere que los seres humanos sean libres también.
4. La liberación de los hombres y mujeres
La historia de la humanidad es historia de la libertad. Pues los seres humanos no nacen libres, nacen dentro de una sociedad de dominación y explotación. Hay hombres y mujeres que dominan a otros y les someten a su voluntad, al servicio de su riqueza, de sus privilegios, de su poder. Hay una inmensa masa de hombres y mujeres dominados, explotados, excluidos para que otros puedan dominar y crecer. Por eso, la historia es una lucha constante y siempre repetida de los poderosos para imponer su dominación a los dominados, y los dominados luchan o tratan de luchar para defender su subsistencia, y conquistar algo de libertad. Todas las religiones ofrecen una imagen de la humanidad como algo fijo, estable, positivo globalmente, inmutable, creación de Dios. Querer cambiar es estar contra Dios. La religión cristiana ha enseñado eso por lo menos desde el 4° siglo y ya antes. La religión no acepta otro conflicto que no sea conflicto de las religiones. Para Jesús el conflicto no es de religiones, es el conflicto de dos clases, los dominadores y los dominados. Por eso Michel Henry, filósofo cristiano contemporáneo puede decir que el primer filósofo cristiano fue Karl Marx. Los filósofos griegos fueron filósofos del ser, del orden del ser, tanto Platón como Aristóteles. En lugar de ser buenos servidores de la teología, la apartaron del evangelio.
La dominación personal, grupal, estructural es el pecado que existe desde los orígenes de la humanidad. No es una obligación, pero todos los seres humanos contribuyen para mantener esas estructuras de dominación. Es un pecado de todos y es el pecado del mundo que tiene tanta fuerza en la humanidad que los seres humanos no pueden libertarse de esa dominación del pecado por sí solos. Son víctimas del pecado y pecan por sumisión al pecado universal. Jesús viene a libertar a los seres humanos de la esclavitud del pecado. El poder es la gran tentación: en lugar de ser servicio se transforma en dominación. Por eso, Dios no manifiesta ningún poder porque ha renunciado a todo poder de dominación o imposición. Jesús está libre del pecado porque no domina, no acepta ninguna forma de dominación.
5. El lugar de los pobres en la liberación
Todas las religiones predican que hay que ayudar a los pobres. La limosna es sumamente estimada en todas las religiones. El evangelio dice otra cosa.
El evangelio se dirige a los pobres porque ellos son los llamados a liberar a la humanidad. No dominan y por eso pueden ser libres. Pueden porque hay algunos que hacen todo lo posible para poder dominar también. Pero son muchos los que no aspiran a dominar y tratan de amar a su prójimo. Son ellos los que constituyen el pueblo con su palabra, su testimonio, sus acciones colectivas de voluntad de libertad. La liberación de la humanidad no viene desde arriba hacia abajo, sino más bien desde abajo hacia arriba. Esta es la locura de Dios de la que habla Pablo. Dios ha elegido lo más débil para destruir el poder de los más fuertes. De los pobres nace la nueva humanidad, de todos los que no quieren dominar y tratan de amar. Pueden ser cristianos o no, no importa. Pueden ser ateos, porque el Espíritu Santo viene a todos.
Los pobres encuentran una tremenda resistencia de los poderosos: pasan por la cruz, pero tienen la promesa de la victoria de la resurrección.
