Me quiero referir hoy a un tema concreto, y quiero hacerlo con mesura y desde luego templanza. No quiero que este escrito traspase el límite de la cordialidad. Veréis, cada uno de los que navegamos por Internet, recibimos cada día un gran número de mensajes, algunos de los cuales eliminamos categóricamente, pues no conocemos al remitente, o de hacerlo no nos interesa el contenido del mismo. En el día de hoy, yo he recibido cinco “emails” –cinco-, sobre una película que según los remitentes se titula “Corpus Christi”.
Las personas que me los enviaron y a los cuales respeto y aprecio, y a quienes les llegará este escrito, escribieron o transmitieron un documento de carácter encendido, que por otra parte arremete con el gobierno de España, por permitir la difusión de esta película que nadie ha visto, y que ni siquiera ha llegado a nuestro país. Indudablemente una película puede ser censurada por muchos motivos, pero está claro que al cine va, solo la persona que desea ir, porque bien le interesa la película o simplemente desea pasar un buen rato.
Mi perplejidad es manifiesta cuando leo el argumento, por el que hay que participar en la cadena mundial para que esta película nadie vaya a verla. El argumento es sencillo, en ella –según dicen- se presenta a Jesús y sus discípulos como homosexuales. Este tema de la hipotética homosexualidad de Jesús y esta temática en sí misma, por la cual parece en ocasiones obsesionada la jerarquía de nuestra iglesia, hay muchas maneras de afrontarla. En primer lugar, podríamos recurrir a lo mas bajo del ser humano y proclamar a los cuatro vientos los nombres de todos aquellos consagrados a los que podamos conocer, que hacen una autentica burla del voto de celibato, y a los cuales yo puedo respetar pero no entender; para demostrar así las muchas personas reprimidas que hay en nuestra Iglesia.
Por otro lado -y más correcto- nos podemos ir a los evangelios que es lo propio de los cristianos, a la esencia de los mismos al Kerigma, e investigar hacia atrás y hacia delante, para encontrar el lugar explicito en el que se manifiesta la concreta sexualidad de Jesús. ¿Heterosexual, homosexual, asexuado?. No perdamos de vista que era humano a todos los efectos excepto en el llamado pecado original. Teniendo en cuenta que entendemos pecado como decir no a Dios, admitimos que Jesús no se encontraba entre los considerados pecadores. Pero “era humano, y como tal tuvo que tener deseo sexual” (J-Mª Castillo-teólogo), porque este es inherente a la persona humana, se desarrolle o no este sentido de forma explicita y compartida. Y es una lastima que muchos se enojen, al verse obligados a plantearse cuestiones que para Jesús, tuvieron que ser naturales como el deseo sexual y las propias funciones del cuerpo como el comer y el dormir.
Por ello, considero que estos escritos y “emails” enviados, atentan contra la dignidad de los homosexuales antes que contra la propagación de la película. Y por este medio se realiza acepción de personas, cuando los cristianos debemos ser personas conciliadoras.
No quiero hacer de esto una burla, Dios me libre a mí de ello, pero para acabar de rematar el asunto y casi consagrarlo como causa divina se le adjunta el versículo de Mateo 10, 32-33; en el cual se nos presenta a un Jesús chantajista: “Si alguno se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a su favor delante de mi Padre celestial y si alguno me niega delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre “.
¿Quién de los que lean este escrito y crean y confiesen que Dios es amor, pueden creerse que Jesús por muy tremenda que sea la circunstancia renegará de nosotros? Comprendan por favor, que de ser así anularíamos la condición universal de que Dios es misericordioso. Y no solo es misericordioso, sino que desea que de la misma manera que participamos de su dignidad al ser creados personas, seamos igualmente misericordiosos con aquellos que respiran en esta humanidad compartida, el mismo oxigeno que nosotros.
Además, -aviso para navegantes- Mateo escribe un evangelio para la comunidad Judía de Jerusalén. Personas de dura cerviz a las cuales el evangelista coloca textos atemorizadores, para no apartarse del Dios que Mateo predica, que es nuestro Dios. Por ello Mateo que conoce la escritura, utiliza para construir este texto otro de 1Samuel 2,30+, “[…] a los que me honran yo los honro, pero a los que me desprecian son despreciados.” Llegados a este punto y en un último atrevimiento, me permito recomendar Mateo 5,4.9: “Dichosos los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”
Pensemos en quien somos y a quien nos debemos, a Jesús y a su pueblo. Pensemos en quienes viven a nuestro lado. Pensemos en la descendencia de nuestra familia y pensemos en que en este mundo y en esta iglesia, todas las manos son necesarias para trabajar, pues a los ojos de Dios todos somos iguales. A ver si nos acabamos de creer esto. Paz y bien, Laus Deo
2 comentarios:
Muy bueno tu comentario, me acaba de llegar el mail que tu comentas y la verdad estoy de acuerdo con tu opinión .....cada quien a lo suyo....y la vida de los demás no nos tiene por que afectar al fin al cabo somos humanos y como dicen por ahí tenemos libre albedrío y solo basta con lo que queramos creer y no con lo que la gente quiera que creamos.....la verdad es una película...y si no es de su gusto pues que no la vean..... así de sencillo
Pedona,yo creo que sí nos tiene que afectar y por ello debemos de respetarla, que es muy distinto.
Cada uno de nosotros tenemos derecho a elegir, entre otras cosas nuestra orientación sexual, aunque no tengo muy claro si la podemos elegir o simplemente nacemos con ella.
Sea como sea hay que respetar porque sí nos importa los sentimientos de los demás. Si no nos impota lo que hacemos es "pasar"
No creo que sea eso lo que quiere decir el autor del texto.
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