"Jesús estaría incomodísimo en la Iglesia de hoy", sostiene el teólogo Federico Pastor, presidente de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, que este jueves arranca su XXX Congreso, dedicado en esta ocasión a la figura de Jesús de Nazaret, una figura "que interpela y que sigue de actualidad".
Después de varias ediciones en las que se ha tratado de las relaciones entre el Cristianismo y la política o la realidad social, "hay algún momento en que tienes que volver a las raíces: en qué creemos, qué queremos transmitir a la gente, en la vida, y en la política, en la sociedad...". Para ello, el plantel de ponentes es interesante: Mayor Zaragoza, Rafael Aguirre. González Faus, Jon Sobrino... "También muchas mujeres".
¿Quién es Jesús para Federico Pastor? "Para mí, es el personaje, y el mensaje, que da sentido a mi vida, y a la vida de muchísimos millones de personas. La figura histórica de Jesús tiene más fiabilidad que la de Julio César, por ejemplo. Existió, y se pueden saber muchas cosas de Jesús". Eso sí "no podemos saberlo todo, ni coger los Evangelios como si fueran una biografía de Jesús. Pero sí su ambiente geográfico, las líneas fundamentales de su mensaje... y la aceptación de la fe".
No resulta fácil hablar de Jesús hoy, "aunque es una figura que interpela mucho. Que una persona que ha vivido hace 2.000 años, en un ambiente totalmente diferente al nuestro, nos siga interpelando e interesando a tanta gente, te hace pensar", resalta el presidente de la asociación. Sí añade que "es mucho más fácil presentar el Cristianismo con base en Jesús que con base en la Iglesia. La Iglesia tiene la importancia que tiene, pero en ningún caso puede sustituir a Jesús, aunque en muchos ambientes, sobre todo oficiales, da la impresión e que primero es la Iglesia, y luego Jesús. Y eso es una salvajada".
¿Dónde estaría Jesús en la Iglesia de hoy? "Estaría incomodísimo, seguro -apunta Pastor-, pero no sólo hoy. Si a Jesús le pones en el Vaticano del siglo XVI, o en las cruzadas... Da la impresión de que lo que transmite la Iglesia de hoy tiene muy poco que ve con lo que dijo Jesús en aquel tiempo. O le falta muchísimo. No creo que sea demasiado fácil la convivencia de Jesús en la Iglesia".
Sin embargo, Pastor ve "difícil" la existencia de un Cristianismo sin institución. "Aun los movimientos que surgieron de la Reforma y que bajaron el nivel jerárquico, acabaron recuperándolo para sobrevivir", sostiene. Una cosa es eso, aclara, y otra "una hipertrofia y centralismo de la Iglesia. Hoy por hoy, la estructura de la Iglesia es absurda. Que en el siglo XXI haya un señor, que es el Papa, que manda todo en más de mil millones de católicos, no es viable. Tampoco pertenece al mensaje básico de Jesús. Esa papolatría que existe en ciertos sectores no tiene mucho que ver con lo de Jesús".
Desde la asociación no se han planteado ningún movimiento de cara a las próximas visitas de Benedicto XVI a España. Sin embargo, Pastor incide en que "todos estos viajes me parecen superfluos, inútiles, costosos y a veces hasta contraproducentes, porque llaman a los convencidos y alejan a los que están fuera. No las comparto ni remotamente".
¿Cuál es la misión de los cristianos hoy? "Tenemos varias responsabilidades -afirma el presidente de la Asociación Juan XXIII-. Inicialmente, ser adultos, críticos, analizar las cosas que ocurren con sinceridad y sencillez, sin agresividad. Vivir desde un punto de vista humano adulto. Decirlo. Uno de los males más gordos que existen en la Iglesia actual es ese respeto a no querer decir las cosas porque van a hacer daño. A veces hace más daño no decir algo que está viendo todo el mundo. Y luego, una clara oposición a las múltiples decisiones que se toman, sobre todo por la parte jerárquica, de manera injusta, con falta de conocimiento o respeto humano. Hoy día, sobre todo en la Iglesia española, hay tal cantidad de cosas que se hacen mal...."
Hablamos de una Iglesia antigua, anquilosada, y sin embargo Federico Pastor considera que "el Concilio Vaticano II está en pañales". Lo que fue "una bocanada de aire fresco", ha terminado con "unas semillas que no se han desarrollado en absoluto. Es más, hemos asistido a una involución". Del famoso aggiornamento de Juan XXIII, "no queda nada, se ha dado marcha atrás".
Pastor también percibe una "enorme lejanía de la gente joven, la indiferencia... y observa cómo no se intenta, por parte de los que tienen la misión un cambio auténticamente fuerte para superar la situación". "Da la impresión de que se sigue diciendo lo mismo, que da muy poco de sí. Te quedas con los ya convencidos, y te olvidas del resto. Eso no lo entiendo. Lo de Jesús es para la gente", añade.
Durante el congreso, se tendrá un recuerdo a la figura de dos presidentes de la Juan XXIII fallecidos a lo largo del pasado curso: Enrique Miret Magdalena y José María Díez-Alegría. "Uno era laico desde siempre, y el otro no dejó de ser jesuita, y los dos trabajaron por mejorar la presencia del Cristianismo en el mundo actual. Y los dos lo hicieron". Treinta años dan para un balance, que Pastor califica de "testimonial. Nosotros somos pocos -los años que más se reunirán 1.200 personas-. No son grandísimas cifras, ni tenemos una repercusión brutal en los medios. En lo cuantitativo no es mucho, pero sí es importante que haya voces que rompan la uniformidad existente en la jerarquía actual. Hacer presente a la gente que se puede ser cristiano, en el contexto actual, y de una manera moderna, crítica, adulta. Normal".
