martes, 5 de octubre de 2010

"HAY UNA CONFRONTACIÓN ENTRE DOS MODELOS DE IGLESIA"

ENTREVISTA A JOSÉ ANTONIO PAGOLA

El sacerdote vasco José Antonio Pagola (Guipúzcoa, 1937), el ya célebre autor de «Jesús. Aproximación histórica», mantiene una visión contemporánea y radical de Jesucristo. El número dos de José María Setién en la diócesis de San Sebastián vendió 40.000 ejemplares de su libro en dos meses, antes de que la Conferencia Episcopal tomara cartas en el asunto y fuera retirado de las librerías eclesiásticas y diocesanas por la editorial católica que lo publicó. Asegura que "Jesús puede ser un desafío demasiado peligroso para la Iglesia actual" y que es evidente que, en la actualidad, "hay una conforntación entre dos modelos de Iglesia o dos sensibilidades sobre la interpretación del Vaticano II". Lo entrevista Matías Vallés en La Nueva España.

-¿Se considera una víctima?

-No. En mi libro presento a Jesús como conflictivo y peligroso, ahora he comprobado en mi propia carne que lo fue y lo será siempre. Cuando se conocen sus palabras de fuego, su libertad para defender a las personas, su proyecto de una sociedad al servicio de los últimos o su crítica a una religión vacía de compasión, Jesús genera reacciones encontradas de atracción o de rechazo. Creo que, en buena parte, mi libro ha suscitado inquietud cuando se ha captado que Jesús puede ser un desafío demasiado peligroso para la Iglesia actual.

-¿Jesucristo era más hombre que Dios?

-Probablemente nadie ha ejercido un poder tan grande sobre los corazones como Jesús, nadie ha expresado como él las inquietudes e interrogantes del ser humano, nadie ha despertado tantas esperanzas. Todavía hoy, cuando las ideologías y religiones experimentan una crisis profunda, Jesús sigue alimentando la fe de millones de hombres y mujeres. Los cristianos pensamos que Jesús es tan plenamente humano que no es como nosotros. Leonardo Boff decía que «tan humano sólo puede ser Dios». Para mí, Jesús es Dios hablándonos, acompañándonos y salvándonos desde este hombre entrañable.

-¿El nombramiento de Munilla es un desafío de Rouco a la Iglesia nacional vasca?

-Es un error analizar lo ocurrido en San Sebastián desde claves exclusivamente políticas. Pienso, más bien, que lo que se vive en mi diócesis es, sobre todo, un conflicto eclesial que se está produciendo también en otras partes, como consecuencia de una confrontación entre dos modelos de Iglesia o dos sensibilidades sobre el contenido y significado del Vaticano II o sobre el quehacer de la Iglesia en la sociedad secularizada. Lo lamentable es que, por lo general, nuestras mutuas descalificaciones no nos están conduciendo hacia una Iglesia más fiel a Jesús y a su proyecto.

-¿Leerá el libro de Hawking que niega la existencia de Dios?

-No. Siempre me han interesado los trabajos de Stephen Hawking sobre astronomía, pero no sus conjeturas sobre Dios. Los expertos en el diálogo ciencia-fe afirman que ni las religiones pueden probar la existencia de Dios ni las ciencias su no existencia. Parece que el hombre moderno ha decidido que lo que el ser humano no puede probar científicamente, no existe.

-¿Dios es necesario?

-Dios no es necesario para ganar dinero, adquirir poder o lograr bienestar. Tampoco para dispensarnos del mal, del sufrimiento o las desgracias de la vida. Dios nos sirve a los creyentes para enfrentarnos con una luz, un estímulo y un horizonte nuevo a la dureza de la vida y al misterio de la muerte.

-¿Le gustaría mantener un debate abierto con Benedicto XVI sobre los contenidos de su libro?

-Me gustaría que en Roma se escucharan las diversas corrientes teológicas existentes en el seno de la Iglesia -no sólo en Europa- pero, sobre todo, me alegraría que la jerarquía liderara un movimiento de conversión a Jesucristo. Nada hay más urgente.