El gran desafío es convencer a los pobres de que tienen la fuerza del Espíritu para seguir el camino de Jesús y son capaces de construir un mundo nuevo, aun sin dinero, sin poder político, sin poder cultural. Pues los pobres tienen una conciencia de impotencia, de miedo, de sumisión a los grandes. La tarea de los discípulos de Jesús será la de animar y convencer a los pobres para que tengan la fe. Pues la fe no consiste en aceptar una doctrina universal válida para todos. Semejante doctrina no mueve a nadie. Sería solo una sumisión a un sistema de conceptos. La fe es creer que yo soy capaz de seguir el camino de Jesús y de construir un mundo nuevo por la fuerza del Espíritu a pesar de toda mi debilidad. Esa fe es muy difícil por supuesto, pero la mayoría de los católicos no tiene fe. Aceptan todos los dogmas, pero no tienen fe.
Tareas de la teología
La tarea principal y de cierto modo única es el estudio crítico de toda la tradición cristiana, para volver al evangelio. Se trata de redescubrir lo que realmente fue revelado en la vida y la muerte de Jesús. No se trata de destruir la religión. Sería inútil porque los seres humanos necesitan una religión y si se suprime ella reaparece en otras formas. El problema consiste en saber todo lo de la religión que ya no es comprensible ni aceptable en la nueva cultura moderna que entra en todas las religiones. Habrá que buscar lo que es realmente comprensible y significativo y puede ser un revestimiento aceptable del evangelio. Veamos los elementos de la religión.
1. La doctrina o la mitología
Jesús no formuló ninguna doctrina. Habló por medio de metáforas, narraciones, parábolas, sentencias, consejos, observaciones sobre la experiencia del momento. Ese medio de expresión es popular, es el medio de los pobres. Si Dios se expresó en esa forma, no lo hizo por distracción o por adaptación a un supuesto intelecto inferior de los pobres. Lo usó porque ese modo de expresión es menos riguroso, menos impositivo, menos limitado. Una doctrina siempre está marcada por una época, una cultura limitada en el tiempo y el espacio. El lenguaje metafórico conserva su sentido en medio de muchas culturas. Carece de la precisión que tienen los conceptos. Si Dios lo hizo así es porque lo escogió como el medio de expresión mejor posible. Si ese lenguaje no tiene la precisión de los conceptos abstractos es porque Dios no quería esa precisión. Las expresiones de Jesús permiten varias interpretaciones y Dios lo quiso así. No quiso que sus discípulos fueran prisioneros de una doctrina.
Más tarde la Iglesia definió en forma de conceptos muchas veces sacados de la filosofía griega una doctrina obligatoria. Impuso una interpretación rígida del evangelio. Los dogmas han sido siempre una causa de dudas, problemas, resistencias porque no todos aceptaban esa disciplina del pensamiento que Jesús no había impuesto.
La tarea de la teología será liberar el evangelio de la rigidez del dogma. Habrá que examinar críticamente todos los documentos del magisterio. Desde Trento los teólogos dieron habitualmente la interpretación maximalista de los dogmas. Necesitamos volver a una interpretación minimalista ¿qué es lo que el evangelio realmente impone? Además los dogmas actúan históricamente por lo que no dicen. Los 4 primeros concilios concentran todo en los conceptos de persona y naturaleza. Dejaron de lado la vida humana de Jesús. Por eso la vida humana de Jesús dejó de ser durante siglos motivo de reflexión de los cristianos. Tomás de Kempis pudo escribir un libro sobre la Imitación de Cristo, sin ninguna alusión a la vida humana de Jesús. ¿Qué Cristo es ese? Los dogmas ocultaron la vida humana de Jesús durante siglos. En Trento no se habló de la fe en sentido bíblico, sino de una fe religiosa que no es cristiana. La conclusión fueron siglos de incomunicación entre católicos y protestantes, lo que podía haber sido evitado.
