DÍAZ-SALAZAR Rafael, “España laica”, (Ciudadanía plural y convivencia nacional)
Ed. Espasa, Madrid 2008
“ La laicidad es uno de los grandes temas de debate cultural y político en Europa y en diversos países de América y Asia. Es especialmente intenso en Francia, el Reino Unido, Holanda, Polonia e Italia. El incremento de la población islámica en el continente, el nuevo rol político de las confesiones religiosas y la irrupción de movimientos de identidades diversas rompen el consenso normativo tradicional en algunos países, y en otros alteran la concepción republicana del Estado y la ciudadanía. Fuera del marco europeo, la laicidad está siendo reivindicada con fuerza en Turquía y en diversos países de América Latina, entre los que destacan México, Nicaragua, Cuba y Brasil. También es objeto de debate en Estados Unidos, Israel, India y Tailandia. En Irán y en diversos países árabes hay sectores sociales que aspiran a conquistar la laicidad.
En los últimos años la sociedad española ha experimentado tensiones sociales originadas por diversas iniciativas legislativas. La prensa internacional ha seguido con atención estos hechos. Da la impresión de que vuelven a resurgir las dos Españas enfrentadas. Por un lado, están los defensores de una España más laica y de un Estado que la haga posible. Frente a ellos se ha creado un polo social, mediático, político y eclesiástico
que reivindica la identidad tradicional española y alerta contra una nueva dictadura ideológica desde el Estado. El tema de la laicidad ha cobrado fuerza en nuestro país y es necesario abordarlo a través de una reflexión serena con el fin de convertir el problema de la España laica en una oportunidad histórica para articular la convivencia nacional de los españoles plurales y diversos.
Después de la muerte de Franco y del final de la dictadura, hemos sido capaces de crear un marco constitucional y cívico que ha hecho posible que por primera vez en la historia de nuestro país el pluralismo político pueda desarrollarse y no origine un cainismo destructor. A pesar de sus insuficiencias, 1a transición política ha creado una democracia estable en el ámbito institucional y ha logrado que se desarrolle una convivencia pacífica entre quienes tenemos distintas opciones políticas e ideológicas. Actualmente nos
encontramos ante una transición cultural generada por la acumulación de los cambios acontecidos en la sociedad española durante los últimos treinta años. Tenemos que lograr que nuestra pluralidad y diversidad moral, religiosa, sexual, lingüística, territorial e incluso étnica (inmigrantes de varios continentes) pueda articularse en un proyecto de vida en común basado en la cultura de la tolerancia activa, entendida esta como apertura a 1o diverso y como reconocimiento del valor y el límite de cada identidad.
Este libro aborda un análisis sociológico del pasado, el presente y el futuro de España desde la perspectiva de la constatación de la laicidad. Propone una alianza de las diversas culturas públicas que existen en la sociedad civil española como medio para articular un vínculo común que respete la diversidad, pero que también haga posible el desarrollo de una identidad colectiva compartida.
La obra se estructura a través de tres capítulos que tienen como trasfondo diacrónico, que marca todo mi análisis, lo que L'Ecole des Annales denomina los ciclos históricos. Tengo en cuenta un ciclo largo de algo más de cinco siglos que arranca de la constitución unitaria de España en torno a los Reyes Católicos y continúa con la persecución del cristianismo erasmista, la derrota del cristianismo emancipatorio de Las Casas, la salida de la Iglesia de los católicos liberales fundadores de la Institución Libre de Enseñanza y las tensiones entre progresistas y conservadores que atraviesan el siglo XIX y los primeros treinta años del siglo XX. Este proceso culmina en la II República y en la insurrección militar que desencadena la guerra civil. Posteriormente se desarrolla un ciclo medio de 65 años que transcurre entre el final de la guerra civil y las elecciones generales de marzo de 2004. Finalmente tengo muy en cuenta los años del gobierno de Zapatero, que todavía no podemos saber si inauguran un nuevo ciclo o se reducirán a cuatro u ocho años de acción
gubernamental sin especial trascendencia histórica. No obstante, este periodo, aunque corto en el tiempo, es muy rico analíticamente, especialmente por la reacción de la institución católica y el discurso de su jerarquía, que ha introducido cuestiones teóricas y políticas importantes y ha activado 1a explosión de problemas de fondo que atraviesan la historia de nuestro país.
El objetivo de este libro no es hacer una historia de la laicidad española. Los ciclos históricos son importantes, pero sólo me interesan como trasfondo para el análisis de las cuestiones que determinan la construcción de la laicidad en la España actual. El primer capítulo aborda el tema del laicismo en Europa. Presento sus señas de identidad, pues existe mucha contusión sobre su significado y objetivos. Realizo una
tipología de los diversos laicismos europeos y me adentro en los debates actuales sobre la denominada «nueva laicidad», con especial referencia a los desarrollados en Francia e Italia.
El análisis comparado de los laicismos europeos es imprescindible para abordar e1 laicismo en España. En el segundo capítulo estudio su génesis, el contexto sociológico en el que se desarrolla actualmente, las bases ideológicas y las demandas de las asociaciones laicistas, y los tipos de laicismo dominantes en algunos partidos políticos. También realizo un contraste entre algunas demandas de estas asociaciones y su recepción por la opinión pública, teniendo en cuenta la identidad religiosa e irreligiosa de los españoles. Para efectuar este trabajo utilizo y exploro una gran encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas).