Después de varias ediciones en las que se ha tratado de las relaciones entre el Cristianismo y la política o la realidad social, "hay algún momento en que tienes que volver a las raíces: en qué creemos, qué queremos transmitir a la gente, en la vida, y en la política, en la sociedad...". Para ello, el plantel de ponentes es interesante: Mayor Zaragoza, Rafael Aguirre. González Faus, Jon Sobrino... "También muchas mujeres".
¿Quién es Jesús para Federico Pastor? "Para mí, es el personaje, y el mensaje, que da sentido a mi vida, y a la vida de muchísimos millones de personas. La figura histórica de Jesús tiene más fiabilidad que la de Julio César, por ejemplo. Existió, y se pueden saber muchas cosas de Jesús". Eso sí "no podemos saberlo todo, ni coger los Evangelios como si fueran una biografía de Jesús. Pero sí su ambiente geográfico, las líneas fundamentales de su mensaje... y la aceptación de la fe".
No resulta fácil hablar de Jesús hoy, "aunque es una figura que interpela mucho. Que una persona que ha vivido hace 2.000 años, en un ambiente totalmente diferente al nuestro, nos siga interpelando e interesando a tanta gente, te hace pensar", resalta el presidente de la asociación. Sí añade que "es mucho más fácil presentar el Cristianismo con base en Jesús que con base en la Iglesia. La Iglesia tiene la importancia que tiene, pero en ningún caso puede sustituir a Jesús, aunque en muchos ambientes, sobre todo oficiales, da la impresión e que primero es la Iglesia, y luego Jesús. Y eso es una salvajada".
¿Dónde estaría Jesús en la Iglesia de hoy? "Estaría incomodísimo, seguro -apunta Pastor-, pero no sólo hoy. Si a Jesús le pones en el Vaticano del siglo XVI, o en las cruzadas... Da la impresión de que lo que transmite la Iglesia de hoy tiene muy poco que ve con lo que dijo Jesús en aquel tiempo. O le falta muchísimo. No creo que sea demasiado fácil la convivencia de Jesús en la Iglesia".
Sin embargo, Pastor ve "difícil" la existencia de un Cristianismo sin institución. "Aun los movimientos que surgieron de la Reforma y que bajaron el nivel jerárquico, acabaron recuperándolo para sobrevivir", sostiene. Una cosa es eso, aclara, y otra "una hipertrofia y centralismo de la Iglesia. Hoy por hoy, la estructura de la Iglesia es absurda. Que en el siglo XXI haya un señor, que es el Papa, que manda todo en más de mil millones de católicos, no es viable. Tampoco pertenece al mensaje básico de Jesús. Esa papolatría que existe en ciertos sectores no tiene mucho que ver con lo de Jesús".
Desde la asociación no se han planteado ningún movimiento de cara a las próximas visitas de Benedicto XVI a España. Sin embargo, Pastor incide en que "todos estos viajes me parecen superfluos, inútiles, costosos y a veces hasta contraproducentes, porque llaman a los convencidos y alejan a los que están fuera. No las comparto ni remotamente".
¿Cuál es la misión de los cristianos hoy? "Tenemos varias responsabilidades -afirma el presidente de la Asociación Juan XXIII-. Inicialmente, ser adultos, críticos, analizar las cosas que ocurren con sinceridad y sencillez, sin agresividad. Vivir desde un punto de vista humano adulto. Decirlo. Uno de los males más gordos que existen en la Iglesia actual es ese respeto a no querer decir las cosas porque van a hacer daño. A veces hace más daño no decir algo que está viendo todo el mundo. Y luego, una clara oposición a las múltiples decisiones que se toman, sobre todo por la parte jerárquica, de manera injusta, con falta de conocimiento o respeto humano. Hoy día, sobre todo en la Iglesia española, hay tal cantidad de cosas que se hacen mal...."
Hablamos de una Iglesia antigua, anquilosada, y sin embargo Federico Pastor considera que "el Concilio Vaticano II está en pañales". Lo que fue "una bocanada de aire fresco", ha terminado con "unas semillas que no se han desarrollado en absoluto. Es más, hemos asistido a una involución". Del famoso aggiornamento de Juan XXIII, "no queda nada, se ha dado marcha atrás".
Pastor también percibe una "enorme lejanía de la gente joven, la indiferencia... y observa cómo no se intenta, por parte de los que tienen la misión un cambio auténticamente fuerte para superar la situación". "Da la impresión de que se sigue diciendo lo mismo, que da muy poco de sí. Te quedas con los ya convencidos, y te olvidas del resto. Eso no lo entiendo. Lo de Jesús es para la gente", añade.
Durante el congreso, se tendrá un recuerdo a la figura de dos presidentes de la Juan XXIII fallecidos a lo largo del pasado curso: Enrique Miret Magdalena y José María Díez-Alegría. "Uno era laico desde siempre, y el otro no dejó de ser jesuita, y los dos trabajaron por mejorar la presencia del Cristianismo en el mundo actual. Y los dos lo hicieron". Treinta años dan para un balance, que Pastor califica de "testimonial. Nosotros somos pocos -los años que más se reunirán 1.200 personas-. No son grandísimas cifras, ni tenemos una repercusión brutal en los medios. En lo cuantitativo no es mucho, pero sí es importante que haya voces que rompan la uniformidad existente en la jerarquía actual. Hacer presente a la gente que se puede ser cristiano, en el contexto actual, y de una manera moderna, crítica, adulta. Normal".
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