Los dogmas fueron definidos por Papas u obispos. Pero ellos no representan necesariamente todo el pueblo cristiano, como si el Espíritu no estuviera también en el pueblo. Hubo concilios que dividieron profundamente y expulsaron de la Iglesia a sectores inmensos: las Iglesias de Siria, de Egipto y de todo el Oriente, sin hablar de los protestantes. Dentro de las asambleas hubo disensiones que no eran herejías. Por ejemplo en el Vaticano I. Esto fragiliza las definiciones. Todo eso es objeto de la teología.
Por supuesto la misma teología es sospechosa a la luz del evangelio y tiene que examinarse críticamente para ver si ayuda a la comprensión del evangelio o lo oculta, lo que sucedió muchas veces. Pues desde Trento la teología se hizo polémica contra los protestantes y los modernos. Se puso al servicio de la jerarquía. No es esa la tarea de la teología. Ella sirve para ayudar al pueblo cristiano a entender mejor lo que dice el evangelio. Está al servicio del pueblo cristiano y no de su jerarquía.
2. El culto
En la religión la parte más importante es el culto. En el decorrer de los tiempos, los cristianos han creado un inmenso edificio litúrgico, muy riguroso, muy determinado en todos los gestos y todas las palabras. Los ritos se han inspirado en el Antiguo Testamento, en las religiones de los pueblos cristianizados. Se ha llegado a definir que habría 7 sacramentos. Además hay una infinidad de bendiciones y demás actos de culto, más popular o más letrado. Después del Vaticano II hubo algunos cambios muy superficiales porque por lo esencial todo quedó igual. La consecuencia es que muchos católicos han abandonado un culto que ya no significa nada para ellos. De hecho es difícil entender de qué modo esa liturgia se relaciona con la vida individual y social de los tiempos presentes. La unción de los enfermos poco se practica. Poquísimos todavía practican el sacramento de penitencia. Todo tuvo significado cuando fue introducido en el culto oficial. Pero muchos ritos se hicieron incomprensibles. ¿Cuáles serían los gestos y las palabras que serían significativos para la nueva generación? En lugar de buscar lo que exige la situación actual de la humanidad, hay grupos importantes en Roma que querrían volver al pasado de Trento. Entonces sería la expulsión definitiva de la juventud. Querrían volver al latín. ¿ Por qué no al griego o al hebraico?
3. La organización
Todas las religiones se dan una institución cuyo elemento básico son los sacerdotes cuya misión consiste principalmente en el culto. La religión cristiana no podía escapar. Apareció un clero que - sobre todo después de Constantino - se separó socialmente del pueblo y formó una casta con su sub-cultura propia. En realidad hasta Trento el clero creó muchos problemas, pero Trento logró poner orden y definir el clero que todavía existe hoy. El sistema es rigurosamente monárquico. Todos los poderes están en el Papa y el Papa delega una parte de ellos a los obispos y éstos a los presbíteros y diáconos. Los problemas provocados por la situación actual del sistema monárquico y de la separación entre clero y pueblo, lo que hace imposible una verdadera comunidad, son bien conocidos y no es necesario repetirlos. Es evidente que el sistema no funciona. El rechazo del clero es uno de los motivos fundamentales del abandono de la Iglesia. En las otras Iglesias dichas históricas el problema es igual.
Durante siglos los teólogos se han dedicado a explicar y justificar todos los elementos del sistema. Los tiempos han cambiado. Todo lo que estaba ligado a la cultura tradicional, perdió su sentido y su legitimidad. La teología pondrá en contacto el evangelio y el mundo actual.

