sábado, 9 de julio de 2011

Y DE LOS RICOS, ¿QUÉ PENSAMOS?

¿La verdad, la verdad, la verdad?: Sentir envidia. Aunque no entren por el ojo de una aguja ni en el Reino de los Cielos y vayan al infierno. Además el infierno es un invento de los ricos para que no haya más. Todos nos venderíamos por ser ricos, ¿o no?El que no es rico es porque no puede.

¿Puede ser decente un rico? Evidentemente, no, pero lo cierto es que lo son a los ojos de la sociedad casi entera. Los ricos han superado todos los test de la moral y la decencia.

Pero, ¿cuándo se es rico? Cuando de una forma u otra explotas a los demás.

Pero al menos trabajan. Claro, para ser más ricos. La codicia no tiene límites.

Un rico predica, si acaso, la caridad, nunca la justicia.

Un rico pertenece a la sólida y tupida red de quienes ignoran la miseria y culpan al mísero de serlo. La prueba es que ellos, bastantes, algunos, unos cuantos se hicieron a sí mismos y salieron de ser botones o repartidores de bombonas de gas. Aunque, reconocen, hay unos cuantos, algunos, bastantes que heredaron su riqueza. Es justo, ¿no? La familia es la familia.

Los ricos les parecen bien parecidos a las-los buscadores de fortuna. Aunque sean más feos que Picio.

Los ricos nunca llevan dinero.

A los ricos ya no se les ve en ningún bar de carretera. Pasa como con las modelos, que las ves en las pasarelas, pero nunca en las calles.

Les da igual que se hunda el país, ellos no se van a hundir. Y tienen algunos ahorritos por ahí fuera del país, lejos del fisco y de la duda.

Para ser rico hace falta ser hábil y pillo. Y si se tercia, estafador, total no van a ir a la cárcel. No existe homologada la carrera universitaria de hacerse rico.

Los ricos, y las ricas, visten mejor. Y nunca van en bermudas y chanclas por la ciudad.

Para ser rico es imprescindible tener una finca.

Tienen servicio doméstico, pero de eso se encarga el administrador.

Son apolíticos de derecha.

Los ricos son defensores del Orden establecido. Les parece bien la mano dura (aunque esto no solo a los ricos).

Llevan a sus hijos a colegios exclusivos para ricos. En verano, sus hijos van a Nueva York o Londres para perfeccionar su inglés, y luego hacer un máster de algo, de economía, por ejemplo.

Son iguales que los no ricos en que también vuelven a casa por Navidad.

Los ricos tienen unas casas fantásticas, pero nunca están en ellas, siempre están viajando.

La máxima ilusión de los ricos riquísimos es ser recibidos en audiencia, aunque sea colectiva, por el Papa, y que sus mujeres vayan con peineta, mantilla española, zapatos de tacón y vestido negro, pero de firma.

Tienen lenguaje y expresiones distintas del pueblo (llano).

Se confiesan, por si acaso. Reciben la extremaunción, por si acaso.

En el fondo les gustaría ser marqueses, aunque fuese pagando. Algunos lo consiguen. Les parece un horror que Del Bosque lo sea.

Siempre ha habido ricos y pobres. Lo malo es que los pobres siempre son los mismos.

Pero lo ricos son de carne y hueso, y se mueren. Que se jodan.

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