Detroit. El conocido teólogo P. Hans Küng ha hecho un llamamiento a los católicos de todo el mundo para llevar a cabo una revolución “pacífica” contra el absolutismo del poder papal. A través de un video envió un mensaje el 10 de junio, la primera tarde de una conferencia del Consejo Católico Americano en Detroit. “Creo que pocas personas se dan cuenta del poder que tiene el papa”, dijo Küng, comparando el poder papal hoy con el poder absoluto de los monarcas franceses que motivó la revuelta del pueblo francés en 1789.” Tenemos que cambiar un sistema absolutista sin hacer la revolución francesa”, dijo. “Tenemos que llevar a cabo un cambio pacífico”.
Küng, quien probablemente fue el más famoso de los teólogos expertos en el Concilio Vaticano II, hace casi 50 años, nació en Suiza pero pasó la mayoría de su vida enseñando en la Universidad de Tübingen, en Alemania. Con 83 años, es profesor emérito ecuménico en Tübingeny viaja en contadas ocasiones por razones de salud. Por eso envió su mensaje al CCA en forma de entrevista con el teólogo americano Anthony T. Padovano, grabada el año pasado en su casa, en un video de media hora de duración.
John Hushon, co-presidente de la CCA, dijo que se habían matriculado más de 1800 participantes de 44 estados estadounidenses y 13 países extranjeros en la conferencia que se celebra entre el 10 y 12 de junio en Cobo Hall en Detroit. La entrevista con Küng se proyectó en 2 pantallas gigantes en uno de los principales salones del Centro de Convenciones. En ella el teólogo predijo el cambio en la iglesia a pesar de la resistencia desde Roma. El Vaticano II “fue un gran éxito, pero sólo en un 50%”, dijo. “Por una parte”, añadió”, se realizaron muchas reformas, incluyendo la renovación litúrgica, una nueva apreciación de la Escritura, y otros cambios significativos como el reconocimiento de la importancia del laicado y de la iglesia local, y varios cambios en la disciplina de la iglesia. Por desgracia, no se le permitió al concilio hablar sobre la cuestión del celibato, sobre el control de natalidad y la anticoncepción. Por supuesto, la ordenación de las mujeres estaba totalmente fuera de todas las discusiones”, dijo.
“Muchos documentos del concilio son ambivalentes porque la maquinaria romana -la Curia Romana- consiguió parar cualquier movimiento de reforma, no completamente, pero sí dejarlo a medio camino”. “Lo que tampoco esperaba yo”, añadió, “fue que pudiéramos tener semejante movimiento de restauración bajo el papa polaco, y ahora el papa alemán”.
Cuando le preguntaron qué razones tenía para esperar una reforma en la iglesia hoy, el contestó que la esperanza hoy es “a veces un poco difícil” con una jerarquía restauracionista, pero “el mundo avanza hacia adelante, con o sin la iglesia” y “yo creo que el Evangelio de Jesucristo es más fuerte que la jerarquía”. Refiriéndose a la crisis actual en la Iglesia -abuso sexual de menores por parte de clérigos, escasez de sacerdotes, alienación de las mujeres y los jóvenes- dijo “la humanidad aprende sobre todo a través del sufrimiento” -bien en la iglesia o como consecuencia de la reciente crisis económica en EEUU. Aunque muchos economistas y otras personas vieron venir el estallido económico, “no fue posible pasar una ley en el Congreso antes de la catástrofe”, dijo.
Dijo que cree que, al menos, algunos oficiales del Vaticano también reconocen que se necesita un cambio en la iglesia. “Si no aprendemos ahora, tendremos que sufrir más -más sacerdotes se secularizarán, más parroquias se quedarán sin párroco, más iglesias se vaciarán”, y más jóvenes y mujeres dejarán la iglesia o se separarán internamente de ella, dijo. “Todo esto son indicaciones, creo, de que tenemos que cambiar ahora”.
La Voz de los Fieles (Voice of the Faithful), CORPUS e Iglesia Futura (Future Church) son los principales patrocinadores del Consejo Católico Americano, 3 grupos independientes católicos que están buscando cambios en la iglesia. Hushon explicó que cuando se formó la CCA hace 3 años quisieron crear “un diáologo paraguas entre todos” los sectores de la iglesia estadounidense, independientemente de las líneas partidistas o ideológicas, pero·”grupo tras grupo, obispo tras arzobispo, dijeron NO, o nos ignoraron”. La división quedó clara el pasado octubre cuando el arzobispo de Detroit Allen Vigneron previno a sus sacerdotes y laicos para que no participaran en la Conferencia de la CCA. La situación se hizo muy tensa el pasado día 3 de juniio cuando Vigneron amenazó con la secularización a cualquier sacerdote o diácono que participara en la liturgia de Pentecostés en la clausura del congreso el domingo 12 de Junio diciendo, “hay razones para creer que los laicos y otros que no están en total comunión con la iglesia harán una concelebración prohibida”.
En un nota al National Catholic Reporter anterior a la Conferencia, Hushon negó que esa concelebración fuera a tener lugar, documentándolo con una carta en la que la CCA explicaba al arzobispado que “sólo habrá un presidente y será un sacerdote en buenas relaciones con la Iglesia”.
La CCA decidió celebrar la Conferencia en Cobo Hall porque este año es el 35 aniversario de la Conferencia bicentenaria “Llamada a la Acción”, una reunión nacional del laicado católico patrocinada por los obispos estadounidenses, que se reunió en este mismo lugar presidida por el Cardenal de Detroit John Dearden. La conferencia de 1976, a pesar de sus fallos, fue importante para sentar las bases de las pastorales económicas y sobre la paz de la década de los 80, y para prestar mayor atención a los temas de racismo, minorías, vida familiar, personas con minusvalías, respeto a la vida humana y un amplio abanico de iniciativas pastorales y de justicia social que se llevaron a cabo en la diferentes diócesis, o nacionalmente, en los años siguientes.
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