domingo, 22 de noviembre de 2009

ESPAÑA ES EL LUGAR HISTÓRICO DEL AMOR ESCONDIDO


La supervivencia de la especie humana no depende sólo del progreso económico, sino también de la curación de su alma


La especie humana está en peligro y necesita curar su alma para sobrevivir, lo que sólo se puede conseguir con la ayuda del espíritu. Cuerpo, alma y espíritu son nociones ancestrales presentes en todas las creencias, pero después de la primera mundialización el espíritu humano quedó fracturado: se descuidó la naturaleza y se olvidó la espiritualidad. El lugar del renacimiento del amor escondido desde hace tanto tiempo, esperando la oportunidad de demostrar su permanencia, no puede ser otro que España. Por Thierry Gaudin.



Mezquita de Córdoba. Wikipedia.
Hoy, la supervivencia de la especie humana está en peligro. Las dificultades materiales no se resolverán sólo con el progreso económico: por eso hay que curar al alma, lo que únicamente podrá hacerse con la ayuda del espíritu. 

¿Pero, qué significa “curar el alma”? 

En la Edad Media, se distinguía entre cuerpo, alma y espíritu. Esta distinción está presente en todas las creencias indo-europeas. Se puede observar también, por ejemplo, en la organización social medieval: 

Aratores: el cuerpo, que produce lo material, necesario para sobrevivir 
Bellatores: el alma, que expresa la pasión a través del combate o del amor 
Oratores: el espíritu, que entiende y perdona. 

Esta distinción se puede apreciar también en las religiones, no en la trinidad cristiana, imprecisa e interpretada de manera diferente por la ortodoxia y por la iglesia romana, pero sí, por ejemplo, en el hinduismo con: 

Vishnu: la protección de lo existente (el cuerpo) 
Shiva: la destrucción creadora (el alma) 
Brahma: la espiritualidad (el espíritu) 

El economista Joseph Schumpeter escribió “la esencia del capitalismo es la destrucción creadora”. Así evoca en el mundo moderno la antigua divinidad indo-europea, que se llama Wotan en Alemania y Odin en el mundo Vikingo. 

Es la divinidad del poder, el dios todopoderoso, también el de la guerra, que se puso al frente de los “otros” en la primera mundialización, la de la ruta de la seda, cuando las caravanas necesitaban una protección contra los saqueadores. 

De todo ese proceso resulta el descuido de lo existente (la naturaleza) y el olvido de la espiritualidad, la cual debería ser el piloto y el timón. 

Como aún la energía combativa necesita referencias, los progresos de la ciencia y la evaluación de las actuaciones por resultados, fueron puestos al servicio del poder. De ahí resulta un monólogo triste, en el que la dominación se encuentra sin interlocutor. 

Buscar las llaves 

¿Conoce Vd. la historia del hombre que buscaba sus llaves bajo la farola, porque allí estaba iluminado? Sí, ciertamente, y conocemos tantas disciplinas que limitan su mirada a una limitada categoría de datos. El mundo del conocimiento moderno es un mosaico de saber parcelario, cuanto más seguro en sus conclusiones, más improbable en su acierto. 

Pero esta historia tiene una segunda parte: las llaves las había perdido en su casa, donde está oscuro. Es una historia mística, que dice: “estás buscando fuera lo que solamente puedes encontrar dentro.” Por eso decimos que para curar el alma, hay que escuchar la voz de dentro, la voz de la sombra. 

Mi sangre es mitad española. La otra mitad es francesa. Por eso tengo una percepción particular, una mezcla de razón y de pasión, que ahora me dice algo importante, no solamente para España, sino para el mundo entero. Eso me dice la voz de la sombra. Esta voz me habla de la soledad del poder, el cual ha perdido su amor. 

Cuatro sabios 

Para entenderlo, hay que volver al siglo XII, al tiempo de Al-Ándalus. En ese tiempo vivían en el sur de España, entre Córdoba y Fez, cuatro sabios: 

Maimónides, judío, autor de la “guía de los perdidos”. 

Averroes, jurista musulmán, que escribe: “si el Corán dice una cosa y tus ojos ven otra, hay que creer a tus ojos”: anunciación de la ciencia. 

Ibn Arabi, místico musulmán, autor de una frase sublime, prefigurando los derechos humanos: “el hombre es la semilla de Dios”. 

Alfonso X el Sabio, rey católico, gran erudito tolerante que hizo traducir los textos transmitidos por los árabes. 

De esa época vienen los primeros poemas de amor cortesano. Se dice que estaban escritos por princesas musulmanas encarceladas por tener amantes cristianos. 

Trovadores y verdad 

Después, los poemas se transformaron en canciones, divulgadas por los trovadores. El trovador es el que encuentra, el que dice la verdad, la verdad del corazón. Para la humanidad entera, la literatura de los sufíes y la poesía cortesana fueron la invención del amor. 