-¿Tomaría Jesús las mismas decisiones que el Vaticano sobre la mujer?

-Jesús critica una sociedad patriarcal que establece el dominio y el poder del varón sobre la mujer. Esta actuación de Jesús nos está exigiendo hoy una revisión profunda de la situación injusta de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, una toma de conciencia más viva de nuestra infidelidad a Jesús y un proceso valiente de renovación orientado a que la mujer pueda disfrutar de su dignidad, sus derechos y su protagonismo.

-¿Jesucristo acabó en una fosa común como los desaparecidos de la Guerra Civil?

-No, históricamente es muy poco probable. Esta hipótesis del norteamericano John Dominic Crossan no encuentra apenas aceptación entre los especialistas.

-Incluso sus críticos más acerbos se han rendido ante el brillante estilo literario de «Jesús».

-Lo que a mí me llena de alegría es comprobar que muchas personas que leen mi libro sienten a Jesús más vivo y cercano, encuentran un sentido diferente a su vida, se despierta en ellos el deseo de una vida más humana. Encuentran en mi libro algo que yo no he puesto.

-¿Pensó alguna vez que se convertiría en un superventas?

-Nunca. De ordinario, el éxito de un libro se mide en esta sociedad por el número de ejemplares vendidos. Yo no lo creo así. De «El código da Vinci» de Dan Brown se han vendido millones de copias, pero yo lo considero un fracaso, pues no introduce verdad ni esperanza, no acerca al misterio de Jesús, no ayuda a vivir de manera más humana.

-¿Abundan las contradicciones en el discurso de Jesús en los evangelios?

-Los evangelios no son relatos biográficos redactados para ofrecer información precisa de carácter histórico. Son relatos en los que, de forma variada y matizada por cada evangelista, se recoge la memoria de Jesús. Para aproximarnos al contenido histórico que conservan sobre Jesús es necesario contrastarlos, analizar los géneros literarios que emplean, los procedimientos narrativos, el vocabulario propio de cada evangelista, el contexto.

-¿Jesucristo expulsaría a los mercaderes del Vaticano?

-No hay que esperar a que vuelva Jesús. Desde los millones de hambrientos y desnutridos de la tierra, desde los pobres olvidados por las religiones, desde las mujeres humilladas en todos los pueblos, Jesús nos está gritando ahora mismo a los dirigentes del Vaticano y a todos los que nos decimos cristianos que expulsemos de la Iglesia riquezas, poderes, grandezas o intereses que ocultan su mensaje de esperanza.

-¿Se puede seguir a Jesús sin seguir a su Iglesia?

-En estos momentos yo no encuentro otra manera mejor de seguir a Jesús que viviendo en esta Iglesia, pero esforzándome por convertirme yo mismo al Evangelio y trabajando por alentar en ella un clima de conversión a Jesús.

-¿La crisis económica que tanto nos ocupa provocará un renacimiento de la espiritualidad?

-Observo que el deseo de espiritualidad se despierta sobre todo en personas que experimentan con fuerza el vacío existencial, el sinsentido de su vida, el hartazgo de bienestar. No es fácil vivir una vida que no apunta hacia ninguna meta

-¿Qué saca un no creyente de la lectura de su libro?

-He recibido muchos cientos de cartas y escritos de lectores no creyentes. La mayoría me dicen que se han encontrado con un Jesús que ni siquiera sospechaban, algunos se han sentido llamados a replantearse su vida con más verdad y honestidad, bastantes se han sentido liberados de miedos y fantasmas religiosos que les han hecho sufrir mucho a pesar de haberse distanciado de la Iglesia, bastantes quedan conmovidos por un Dios amigo que ama con amor increíble e inmerecido a todos sus hijos. Algunos dicen: Ojalá exista ese Dios, bastantes se animan a trabajar por un mundo más humano y justo.

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