En el tercer capítulo estudio las condiciones para la construcción de la laicidad en España, abordo el tema del modelo cultural y político que la puede hacer posible y, finalmente, desarrollo la concepción y los objetivos de una alianza de culturas públicas para la laicidad. Diversas cuestiones relacionadas con la sociología de la moral - un tema central en las obras de Weber, Durkheim, Tocqueville y Gramsci - están muy presentes en estas páginas.
Son bien conocidos por la opinión pública los acontecimientos vividos en torno a la promulgación de la Ley de matrimonios homosexuales, la Ley de educación, la Ley de reproducción asistida, la Ley de investigación biomédica, la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, la Ley de la Memoria Histórica. Mientras grupos de la población española han acogido con gozo estas iniciativas del gobierno apoyadas por la mayoría del Parlamento, los obispos y una parte de la ciudadanía han reaccionado con rotundidad hasta el punto de
manifestarse en la calle, realizar una crítica sistemática al gobierno, permitir que la cadena de radio de propiedad episcopal se convierta en la principal fuerza mediática de oposición al ejecutivo y, sobre todo, generar un discurso que plantea cuestiones muy de fondo sobre las relaciones entre democracia, derecho, moral y religión. Del mismo modo que existe una oposición política, sindical o social a un gobierno, parece haber surgido un nuevo tipo de oposición, lo que podríamos denominar la oposición moral, formada por la Conferencia Episcopal y las bases católicas y ciudadanas que se identifican con ella. Por otro lado, el laicismo se ha organizado, se ha constituido como grupo de presión emisor de demandas para conseguir una «España más laica», y también ha generado su propio discurso sobre los temas planteados por los obispos.
El nuevo antagonismo ciudadano nos plantea la necesidad de entablar un debate público sobre un tema tan importante como es la configuración cultural, moral y religiosa de España. Esta obra pretende ser una aportación a este debate. La perspectiva desde la que está escrito el libro y mi intención como autor es muy clara: contribuir a la construcción de un modelo de laicidad basado en el reconocimiento de la diversidad y la atención a las razones de todos los sujetos públicos que intervienen en la vida española. Es muy importante que sepamos ponernos en el lugar de los otros y evitemos polarizaciones innecesarias. Es más, la laicidad la concibo como una cultura de la cooperación de sujetos e instituciones que desde su identidad y diversidad se esfuerzan en aprender unos de otros e intentan colaborar en acciones para el bien común del país.
En ocasiones es necesario reforzar las posiciones propias con el razonamiento de grandes intelectuales mundiales. En este sentido, me sitúo claramente en la línea de Habermas, pues su pensamiento inspira mi análisis. En mi libro “Democracia laica y religión pública” he abordado el debate entre este autor, Rawls y Ratzinger sobre las relaciones entre democracia, derecho, moral y religión en el mundo actual. Desgraciadamente, Habermas es un pensador más citado que conocido. Sus últimos escritos, como podremos ver en diversos capítulos, son esenciales para la construcción de la laicidad en España y deberían ser asimilados tanto por las asociaciones laicistas, como por las instituciones eclesiales. Habermas es el mejor maestro para unos y para otros: «El reconocimiento recíproco significa que los ciudadanos religiosos y laicos están dispuestos a escucharse mutuamente y a aprender unos de otros en debates públicos [...]. La polarización de las cosmovisioness en un frente religioso y otro laico, polarización que pone en peligro la cohesión de la ciudadanía, es un asunto que concierne a la teoría política [...] [Debemos] aprender a adoptar también las perspectivas de los otros» (Habermas, “Entre naturalismo y religión” , 2006, págs. 11, 14, 127).
Tenemos que plantear con serenidad y profundidad un gran debate nacional sobre el modelo de laicidad más conveniente para España. Conviene tener muy en cuenta los planteamientos sobre la «nueva laicidad» que se están desarrollando en Europa, y que expongo en el primer capítulo. En España todos debemos aprender a ser laicos, pues los terribles acontecimientos de nuestra torturada historia no nos lo han permitido.
El aprendizaje de la laicidad es una de las asignaturas pendientes en nuestra democracia. La dialéctica pasado-presente que aprendí de Gramsci está muy presente en este libro. Cuando voy al Museo del Prado siempre inicio mi visita por la contemplación del cuadro de Goya “Duelo a garrotazos”. Ahí está quintaesenciada la historia terrible de España y, por ello, esta pintura debe servirnos como estímulo para impulsar la cultura nacional del diálogo. La construcción de la España laica puede convertirse en un nuevo
duelo a garrotazos o ser el medio para el reconocimiento y el aprecio del otro diferente, cuya identidad diversa enriquece la nuestra. El aprendizaje de la cultura de la amistad cívica entre adversarios como superación de la cultura del garrotazo es un proceso complejo y difícil, pero inevitable si queremos vivir en una España más civilizada.
En este libro ofrezco un conjunto de reflexiones, propuestas y objetivos para hacer posible la alianza de culturas públicas como medio de articulación de nuestra pluralidad. Si logramos construir esta alianza, conseguiremos culminar con éxito una transición cultural histórica e instaurar, ¡por fin!, la España de la diversidad en paz, diálogo y tolerancia. La España soñada, entre otros, por Francisco Giner de los Ríos,
Joan Maragall y Antonio Machado, que todavía aguardamos.”
viernes, 27 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario