sábado, 21 de mayo de 2011

UN PANFLETTO PROFÉTICO PARA EL 68 ESPAÑOL

Carlos Pietro

Se acusa al Movimiento 15-M de dos cosas: estar afectando el libre derecho al voto y no tener propuestas. La primera acusación es cierta, si hacemos caso a una pancarta vista ayer en el campamento de la Puerta del Sol: "Los políticos nos hacen llorar. Él nos hace reír. Vota Chiquito de la Calzada". Pero la segunda es falsa, si nos fijamos en otro cartel que colgaba de una pared: "Ya no tenemos miedo".

¿Y qué tiene que ver el miedo con hacer propuestas? "El discurso político del no hay otra salida contra la crisis, no hay otra posibilidad que hacer ciertos recortes, nos tenía bloqueados. Estas manifestaciones nos han servido para romper este bloqueo". Lo dijo ayer el sociólogo Isidro López durante la multitudinaria presentación en Sol de La crisis que viene (Traficantes de sueños), panfleto del colectivo Observatorio Metropolitano que circula como la pólvora desde el 15 de marzo: 7.000 ejemplares despachados.

Un texto que, en cierto modo, se adelantó al estallido que estaba por venir. En una de sus últimas frases anunciaba que "solo nos falta perder el miedo" para iniciar un "previsible ciclo de luchas, indignación y organización política que amplíe el campo de los posible". Dicho y hecho. Liberados del bloqueo del miedo, llegó la hora de la lucha y laspropuestas.

"El Movimiento del 15-M está articulado sobre un programa de mínimos. Se sabe bastante bien lo que no se quiere, de lo que se está harto. Pero las reivindicaciones circulan un tanto desarticuladas", admite López, coautor de La crisis que viene. El miembro del Observatorio Metropolitano cree que el panfleto aporta respuestas a las preguntas "¿qué es la crisis?, ¿de dónde viene? y ¿quiénes son sus responsables?", pero también un programa orientativo de recetas alternativas: "Todas pasan por responder a la misma pregunta. ¿A quién pertenece la riqueza social? Estamos en el terreno político de la redistribución. Con medidas concretas como la renta básica y una reforma fiscal que grave las rentas más altas. El mundo capitalista ha generado más riqueza que cualquiera de las sociedad precedentes. El problema es el reparto. Cualquier transformación pasa por ahí", aclara López.

El neoliberalismo vuela alto

Emmanuel Rodríguez, coautor del libro, explica las claves políticas de la indignación que activó el 15-M: "La crisis ha dado nuevas alas al neoliberalismo. La clase política se ha arrodillado ante las élites económicas, pero sin derechos sociales no hay democracia. El 15-M surge de la confluencia de tres crisis diferentes. Económica: o cómo las elites han aprovechado el crash para aumentar sus beneficios a costa de los derechos sociales. Social: el empobrecimiento de buena parte de la población. Y política: la incapacidad de la izquierda institucional de revertir esta situación".

Parálisis de la izquierda tradicional, un fenómeno que explicaría como una organización surgida aparentemente de la nada, el Movimiento 15-M, ha acabado prendiendo la mecha de una masiva sublevación ciudadana. "Tras el pensionazo y la huelga general, los agentes institucionales clásicos de la izquierda optaron por los pactos. Este vacío ha sido cubierto por un nuevo estrato social sin visibilidad política, que no apareció durante la huelga del 29-S, pero que sí había sido golpeado por la crisis. La clase media tradicional se proletarizó en todo Occidente durante el ciclo neoliberal, salvo que aquí el espejismo del boom inmobiliario había escondido un fenómeno que ahora ha irrumpido a lo bestia", analiza López.

"La subordinación de la política a los poderes económicos está dando paso a un movimiento que reivindica mayor participación ciudadana en los asuntos públicos", zanja Rodríguez. Resumiendo con las exageradas pero sinceras palabras de una tercera pancarta del Campamento Sol: "Lo queremos todo y lo queremos ya". ¿Quién dijo miedo?

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