Sabemos también que, en ese entonces y en ese lugar, apareció la música árabe andaluza, que todavía existe en España con el cante jondo y en el mundo árabe con diferentes formas. 

La voz de la sombra me dice lo que sucedió después: la explosión inconsciente de la energía enorme del amor, una energía tan fuerte que dio miedo a los hombres, demasiado pequeños para enfrentarse a ella y llevarla a su destino final. 

Los castellanos hicieron la reconquista y a continuación fueron a destrozar las civilizaciones americanas, los árabes declararon que la perfección es obra de los antiguos, que solamente se puede tratar de imitar, los judíos fueron expulsados. 

Desde entonces, sus canciones de amor son desesperadas, y la palabra ya no sirve para comunicar, sino para protegerse de la comunicación. Los españoles hablan deprisa, protegidos por una pared de palabras. Detrás está la conciencia desgraciada del caballero de la triste figura, que engendró un sueño de nueve siglos. 

Tiempo de despertar 

Ahora viene el tiempo del despertar. Durante el Siglo XX, algunos artistas empezaron a sugerir ese despertar. Buñuel, Dalí, Borges, García Lorca (1), y ese grito supremo de su alma en la cárcel: “viva la muerte”, que no podría venir de otra parte del mundo. 

Curándose, los españoles pueden curar al mundo entero. Los vendedores de armas norteamericanos tratan de hacer creer que el enemigo de la libertad es islámico. Pero el lugar del renacimiento del amor escondido desde hace tanto tiempo, esperando la oportunidad de demostrar su permanencia, no puede ser otro que España. 

La historia se parece a este cuento islámico: 

El amante toca a la puerta del amado . “¿Quién es?”; “¡Soy yo!”; “¡entonces vete!”. Y él se va, con su corazón pesaroso, lleno de una tristeza infinita. Viaja varios años por el mundo múltiple y apagado. Al fin, vuelve y toca de nuevo a la puerta. “¿Quién es?”; “¡Soy tú!”; “entonces entra, porque no puede haber dos yo, uno dentro y otro fuera”. 

Es la historia de España y del Islam, pero ese viaje duró, no años, sino siglos, y no está acabado aún. El mundo está esperando la última escena. Ahora, ha llegado el momento. 

Cristo expulsó a los vendedores del templo, Mahoma echó a los vendedores de la ciudad sagrada, la Meca. El templo, la ciudad sagrada del siglo XXI, es la naturaleza, y su supervivencia necesita acabar con las actividades mercantiles que instrumentalizan, contaminan y destruyen la cuna de la vida. 

Entonces, ¿qué hacer mañana? Creo que el cambio, el inevitable cambio, no pasa por las palabras, sino por la música y la poesía. En Marruecos, un sufí empezó el trabajo del alma organizando un festival de música sagrada, al que acuden todos los continentes. Es él, que está tocando otra vez a la puerta… 



Thierry Gaudin es ingeniero y doctor en Ciencias de la Información y la Comunicación, así como experto internacional que ha trabajado para la OCDE, la Comisión Europea y el Banco Mundial. Autor de" 2100 relato del próximo siglo", entre otras obras, es asimismo miembro del Consejo Editorial de Tendencias21. 




Nota al pie 

(1) Incluso Almodóvar, que se presenta en su última película como un ciego que perdió la vista en el mismo accidente en el que perdió a su amor. 

miércoles, 18 de noviembre de 2009

ABORTO: ¿HEREJÍA Y EXCOMUNIÓN?

Jose Maria Castillo

    Mons. Martínez Camino ha dicho que aprobar la ley del aborto es una "herejía" y lleva consigo la "excomunión". Como es lógico, los periodistas y "tertulianos" de diversas cadenas de radio y TV se han ocupado de este asunto y comentan la gravedad de las palabras que ha utilizado el obispo Martínez Camino. Pero ocurre que los periodistas no son teólogos. Y tienen el peligro de utilizar sin la debida precisión las palabras que ha dicho el obispo. Por eso me ha parecido que podrá ayudar, a quienes entran en este blog, saber algo más preciso sobre los términos tan fuertes y severos que ha utilizado el portavoz de la Conferencia Episcopal.
    El Código de Derecho Canónico dice que "se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma" (can. 751). Por tanto, la herejía no es un acto de "desobediencia" a una decisión del papa o del obispo. Ni coniste en la "insumisión" a las orientaciones o preceptos morales que impone la jerarquía eclesiástica. La herejía es algo mucho más grave. No se refiere a la "obediencia a los obispos", sino a la aceptación de la "fe divina y católica", es decir, lo que Dios nos ha revelado y la Iglesia lo propone como tal. Esto exactamente es lo que dijo (a. 1870) el concilio Vaticano I (Denzinger-Hünermann, nº 3011). Por tanto, el aborto podría ser motivo de herejía sólo si se considera como una verdad de fe divina y católica. Es verdad que Dios prohíbe matar. Pero no sólo a los no nacidos, sino a todo ser humano. Sin embargo, la Iglesia no amenaza con la herejía a quienes admiten la pena de muerte. Y, durante siglos, los clérigos enseñaron que matar a herejes, infieles, homosexuales y otras gentes rechazadas por la religión, eso no era pecado, sino un deber. Así las cosas, un católico tiene que estar en contra de la muerte. Pero de la muerte de todo ser humano. Y aquí habría que aclarar dos cosas: 1) a partir de qué momento un embrión empieza a ser un "ser humano", un asunto sobre el que no hay un consenso ni en la comunidad científica, ni en la comunidad creyente. 2) por qué los obispos son tan exigentes en el tema del aborto y no lo son en otras agresiones mortales a la vida humana, como es el caso de la guerra o de la pena de muerte. Por lo demás, no olvidemos que el problema que se plantea no es que el Parlamento vaya a imponer la obligación de abortar, sino que va a regular las cosas de manera que las mujeres que consideren que pueden o deben interrumpir su embarazo, lo hagan en condiones humanas y sanitarias menos peligrosas e inhumanas. Y siempre dentro de los márgenes que permitan las leyes, que el Parlamento dicta para todos los ciudadanos, creyentes y no creyentes.
    La excomunión es la privación de la comunión sacramental y de la participación en cualquier ceremonia de culto sagrado, así como desempeñar oficios o cargos eclesiásticos (can. 1331). Por tanto, es un castigo que se refiere directamente a la Eucaristía y, por eso, a la vida cultual de la Iglesia en todas sus manifestaciones. Aquí es conveniente recordar que, según cuentan los evangelios, Jesús no excluyó jamás nadie de su mesa. Ni siquiera excluyó a Judas en la Cena en que instituyó la Eucaristía. Es más, sabemos que a Jesús se le acusaba de que precisamente solía compartir sus comidas con pecadores y gentes de mala fama (Lc 15, 1 ss), lo que era motivo de escándalo para los observantes de entonces. Pasado el tiempo, se introdujo la costumbre de prohibír la comunión a los pecadores "escandalosos". Esta práctica se mantuvo hasta finales del s. VII. Pero, si el problema estaba en los pecados "escandalosos", eso quiere decir que eran hechos "públicos" y "notorios". No hay datos que demuestren con seguridad que la "vida privada" de los cristianos fuera motivo de exclusión de la Eucariatía. Como es lógico, la interrupción del embarazo, si se practica en los comienzos de la gestación, parece que se sitúa en el ámbito de la privacidad de la persona.
    En cualquier caso, yo me limito a exponer el sentido de los térimnos teológicos. Soy teólogo y no quiero hablar sino de lo que puedo entender. En este asunto tan complejo, hay que escuchar sobre todo a los entendidos en biología, medicina, derecho y otros saberes que inciden en el problema. Yo me limito a exponer mi punto de vista, en lo que puedo entender sobre el tema. Respeto los puntos de vista de los demás.Teología sin censura